Capítulo 2

51 0 0
                                    

NARRA CASSIE:

Llegué a casa, dejé las llaves en la mesa y me tiré en el sofá. Hoy había sido un día duro.

Para empezar bien el día, se me rompió la caldera y me tuve que duchar con agua fría; después me tuve que cambiar de ropa tres veces: la primera, porque me manché con la leche del desayuno, y la segunda, porque no me gustaba el conjunto. Por eso llegué tarde a trabajar, y mi jefe me echó una bronca tremenda.

Así que no me sorprendió cuando casi atropello a un chico con el coche. Para qué mentir, el chaval estaba bien bueno, pero eso no le quitaba lo irritante. Lo que sí me sorprendió fue encontrármelo en la cafetería.

Me puse el pijama y, cuando estaba haciendo la cena, oí cómo vibra mi móvil. Era un mensaje. Lo abrí y ví que ponía:

"Preciosa, no ha sido tan difícil conseguir tu número. Has visto que estoy interesado, así que por qué no salimos un día de estos. ¿Qué me dices?"

Me quedé alucinada. ¿Jack? ¿Cómo había conseguido mi número tan rápido? Hace apenas unas horas que le dije que descubriera mi número. Decidí contestarle:

"En tus sueños, cariño. No sé cómo habrás hecho para conseguir mi número tan rápido, pero no pienso ir a una salida contigo. ¡Ni siquiera te conozco!"

Después de unos minutos de silencio me llegó un mensaje suyo que decía:

"¡Por eso deberías quedar conmigo! Así me conocerías mejor, preciosa."

Le contesté diciendo:

"No pienso salir contigo y es mi última palabra."

Apagué el móvil y continué con mi cena.

NARRA JACK:

A la vista de que no conseguiría convencerla a travé de móvil, decidí hacer una visita al piso en el que Cassie vivía. No me pregunteis cómo sé dónde vive, sólo diré que tengo mis contactos.

Me vestí un poco mejor de lo normal, aunque tampoco me esforcé mucho, y bajé a la calle. Cuando llegué a su edificio estaba nervioso, y no sabía el por qué. Normalmente las chicas no se resistían tanto a quedar conmigo, auqnue yo tampoco es que fuera nada del otro mundo.

Tuve la suerte de que, en el momento en el que iba a llamar al timbre, un vecino salió.

"¿Va a entrar?" Me preguntó.

"Sí, gracias."

Así Cassie tendría que abrirme por narices la puerta de su casa.

NARRA CASSIE:

Jack no me volvió a escribir, lo que me resultó un poco raro, pero decicí no darle importancia.

Justo cuando estaba a punto de ponerme a la mesa para cenar, sonó el timbre. Me levanté extrañada y abrí la puerta. ¡Cuál sería mi sorpresa al ver a Jack ahí!

"¿Qué demonios haces aquí?" Le pregunté enfadada.

"Pensé que sería mejor venir a tu casa y convencerte en persona que por el móvil" Me dijo con una sonrisa inocente.

"Ya te he dicho que no saldré contigo; ni hoy, ni mañana."

"Entonces, ¿mejor pasado mañana?" Me preguntó como si no se diera cuenta de mis negativas.

"No."

"¿Por qué no?"

"No te conozco, ya te lo dije."

"Entonces, si no sales conmigo, ¿cómo piensas conocerme?"

"¿No has pensado que tal vez no quiera conocerte?"

"Eso no es así y tú lo sabes. No te mientas a tí misma."

"No me estoy mintiendo a mí misma."

"Sí lo haces."

"No lo hago."

"Sí lo haces."

"¡No lo hago!"

"Sí lo haces."

"¿Si salgo hoy contigo dejarás de ser tan irritante?"

"Probablemente."

"¡Está bien!"

"¡Genial! Mientras te arreglas voy poniendo la mesa. ¿Qué hay para cenar?"

¿Para cenar? ¿Este chico está loco? Me quedé parada en la puerta, sólo mirándo cómo entraba a casa.

 "¡Cassie! ¡Qué entra a tu casa! ¡Haz algo!"

Querida conciencia, ¿qué narices quieres que haga? Va a ser imposible sacarlo de aquí, al menos hasta que no haya cenado.

"¿Qué mierda piensas que estás haciendo?" Le pregunté enfadada.

"Poner la mesa. ¿No lo ves?" Me contestó con una cara de obviedad.

"Digo aquí, en mi casa, y ahora."

"¡Ah! Pensé que sería una pena desaprovechar una velada tan agradable."

"Eres insoportable" Gruñí exasperada.

"No me has contestado a mi pregunta anterior."

"¿A cuál?" Pregunté confunfida.

"¿Qué hay de cenar?"

Suspiré. No sabía cuánto aguntaría sin matarle esta noche.

"Macarrones."

This means warDonde viven las historias. Descúbrelo ahora