#1

475 23 12
                                    

Estaba caminando por la calle a oscura mientras me tambaleaba de lado a lado sin rumbo. 

La bebida anulaba mis sentidos y sólo notaba como todo  poco a poco se oscurecía a mi alrededor hasta que caí al suelo con un golpe seco en la cabeza. 

Notaba los párpados pesados y un sabor amargo en la garganta el cual amenazaba con aumentar al pasar el día. 

Con esfuerzo conseguí abrir los ojos y me encontré en una cama en una habitación que a simple vista desconocía. 

No conseguía focalizar mi vista en nada, veía borroso y esa situación me hizo sacar mi lado paranoico haciéndome pensar que me habían secuestrado, que alguien me había volado y había aprovechado mi poca lucidez para que yo no recordase nada. 

Froté mis ojos y vi a mi lado mi gabardina negra bien doblada y colocada, yo me encontraba en pijama y sin rastro de maquillaje por mi rostro. 

¿Dónde estaba? 

Ese pijama no era mío, me quedaba enorme. 

Me levanté de la cama sintiendo un gran dolor de cabeza que pensé que me la haría explotar en cualquier momento. 

Hice una mueca de dolor y froté mis sienes con mis dedos.

Conseguí despejar un poco el dolor de mi mente y salí de la habitación para ver donde me hallaba. 

Encontré unas escaleras que aún se me hacían desconocidas, las bajé escuchando unas risas de fondo, una en concreto se me hacía completamente familiar, era una risa grave y fuerte. 

Cuando llegué al inicio de las escaleras vi a mi hermano junto con una chica, una chica joven y de tez blanca. 

Me quedé algo embobado al verla y cuando ambos notaron mi presencia se giraron a verme. 

- Por fin despiertas, dormilón - dijo mi hermano acercándose para revolver mi pelo, yo puse una mueca de molestia y aparté su mano de mi cabeza - Ayer bebiste mucho, pequeño Billy, si Ellie no te encuentra tirado en la calle te podría haber pasado cualquier cosa - 

Ellie, ese era el nombre de la chica, un nombre muy bonito para una niña tan bonita, pensé. 

- Umm… Gracias… - murmuré algo avergonzado - ¿Cómo llegué aquí? - dije mirando a mi hermano 

- Ella me llamó y yo te traje, por cierto, os presento, ella es Ellie, es una amiga de clase, la única en resistirse a mis encantos - soltó una risotada y ella le dio un golpe amistoso en su hombro - Ellie, él es Bill, pero bueno, ya tú lo conoces - la miró y le hizo un gesto que no entendí. 

- Tom, tengo hambre - dije cortando su nula conversación, ambos me miraron y yo me encogí de hombros - ¿Qué? La resaca me da hambre - 

- Hambre te va a dar la hostia que te voy a dar yo como vuelvas a beber así, idiota - dijo mi hermano mayor y fue hasta una habitación junto con la chica que estaba al lado de la sala - Ven, mapache - 

Yo hice caso a su llamada y fui hasta la habitación que resultó ser la cocina. 

- Ella te hará el desayuno, yo me tengo que ir, he quedado con una chati - me sonrío victorioso - Luego vengo a por ti, enano - Me dio un suave cate en la nuca a lo que yo me quejé haciendo un gruñido y a ella le dio un abrazo para luego marcharse. 

- Bueno, vamos a desayunar, Bill - me dijo ella amable y comenzó a preparar unos cereales con leche - cuéntame ¿cómo acabaste así en medio de la calle? - 

- Umm… bebí demasiado… y mi cuerpo no lo soportó - froté mi nuca avergonzado por lo ocurrido - Gracias por ayudarme sin conocerme - 

- Oh, yo sí te conozco, eres tú quien no me conoce - dijo sonriendo y dándome el tazón de cereales - Tu hermano siempre me cuenta cosas de ti, aparte siempre te veo por los pasillos, vas con aires de estrella - rió y se llevó una cucharada a sus labios. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 07, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Bill Kaulitz - One shot Donde viven las historias. Descúbrelo ahora