La tarde no podía estar más hermosa, los pájaros cantaban, las nubes eran blancas en el brillante cielo, una maravilla de verdad. Pero todo eso no tenía ningún brillo para Steven en ese momento.
— Espero que lo entiendas Steven — La voz de Connie a través de la pantalla se escuchaba apenada y triste — Pero mi mamá cree que seria lo mejor para mis estudios.
Steven miro a los ojos a Connie y levemente una sonrisa se dibujo en sus labios, ¿Cuánto tiempo tenía sin ir a Beach City? Cinco meses y ya lo estaban terminando.
— No te preocupes Connie — Trago el nudo de la garganta que se estaba empezando a formar — Lo comprendo, tú tienes que enfocarte en tus estudios, enfocarte en lo importante y cosas así.
La sonrisa en su rostro estaba empezando a romperse, ¿Cuanto aguantaría sin romperse esa falsa calma? Connie siguió hablando pero el ya no escuchaba sus palabras, cada vez se miraban más y más lejanas de el.
— Ehm Connie, tengo que colgar.
— ¿Eh?
— Tengo que terminar el papeleo que Scott, mi jefe, me dio a arreglar, y la verdad no llevo ni la mitad de ellos — Mintió, y estaba seguro de que Connie se dio cuenta de ello.
— Oh, está bien, adiós Steven — Se despidió con una pequeña y triste sonrisa.
— Adiós Connie — Y la sonrisa desaparecio de su rostro en cuanto la pantalla dejo de mostrar el rostro de ella, las lágrimas no tardaron en empañar su visión, haciendo todo borroso.
Lo entendía, claro que entendía que la mamá de Connie le pidiera terminar su relación por el bien de sus estudios, la doctora Maheswaran era alguien muy estricta en cuanto a los estudios de su hija se refería. Pero el que lo entendiera y el que no le afecte, son dos cosas muy diferentes.
Que entienda, no quiere decir que le duele menos o que de plano no le duele, la quería, y ese era el problema, la quería demasiado y por eso le dolía. Connie le había dicho que solo mientras la High School se terminaba, pero tampoco aseguro que regresarían después de ese tiempo.
El universo trabajaba de maneras muy misteriosas, pero estaba seguro de que con el tenía un humor muy retorcido.
Tres toques en su puerta hicieron que trataré de eliminar cualquier rastro de lágrimas que hubiera en su rostro para poder abrir la puerta. Al abrirla los verdes ojos de Ágata le devolvieron la mirada junto a una pequeña sonrisa.
— Ágata, ¿Que haces aquí? — Pregunto mientras se movía a un lado para que pasara.
— Tuve un sueño, llorabas por tu corazón roto — Steven se tenso mientras trataba de mirar a otro lado, Ágata lo noto — Traje helado bajo en calorías, y toda mi tarde para escucharte.
Steven miro a Ágata y quiso negar el hecho de haber llorado por una ruptura, pero Ágata era una humana muy especial, podía ver pedazos muy pequeños de el futuro cuando dormía, pero no siempre le sucedía, y el negar que su predicción era correcta sería imposible.
Aparte necesitaba tan mal a alguien ahora mismo.
— Connie termino conmigo — Soltó con un suspiro enorme — Y lo entiendo, no puede ponerme atención a mi y mi vida cuando está tomando clases avanzadas y planeando que carrera va a seguir.
Ágata lo estaba escuchando pero ya estaba sirviendo en dos platos nieve para ellos.
— Lo entiendo Ágata de verdad que lo hago, pero me duele por qué yo la amo — Y empezó a llorar de nuevo, sintió como unos delgados brazos lo envolvían y el devolvio el abrazo por qué necesitaba apoyo en ese momento.
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Cambios
FanfictionAntes de que Homeworld fuera siquiera llamado así, hubo una epoca en la cual nacieron pocas gemas, y entre ellas nacieron dos gemas más grandes y fuertes que todas. Hermosas y "perfectas" eran ellas, Diamante Blanco y Diamante rosa Crema, ambas se a...