trauma tres

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Lan Xichen recién llegaba al Receso de las nubes, salió para la conferencia de las sectas junto con algunos discípulos como acompañantes pero en el trayecto surgió un problema en un pueblo dónde iban de pasó.

Algo simple, un Yao que merodeaba el pueblo habitado por civiles, en un abrir y cerrar de ojos el problema se solucionó y los lugareños agradecidos por ya no ser atormentados les regalaron algunas cosas.

— No se preocupen, no es necesario.— Decía el líder de secta Zewu-Jun con una sonrisa

— Por favor Joven maestro, no nos desprecié.— dijo un señor ofreciéndole un cuenco con frutas y demás aldeanos le ofrecían incienso o artículos varios.

— Muchas gracias entonces.— apenado agradeció y pregunto si no tenía otro inconveniente y ante la negativa y agradecimiento siguieron su caminó.


°°°

al llegar se le fue informado que su hermano, cuñado y sobrino junto con algunos discípulos recién habían llegado y que el Maestro Lan QiRen había salido y no dijo cuando regresaría.

Suspiró

ya era entrada la noche, pasaban de las nueve, se dirigió a su casa y con algunas cosas que habían llamado su atención se sentó en su mesa para verlas con mas detenimiento.

Le habían dado unas manzanas, sonrió sabiendo a que animalito se las daría hasta que algo llamó su atención, era un quemador de incienso, tenía la forma de... no sabía que era pero era curioso y era de color azul, lo inspeccionó y aparentemente era un quemar nuevo pues no tenía indicios de nada, lo  olfateo y efectivamente no olía a nada, le colocó un poco de incienso que le obsequiaron y lo prendió.

el olor era agradable

después de revisar las demás cosas no encontró nada fuera de lo normal y mientras disfrutaba del olor se colocó en posición de loto y comenzó a meditar para después ir a dormir, pero en cuanto la energía espiritual comenzó a circular por su cuerpo sintió algo, de un momento a otro se sintió expulsado ligeramente...

su alma había dejado su cuerpo.

•••

Bebía directo del tarro el licor cuando no pudo dejar salir lo que curcaba por su mente

—¿Te he dicho cuanto me gustas?.— con una sonrisa boba preguntó tentando al guapo hombre frente a el, miró un ligero sonrojó en sus orejas y siguió.— ¿Te he dicho cuanto te amo?
Dime Lan Zhan ¿Te he dicho cuanto me encant...

— Me encantas, Me gustas, Te amo Wei Ying.— levantó la vista de los papeles y le interrumpió mirándolo a los ojos.

Wei WuXian no se lo esperaba, tenía planeado molestar a su marido y después terminar con un desastre en la cama, sus mejillas se tiñeron de un intenso rojo y se llevo las manos al rostro cubriendose dejando salir un grito ahogado.

— ¡Lan Zhan! ¿No te he dicho que me avises cuando vayas a decir cosas lindas?.— se quejó de manera falsa, pues era un regalo recibir esas palabras de su adorado esposo.
Lan zhan era mas de acciones que de palabras, pero era maravilloso escucharlas.

—Mnh.

Wei WuXian río pues sabía que no lo haría y seguiría tomándolo por sorpresa, volvió a dar otro tragó a su amado licor y sonrió.

— Pero lo digo en serio...— Se levantó de su lugar para gatear y sentarse en el regazo de su marido.—Siento que no te lo digo lo suficiente.

Traumatic love Donde viven las historias. Descúbrelo ahora