Capítulo 6

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Kit.

Aunque las horas parecían pasar con una lentitud agobiante pasaron las 5 horas, el doctor salió de la puerta y se acercó a nosotros. No tuvo que caminar mucho, lo interceptamos a mitad de camino.

-¿Cómo salió todo, doctor?

Su expresión era totalmente neutra, podría venir a aliviarnos o a destrozarnos.

-Salió bastante bien, está ahora recuperándose. Kit ¿Quieres pasar a verlo?

Sin mirar a la cara de nadie asentí y seguí al doctor dentro de la sala. Habían cambiado a Ming de piso y ahora estaba en el -1.

Era una habitación de hospital, no una sala de operaciones. Estaba acostado, con un respirador conectado a una maquina a su lado. Pero había algo que me había dejado paralizado en la puerta.

Estaba completamente consciente.

-Despertó un poco después de la operación y le hicimos las revisiones correspondientes. Esta bastante bien, se recuperará. Los dejaré a solas un momento.

Cuando el doctor paso a mi lado y cerro la puerta Ming sonrió, intento sentarse pero le fue inútil.

-No hagas fuerzas de más.

Me acerque hasta el y me coloque a un lado de su cama.

-¿Como estas Kitkat?

Sonreí un poco al escucharlo hablarme como siempre, me alivio ver en sus ojos la misma energía que me expresaba siempre.

-¿No debería yo hacerte esa pregunta?

-Como estas tan callado, debo ser yo quien rompa el hielo.

-Lo siento, Ming.

-¿Porque lo sientes P'Kit? Esto no es culpa tuya.

-Si yo no...

-No termines esa frase, por favor. Recibir tu mensaje invitandome a verte fue lo más lindo que me paso, y aunque no me hubieras invitado, habría ido de todas formas. Teníamos cosas de las que hablar.

Se me vino a la mente la promesa que me hice a mi mismo. Debía confesarle lo que sentía. Tenía que hacerlo.

-Ming yo... Tengo algo que decirte.

La sonrisa desapareció y se me quedo mirando muy serio. Me puse nervioso y mire a mis manos. Ming tomó mi mano y la acarició para luego besarla.

-Dime, P'Kit.

Tome todo el valor que pude, dejando mi miedo a un lado y llenandome de su presencia, afirmando fuertemente su mano.

-Te quiero. Eso era lo que pretendía decirte, que te quiero. Que te quiero mucho y no puedo perderte. Que no quiero perderte. Que quiero que me molestes con los estúpidos apodos que me pones, quiero que vengas a visitarme a mi Facultad o yo ir a la tuya para que comamos juntos. Quiero poder caminar por la playa de ti mano sin tener que preocuparme de si alguien nos está viendo. Quiero poder besarte cuando yo quiera. Quiero todo de ti. Quiero cuidarte. Dejame cuidarte, por favor.

Ming tenía los ojos llenos de lágrimas. Me miraba con su típica sonrisa y apretaba fuertemente mi mano.

Me sentía ligero, había logrado decir lo que con tanto esmero había intentado ocultar.

Ming abrió la boca para hablar, pero en ese momento entró otra persona en la habitación.

-¡Ming!

Era una chica, un poco más baja que yo, con pelo rojo y un precioso rostro.

Sin importarle mucho mi presencia se acercó a Ming, obligándome a soltarle la mano y lo abrazo fuertemente. Tan fuerte que Ming se quejó.

¡Cuida de mi, por favor!	✨MingxKit✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora