¡Cuida de mi, por favor! ✨MingxKit✨

Capítulo 5

Kit.

Lo que paso luego de colgar no es muy claro en mi mente. Recuerdo haber subido al auto y ponerme rumbo al hospital. No recuerdo cuando llegué pero antes de darme cuenta, ya estaba en la sala de espera frente a Wayo y Pha.

-¿Que fue lo que paso?

Wayo tenía los ojos rojos, había estado llorando. Pha lo abrazaba por los hombros y lo mantenía junto a él.

-No estoy seguro, a su padre lo llamaron porque es su numero de emergencias, pero él está muy lejos, y me llamó a mi. Cuando llegué no me permitieron verlo, está en cuidados intensivos.

Sentía mis ojos picar, sabía que en cualquier momento rompería en llanto, pero prefería hacerlo solo. Imaginaba a Ming, recostado en una cama completamente blanca con su cuerpo destrozado. De solo pensar en el dolor que podría haber sentido estando solo, de solo pensar que tal vez no lo volvería a ver jamás, me fallaba la respiración.

-Necesito aire ¿Podrían avisarme de cualquier cambio en su estado?

-Yo te llamaré, Kit. 

Wayo apoyo su cabeza en el pecho de Pha y cerró los ojos. No soportaba más así que salí del hospital y me senté en el un banco de afuera. Entonces cayeron las lágrimas.

Me gusta todo de ti.

Serás el enamorado del Moon de la universidad.

Eres adorable cuando de enojas.

¡Cuida de mi, por favor!

No podía evitarlo, un dolor intenso se apoderó de mi corazón, obligándome a gritar. Sentía como me quemaba por dentro y no podía detenerlo.

Como tenía los ojos cerrados, no pude ver cuando alguien se sentó a mi lado, pero si lo sentí rodearme con sus brazos. 

-Me enteré de lo que le pasó a Ming. Lo siento mucho, Kitty.

Le devolví el abrazo, necesitaba que alguien me sostuviera en esos momentos. Quería llorar y gritar hasta que todo mi dolor desapareciera.

-¿Como es que pudo pasar esto? Quería invitarlo a almorzar para... para decirle que...

No podía ni hablar, cada palabra salía entrecortada y gangosa. Beam no decía nada, solo se quedaba ahí, abrazándome mientras que yo lloraba en sus brazos.

-No puedo perderle, Beam. No lo soportaría.

Entonces me tomó por los hombros y me obligó a mirarle. Para sorpresa mía, me estaba sonriendo.

-¿Pero de qué hablas? Tu mejor que nadie deberías saber que Ming no es de los que se rinden fácil. El esta luchando, te lo aseguro. Para poder volver a tu lado y seguir jodiéndote la vida como la ha hecho hasta ahora. 

Por extraño que fuese, sentía que debía explicárselo.

-Ming nunca me ha jodido la vida, me la ha mostrado, de un modo que yo no sabía verla.

Beam sonrió aún más y me palmeó un poco el hombro.

-Vamos dentro, hablaré con quién haga falta, pero voy a hacer que entres a verle.

No fue muy difícil, basto con decir que era nuestro amigo y que estudiábamos medicina en la universidad. Nos dijo que esto podía llegar a ser educativo.

Educativo, lo único que podré mirarle será el rostro, y si veo su cuerpo tan destrozado como creo que lo tiene, seguro que me pongo a llorar ahí mismo.

Beam se apartó al último segundo y entré yo solo con el doctor. No podíamos entrar a estar con él, pero me permitieron verle a través de un vidrio enorme.