Lágrimas

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Justo en ese momento Akaashi terminó su llamada y se acercó para reunirse con los demás.
En el precisó instante en que Erika escuchó sus pasos acercarse se lanzó así él llorando.

-Akaaaaaashi. -gritó ella alargando su nombre como solo Bokuto tenía por costumbre. No pudo escuchar más de la conversación a esa distancia, pero todos podían imaginarse la dinámica de ella. Solo podía concentrarse en las reacciones de Akaashi, en cómo buscaba desesperadamente algo en su bolsa (lo más seguro un pañuelo para secar sus lágrimas) para después detenerse abruptamente y mirarla con asombro y pánico. Pero era Akaashi de quién hablamos, no le tomó más que un par de segundos respirar y recomponerse, olvidando por completo el pañuelo y limpiando sus lágrimas directamente con sus manos mientras le decía algo ¿Palabras reconfortantes? Suponía que sí al ver su llanto disminuir. Luego sostuvo su cara para que lo viera directo a los ojos y pareció que volvería a romper en llanto, pero se tranquilizó.

Pronto ella colocó sus manos sobre las de Akaashi que acunaban sus mejillas y asintió levemente aún entre lágrimas e hipidos, Akaashi con más calma volvió a rebuscar en su bolsa y a tenderle el pañuelo una vez encontrado.

Akaashi se dirigía directo a ellos sin ver a nadie en específico, al menos no a Bokuto.

-Antes de que digan algo déjenme disculparme, no por mi orientación sexual, quiero disculparme por si los tomo de sorpresa y también por sí a alguno le desagrada, nunca lo comenté no porque considerará necesario ocultarlo, simplemente fue porque no consideró necesario "salir del closet" nunca me sentí dentro de uno, además siempre he sido una persona que no le agradan los temas de conversación que recaen en mi vida sexual o en los demás. -Su tono de voz era relajado y hasta podrías percibirlo como serenó, pero se miraba tenso de pies a cabeza, como alguien en espera de su fusilamiento.
Tal vez Bokuto no fue el único en percibir lo tenso e incómodo que estaba Akaashi porque de pronto Kuroo se paró a su lado e intentó relajarlo.
-Tranquilo, Akaashi, a ninguno de nosotros nos molesta, digo ¿Por qué me molestaría tener más chicas para mí? -dijo Kuroo bromeando y recibiendo un golpe de Kenma-. Ouch, además estamos en pleno siglo XXI ya nadie pierde la cabeza por enterarse que otra persona es gay, ¿Homosexual? ¿Está bien que le diga gay, verdad? -le murmuró a Kenma recibiendo otro golpe como respuesta.

-Si, Akaashi, hoy en día es súper natural, yo tengo amigos gays, lesbianas, bi... ¡Hasta conozco a un Drag Queen! Nada de esto es de otro mundo, no lo parece, pero Japón ya no está tan cerrado de mente. -respondió Konoha con una sonrisa conciliadora-. Pero sí me duele muchísimo que no me lo dijeras, al menos para dejar de invitar a los Goukon que organizó.

Todos comenzaron a hablar intentando tranquilizar a Akaashi con sus palabras y aligerar el ambiente tan tenso que el frío pasó a ser un problema distante, no mentían al decir que no les molestaba que fuera gay, pero eso no quitaba lo incómodo que era descubrirlo en tales condiciones.
Kuroo se lamentaba por su mala suerte, tal vez podrían haberlo descubierto en un par de horas en la fiesta y habría menos pánico colectivo con tanto alcohol corriendo en sus venas ¡Hubiera preferido enterarse después de unas cuantas cervezas! 'Las cervezas aceptan su lengua y puede hablar por horas de pokemones'

-¿No sería mejor seguir hablando en mi casa? Somos los únicos que seguimos aquí junto a los trabajadores del gimnasio, ¡Hasta el compañero de Bokuto ya se fue! -exclamó Kenma exasperado, estaba cansado de alargar su estadía en este frío e incómodo lugar.

Las palabras de Kenma hicieron que todos mirarán a su alrededor para corroborar lo que había dicho, en lo cual tenía razón. El gimnasio seguía con las luces encendidas y las puertas abiertas, pero solo quedaban los trabajadores del gimnasio limpiando y guardando todo, también había uno que otro de los puestos de comida rápida que también se estaba apurando en guardar toda su mercancía no vendida.

-No vi en qué momento se fue Miya-kun -divago Kuroo rascando su mejilla mientras secundaba a Kenma y daba por terminado el tema. -Bueno, hagamos lo mismo entonces y larguémonos, podemos dividirnos en tres taxis...

-Sobre la fiesta... de eso quería hablarles antes de todo este alboroto. No pude cancelar mi compromiso previó así que no podré ir hoy con ustedes. -Akaashi se inclinó un poco para disculparse de forma educada-. Será en otra ocasión.

-¡Claro! Ven cuando gustes. -respondió Kenma con una pequeña sonrisa y reposicionando su cara en la espalda de Kuroo como si ese fuera el lugar donde siempre debió de estar-. Y trae bocadillos.

Akaashi le sonrió en respuesta, despidiéndose con una mano y con la otra todavía la sujeto a la mano de su amiga Erika, ella siguió su ejemplo de despedirse, pero con la diferencia de tener el ánimo por los suelos y sus grandes ojos rojos e hinchados de tanto llorar. En ningún momento Akaashi le dirigió palabra y mucho menos una minúscula mirada a Bokuto, ni siquiera para despedirse y eso fue lo que encontró más doloroso.

Salieron del gimnasio algo incómodos y tensos, omitieron a propósito el tema y ¡Que mejor que la nieve para eso! La fría y congelante noche dio como resultado la primera nevada del año. Los pequeños copos de nieve bailando en el aire bajo las luces de las calles hasta podría considerarse romántico y algo afortunado el poder disfrutar de la blanca nieve acumulándose lentamente antes de ser ensuciada por el paso de la gente, pero Bokuto no podía disfrutarlo. Seguía viendo al horizonte intentando encontrar alguna silueta borrosa que pudiera ser Akaashi pero ya había avanzado lo suficiente para perderse de vista con Erika.

En el camino a casa de Kenma fue incómodo, Kuro intentando relajar el ambiente se puso a hablar de un manga de escuela de superhéroes y otro de hechiceros y maldiciones que Kuroo estaba leyendo actualmente en la Jump.
A pesar de que Bokuto disfrutaba de esos mangas, en ese momento no estaba interesado en hablar sobre ellos o sobre nada. Normalmente de camino a casa siempre se duerme para guardar energía o reponerlas, pero está vez su cansancio físico no era contrincante para su cansancio mental así que en el trayecto no pudo pegar los ojos ni por un segundo. Tenías tantas dudas, tantas preguntas, tantas quejas, pero no podía decir nada, sentía que sí abría la boca, aunque fuera un poco saldría todas las palabras que quería decir al mismo tiempo y ni él mismo se entendería.

Intentó distraer su caótica mente en el paisaje fuera del cristal, había ido varias veces a la casa de Kenma que siempre se entretenía viendo las bonitas fachadas de las casas adyacentes, pero ahora todo el entorno le parecía tan extraño y ajeno que solo le provocó ansiedad...

El viaje se había tornado asfixiante pero no podía abrir la ventana debido a las bajas temperaturas del exterior, Kenma estaba a su lado y jamás le permitiría semejante locura en su presencia. El pequeño gatito debió percibir sus intenciones porque no despegó los ojos de él. Por suerte, antes de darse cuenta ya habían llegado a su destino, logró bajarse del taxi a trompicones, cayó de rodillas, pero no estaba triste o molesto por ello, estaba feliz de estar en el piso y poder volver a respirar aire puro.

¡Jamás había estado tan agradecido de sentir el aire frío en la cara!

-¿Qué le pasa a Bokuto? ¿Está triste? -preguntó Yaku saliendo de a la entrada con un delantal alrededor de su cintura y un platón de carne en sus manos, Yaku era de los pocos a los que Kenma le tenía la confianza de dejarlo solo en su casa y eso se volvió su maldición ya que tuvo que quedarse a cocinar junto a Inuoka y Lev-. Creí que su equipo había ganado...

-Está actualizando su sistema, una vez que termine volverá a ser el típico búho escandaloso de siempre. -comentó Kuroo entrando como Juan en su casa y tomando lugar en la larga mesa que Yaku había preparado sin darle mucha importancia a él o al dueño.

La reunión fue tranquila, necesitaron varios kilos de carne y mucho alcohol con el cuál podrían alimentar a varios equipos completos de volleyball, pero en realidad solo eran una docena de jóvenes con un feroz apetito. Kenma no aceptaba que fueran muy molestos dentro de su casa y nadie quería ser vetado esa noche tan fría así que las pláticas eran amenas, sin subir mucho el tono de voz o bailando hasta revolver su estómago. Bokuto por su parte estaba comiendo mientras "actualizaba su sistema" no tenía hambre lo cual era extraño teniendo en cuenta todas calorías y energía que quemó en el partido, pero siguió tomando todo lo que le ponían enfrente, necesitaba tener algo en su boca para evitar que las palabras pudieran fluir a través de ella.

Al finalizar la cena, con algunas bebidas en mano todos estaban conversando trivialidades y poniéndose al día, uno que otro se iba despidiendo para poder alcanzar el último tren y ahí, cuando solo quedaba un puñado de los invitados fue cuando por fin se "actualizó" el sistema de Bokuto o mejor dicho ¿Se alcoholizo?

Después de beber su vaso de cerveza de golpe y soltarlo estrepitosamente sobre la mesa.
Sin previó avisó abrió la boca y vómito todas las palabras que había temido soltar antes y molestar, pero para todos los de la pequeña fiesta sonó como un graznido doloroso de un polluelo perdido después de caerse del nido.
-¡No puedo creer que Akaashi sea gay! ¡Y NI SIQUIERA ME LO DIJO! -balbuceo todavía consternado, la lengua estaba adormecida con tanto alcohol que había degustado así que dijo las siguientes palabras arrastrándolas mientras soltaba pesadas y calientes lágrimas sobre su vaso vacío. -Es como si no lo conociera...

Su discurso de borracho se detuvo al mismo tiempo que la música lo hizo (algo que no había sucedido desde que empezó la fiesta), eso lo sorprendió y volteó a ver a todos sus amigos, se percató de que cada uno de ellos, hasta los que estaban en la cocina salieron para quedarse estáticos viéndolo fijamente, hasta Yukie, su linda ex-manager que estaba sirviendo sake a Komi terminó regando la bebida en el tatami, al no detenerse y dejar que siguiera desbordándose del vaso.

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Gracias por llegar hasta aquí, espero les haya gustado (/▽\*)。o○♡

Redescubriendo a AkaashiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora