Tres

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ChanYeol se despertó de madrugada cuando no sintió a KyungSoo a su lado. Posó su brazo en el lado del menor y lo sintió vacío, incluso frío. Debía de haberse levantado hacía mucho.  

Esa tarde cuando llegó, lo halló sentado en la sala, mirando a la nada. Se sentó frente a él, en la mesita de café, y le tocó la mano que reposaba en su rodilla. KyungSoo despertó como si se hallara en un trance, y al verlo le sonrió con suavidad. 

—ChanYeollie... No te escuché llegar, disculpa. —Se adelantó un poco en su asiento y le acunó una mejilla—. Hola —susurró, con una sonrisa cargada de ternura—. ¿Quieres comer? Puedo cocinar algo para ti. —El alto asintió, alegando que comería si lo hacían juntos. El menor asintió. 

KyungSoo había estado algo distraído mientras cocinaba, pero no tuvo accidente alguno. Aunque no hablaron durante la cena, el menor no lució ensimismado. Incluso le hizo algo de conversación después de guardar los platos limpios. Se quedaron hablando un poco, sobre todo del día de Yeol. A la hora de dormir, el menor se abrazó a él y le agradeció que llevara a JongDae. ChanYeol creyó que no lo vería mal de nuevo. 

Pero estaba en la sala, a las dos de la madrugada, mirando por el pequeño ventanal. 

—¿Kyung? —Se acercó a él, despacio, envuelto en el cobertor que usaba para cubrirse del frío. 

—Yeol, ¿te desperté? 

El menor lo miró, preocupado. No había rastro de lágrimas, lo que era bueno, pero había tristeza en sus ojos. ChanYeol se estaba acostumbrando a verlo y eso lo asustaba. Temía que el estado de KyungSoo empeorara con el paso de las semanas, y que sus pensamientos fuesen reales.  

Temía saber que KyungSoo nunca podría amarlo como amó a BaekHyun. 

—No te sentí en la cama —respondió el alto, restregándose un ojo con el dorso de una mano, y sosteniendo el cobertor con la otra—. ¿Todo bien? 

—Sí, yo solo... —Suspiró pesado y vio de nuevo hacia la ventana—. Pensaba demasiado y no podía dormir. 

Ese era otro asunto que preocupaba a ChanYeol: el insomnio de KyungSoo. Desde el accidente de BaekHyun, no había dormido más de cuatro horas al día; había noches en las que ni dormía, como aquella. ChanYeol quería creer que era porque dormía en las tardes, pero sus ojeras estaban bastante oscuras. La idea de que pensara tanto en BaekHyun lo ponía de malas, lo preocupaba y lo atemorizaba demasiado. 

—¿En qué pensabas?  

ChanYeol conocía la respuesta, pero era masoquista. 

—En BaekHyun. 

Agachó la mirada e hizo lo posible para no suspirar porque no quería preocupar al otro.  Él tenía que estar fuerte para KyungSoo, aunque se estuviera desmoronando por dentro. 

—¿Y en qué de él? 

Y era cuando todo se ponía peor. KyungSoo sonreía. Sonreía tan genuino, emocionado, y eso solo destruía más el corazón de ChanYeol y alimentaba sus pensamientos sobre KyungSoo y el poco amor que le tenía. Pero valía la pena porque su pequeño novio sonreía. Entonces le empezaba a hablar sobre las cosas emocionantes que hizo al lado de BaekHyun, de cómo lo hizo reír con algo que le dijo, porque tenía un muy buen humor, o como lo defendía en el instituto cuando lo molestaban por su sexualidad; cómo se le había confesado, o lo nervioso que había estado cuando le presentó a sus padres. Le contaba tantas cosas y de manera tan entusiasta, que ChanYeol ignoraba el dolor y los celos que aquellas palabras le provocaban, y se dedicaba a pararse tras KyungSoo, a pegarlo a él y envolverlo con sus brazos y el cobertor para cubrirlos del frío que la calefacción no eliminaba del todo. Y lo escuchaba, realmente lo hacía, hasta que el bajo se cansaba y le pedía que volvieran a la cama. 

Ghostin' | ChanSoo / BaekSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora