Modern Love (IzuOcha)

Día común... tal vez no tanto

Elegir a Ochako fue de las mejores decisiones que Izuku pudo haber tomado, todos los días, al salir de su habitación, podía toparse con ella, esperándolo pacientemente, su angelical rostro le aceleraba el corazón, cada mañana, tomaba sus mejillas y la besaba como si fuera la última vez que la vería, el sonrojo en ambos era más que evidente, pero les gustaba, Uraraka colocaba sus manos detrás del cuello del peliverde y le regresaba el beso, cabe agregar que los besos que se daban estaban llenos de amor, después de esa sesión corta pero fugazmente amorosa de besos, corrían a su salón de clases, pues con todos esos besos perdían la noción del tiempo, (para llegar a tiempo, Izuku cargaba a Uraraka en sus brazos y, usando el OFA, lograban llegar a su aula), después de las largas y algo aburridas clases que tenían, se sentaban juntos en el almuerzo, antes de reunirse con sus amigos, en el pasillo, volvían a besarse cariñosamente, obviamente se habían vuelto adictos a los labios del otro, en palabras de Uraraka: Los labios de Izuku sabían a menta, en palabras de Izuku: Los labios de Uraraka sabían a café y chocolate, una delicia para él, sin duda, después de alrededor de 5 minutos de intensos besos, llegaban a la mesa donde solían comer y divertirse con sus amigos, bromas picaronas de parte de Ashido, regaños de Iida, risas de los demás, todo se había vuelto cotidiano para ellos, duraron así alrededor de un año, al cabo de ese año, se separaron. Uraraka e Izuku no se volvieron a ver hasta mucho tiempo después. ¿La razón? Uraraka, después de acabar las pasantías en las que se logró vencer a Overhaul, fue propuesta por Aizawa para estudiar en el extranjero. Izuku, al oír dicha noticia, maldijo a su sensei, se maldijo a si mismo, a la vida, pero sobre todo, a Uraraka. ¿Acaso sus sentimientos no importaban? Sabía que estaba siendo egoísta y estúpido, pero no podía evitarlo, se enamoro profundamente de ella, y ahora quería dejarlo, probablemente su relación no estaría tan firme como antes, tal vez ella encontraría a alguien más en la escuela del extranjero, Izuku no se hacía a la idea de que ella ya no lo querría, apenas supo de la noticia, dejo de hablar con Uraraka, se portaba más distante y frío, no solo con ella, si no con todo aquel que le hablara, dejó a todo el mundo desconcertado, pero no tanto como a Uraraka. ¿Que le estaba sucediendo a Izuku? Intentó que le volviera a hablar, pero no lo logró, también quiso tomar valor y decirle que por él, jamás volvería a separarse, pero, nuevamente, falló, desde ese entonces, no se perdono a si misma por no intentar.

Finalmente, el día en que Uraraka se iría, había llegado, Aizawa le dijo a sus retoños que debían despedirse de la castaña, Uraraka contestaba sin pensar a las muestras de afecto que le daban sus compañeros, buscaba desesperadamente a Izuku, lo diviso a la distancia, se acercó a él, y lo besó, este mismo se notó sorprendido por su acción, pero solo se limitó a sonreírle tristemente, le deseo toda la suerte del mundo, le explicó porque estaba tan distante y frío, pensaba como decirle que no estaba seguro que sería de él después de ese día, que probablemente encontraría a alguien mejor en su otra academia, que se sentía feliz por todo el tiempo que pasaron juntos, pero que era hora de separarse, con lágrimas en los ojos, Uraraka intentó replicarle que ni nada ni nadie le impediría seguirlo amando, pero el peliverde la calló con un beso, un beso triste, silencioso y amargo. Minutos después, Uraraka ya estaba en el avión, la tristeza se apoderó de ella, veía como todo lo que más quería se quedaba atrás. Incluído aquel peliverde que, años después, la seguiría amando