Guerra de influencers

¡Recién casados!

El día había llegado. Los nervios estaban a flor de piel y las ansias estaban en la misma sección. Jackson estaba a punto de llorar porque creía que Mark huiria.

Mark por otra parte se moría de ganas por ver a su querido Jackson en ese traje rojo que había visto el día anterior. Claro está que no se lo había visto puesto, pero Jackson más algo rojo, era igual a su más grande fantasía.

-Hyung - apareció Yugyeom de traje, bastante guapo-. Dice su novio que por favor no se escape o él se podría morir.

-Yugyeom, esta es la quinta vez que vienes a decirme lo mismo - Mark reía divertido.

-Pero hyung, Jackson hyung y yo estamos casi muriendonos.

- ¿Y tú por qué? - Mark arregló por última vez su cabello, él debía ser el que esperara al novio en el altar.

-Porque él y yo pensamos que eres demasiado para cualquiera, pero en mi opinión él sí te merece.

Mark asintió, sonriendo. Salió de la habitación junto al menor, mientras que su corazón iba a mil por hora, la policía que fiscaliza el ritmo cardíaco de las personas se lo llevarían por exceso de velocidad. El mayor sonrió divertido, esperaba que su novio lo ame tanto como lo ama él.

El apellido Wang se verá tan lindo junto a mi nombre, pensó sonriente. Claramente no podía dejar de sonreír como un idiota.

La gente reunida en el patio trasero de su casa lo veía tan feliz. Sus padres lo saludaron con alegría, sus hermanas le enviaron un beso volador y sus sobrinas se veían adorables con esos vestido rosa pastel.

Yugyeom le apretó la mano, haciéndolo regresar al presente, donde Jackson caminaba junto al señor Wang, mientras lágrimas y una sonrisa enorme eran presentes. Mark perdió el aliento y su vista fue nublada por las lágrimas.

(años atrás)

Mark había comenzado su carrera de modelo en la adolescencia, ya que sus rasgos eran perfectos para aquella agencia. Claro está que la paga no era tan buena y los trabajos a medio tiempo le daban para comer.

-Bienvenido a McDonald's, ¿qué desea llevar?

Frente a él se hallaba un chico más bajo que él, con un corte de cabello gracioso, pero atractivo.

-Yo... Yo... - un pequeño sonrojo se apoderó de sus mejillas-, el mccombo 5, por favor.

Mark sonrió divertido. - Por supuesto, espere al lado y su pedido estará listo en unos minutos.

-Gracias - no dejó de mirarlo con la boca abierta, haciendo reír a Mark. Él sabía lo atractivo que era.

Los días pasaron, Mark quería abandonar su trabajo, la clientela era agobiante y su jefe lo acosaba. Lo único bueno era ese lindo cliente que se sonrojada al pedir su comida.

-Jackson - le dijo el chico al pedir su mccombo-, mi nombre es Jackson Wang y creo que eres lindo.

Mark le sonrió. - Gracias... - iba a responderle que él también lo era, pero apareció de la nada su jefe.

-Mark - su jefe lo abrazó de la cintura, atrayendolo hacia él, Jackson se sintió traicionado de alguna manera y los miró a ambos.

-Diablos, debí suponer que eras así, es decir eres demasiado lindo para trabajar en algo así - Mark lo miró anonadado -. Creo que eso de que sólo eres una cara bonita era cierto.

Mark no soportó más y se lanzó contra Jackson. - Escúchame bien imbécil, no vuelvas a acercarte por aquí. Tú no tienes idea de nada. Vete y agradece que no golpearse tu rostro - al soltar su camisa le dio un empujón.