4. Todo es limón ahora

22 2 0
                                    


Yoongi


Nunca lo quise encontrar, la idea de tener que proteger algo más que mi persona me repugnaba. Lo supe en el momento que me presenté como alfa. Que irónica puede llegar a ser la vida, hay quienes pasan toda su vida buscándolo, lo anhelan con locura; y yo que nunca lo desee lo tengo ahora frente a mis ojos (con un cuchillo en la garganta, eso sí). Sus ojos marrones, casi negros, me miran con desafío. Puedo sentir a través de mi cuchillo como la saliva pasa por su garganta, excitante. Todo es limón ahora. Intento buscar ayuda en Namjoon, pero parece no entender lo que me pasa. Mis pulmones duelen, están tan llenos. ¿Acaso nadie más lo siente? El limón se huele por todo el lugar, no hay nada más.

Mi desconcierto se transforma en furia y la furia se vuelve dolor. Verlo me duele el alma. ¿Será que él no lo nota?

Mírame, necesito que me veas. No, no me evites de esa forma. ¿Por qué no me quieres ver? Me quiero ir, no puedo con tu rechazo.

¿No se sienten solas tus manos también? Necesitas que las sostenga, me necesitas a mí.

No intentes esquivar mi mirada, es imposible. Solo tengo ojos para ti.



- ¿Alguien va a explicar que es lo que está pasando?

- Eso me gustaría saber a mí. ¿Por qué mi hermano estaba en la cárcel y mi hermana desaparecida contigo? – Responde Jin sin soltar su vaso lleno de whisky. Hoseok decide mantener silencio y dejar que Namjoon responda todas nuestras dudas. Lamentablemente nuestro líder parece tan perdido con la situación como nosotros.

- Lo sentimos, debimos decirte quienes éramos en realidad. Pero si lo sabías no ibas a dejar que entremos en la banda. – Habla por primera vez Jisoo, Jungkook sigue con la mirada baja llena de vergüenza y Jimin, ¡Ay Jimin! ¿Por qué sigues sin querer verme?

- De eso no cabe duda. Ahora quiero saber porqué quisieron unirse a nuestra manada sabiendo que somos los rivales más férreos de su padre. ¿Acaso fue un plan de ese maldito? ¿Pretendía arruinarnos desde adentro haciendo pasar a sus hijos como miembros fieles de nuestra banda? ¡Eso es traición! ¿Se creen que no sabemos quien es Jin? El hijo del líder de la puta mafia coreana. Su cara está siempre en los diarios y televisión. – Namjoon está perdiendo los nervios, acusando a los cachorros de traición.

- ¿Miembros de tu manada dijiste...? – Logra preguntar Jin. Su rostro muestra verdadera sorpresa.

- Sí, se unieron oficialmente hace tres meses. Tienen la marca.

- Pero eso no se puede borrar, nunca. ¡Oh, por dios! ¿Qué vamos a hacer ahora? – Jin se para violentamente y empieza a caminar de un lado a otro. Jimin se limita a ver a Jungkook y Jisoo con rabia.



Tres meses atrás se realizaba la ceremonia donde Namjoon marcaba a los cachorros para darles la bienvenida oficial a la manada. Ya eran parte de nosotros. No se pueden ir, no nos pueden abandonar. La marca es irrevocable, ellos lo sabían. Todo el mundo lo hace. Una vez que el líder de una manada te marca no hay marcha atrás. La unión es tan fuerte que, si intentas alejarte mueres lenta y dolorosamente. Ahora somos más que familia.



- ¿Él lo sabe? ¿Jisoo, él sabe lo que hicieron? – Pregunta finalmente Jimin, mira a su hermana gemela alarmado.

- No lo sé, de verdad no lo se Jimin.

- Oh, estoy seguro que lo sabe. Ese hijo de puta no los va a dejar irse tan fácil. Hicieron una declaración de guerra. Él va a venir por nosotros, y por ustedes también. – Al fin decide dirigir sus preciosos ojos a mí, y lo que veo no me gusta nada.

- Esto no fue ningún plan, lo juro Namjoon. Fue una tontería de niños que se convirtió en más. Nunca quisimos ser parte de la manada por mi padre. Mis hermanos no sabían lo que hacíamos. Por favor tienes que creerme, esto no es ninguna traición. – Jungkook le implora a Namjoon, se arrodilla frente a él cual súbdito al rey.

- Bueno, supongo que también es culpa mía por confiarme tanto. Tendría que haberlos investigado, ¡pero se veían tan tiernos! Quien iba a pensar que son hijos del mafioso más poderoso del país, si su único hijo conocido es Jin, uno de los abogados con mayor prestigio. Cuando lo vi por primera vez no lo reconocí, pero ahora todo tiene sentido. – Comenta Namjoon restándole importancia. Nos están traicionando y a él parece no importarle. Jimin se aleja con su teléfono en la mano dirigiéndome una mirada de disculpa. No entiendo nada.

- Tenemos que irnos, ahora. – Jimin tira su teléfono al piso. Saca el chip y se dirige a la cocina. Se siente una pequeña explosión y olor a plástico quemado producto del chip prendido fuego en el microondas.

- Jimin, estás exagerando. – Jisoo intenta calmarlo. Jin deja de caminar por el salón y maldiciendo sigue el mismo procedimiento que su hermano. Desaparece por las escaleras rápidamente sin dejar de insultar.

- ¿A ti te parece que exagero Jisoo? Ese maldito acaba de prender fuego mi casa. Ahora viene hacia acá. No tenemos tiempo. – Jimin me mira alarmado pidiendo mi ayuda.

- ¿Pero como es posible que sepa que estamos aquí? – Hoseok se levanta desconfiado pero listo para salir por la puerta.

- Seguramente lo llamaron desde la cárcel antes de llamarlos a ustedes. Tiene lógica que hayan llamado al padre antes que a los hermanos. Supongo que esa era tu casa señuelo. – Namjoon se pone de pie también seguido de Taehyung que estuvo sorprendentemente muy silencioso durante toda la reunión.

- No, esta es la casa señuelo. – Jin baja de las escaleras con dos bolsos gigantes, le da uno a Jimin sin siquiera verlo y agrega. – Yo soy el señuelo. El hermano que llama la atención y la desvía de ellos. Si fue a donde vive Jimin es porque él en verdad pensaba que estábamos allí. Ahora piensa que todos nos unimos a su banda. No hay nada que podamos hacer.

- Podríamos pelear, somos la manada más sanguinaria del país. No le tenemos miedo a un poco de fuego.

- ¡A ver si lo entiendes niño! – Jin le grita a Hoseok exasperado. – Prendió fuego la casa porque no estábamos ahí, en serio parece que estas dentro de este mundo hace dos días. Si ustedes se quieren quedar a ser despellejados vivos no es mi problema, yo me voy.

- Vengan con nosotros, ahora nos persigue a todos por igual. Y ya piensa que están dentro de nuestra banda. No hay mucho que podamos hacer. Nunca encontró nuestro lugar, al fin y al cabo. – Namjoon dice atropellando sus propias palabras, agarra a Jin por el brazo y lo mira inquisitivamente.

Jimin me dedica una pequeña mirada vergonzosa. Sus pequeños ojos están dilatados como los de un cachorro. Vuelvo a aspirar el agradable aroma a limón, estoy perdido.

- Vamos. En casa van a terminar de explicarlo, esto no se queda así– Es lo único que puedo decir y salgo por la puerta seguido de los hermanos y mi manada. 

BULLETPROOF | BTS | OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora