Capítulo 6

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El oficial Xiao XingChen se despertó con el olor a comida y un sonriente Xue Yang sentado junto a la cama con una bandeja.

—Come. —XingChen se sentó en la cama suave, con los pies encadenados a los postes de la cama.

—¿Cuándo me dejarás ir? —Xue Yang no respondió, la sonrisa aún plasmada en su rostro.

—La comida se enfriará si sigues hablando. —Empujó la bandeja hacia su cautivo.

Xiao XingChen miró el plato de gachas con sentimientos encontrados. Era la misma papilla que Xiao XingChen haría para Xue Yang cada vez que este último se enfermara. Levantando la cuchara, el cautivo tomó un pequeño bocado. Sabía casi a lo mismo también.

—Lo siento, probablemente no sabe igual a lo que solías hacerme. —Xiao XingChen se volvió para mirar a su antiguo compañero de escuela.

—Xue Yang. ¿Qué es lo que quieres de mí?

Xue Yang extendió una mano, acariciando la cara del hombre suavemente. Xiao XingChen no lo evadió. Su corazón dio un vuelco ante el gesto.

—Xue Yang, ¿estás enamorado de mí? —Tenía que preguntar.

Xiao XingChen había perdido la noción del tiempo siendo cautivo, obligado a soportar la humillación por las manos de Xue Yang. Habia habido momentos en que el hombre había sido amable con él, esos suaves besos y toques eran casi como los de un amante, y Xiao XingChen había esperado que tal vez fuera más que la simple "venganza" que Xue Yang había afirmado que era.

El oficial había tomado represalias al principio, cuando las drogas desaparecieron por primera vez. Había pateado y destrozado, enojando a su captor que había procedido a castigarlo.

Xiao XingChen tuvo un 'juguete' forzado en su agujero mientras lo obligaban a ver la grabación de su libertinaje por la influencia de la droga. Fue una experiencia horrible ya que su cuerpo reaccionó a él, a pesar de decirse a sí mismo que no lo quería.

—Mírese~ —Las burlas de Xue Yang empeoraron cuando llegó al clímax solo con el "juguete". —Su cuerpo es tan honesto, oficial.

Desde entonces, Xue Yang había utilizado múltiples métodos para romperlo sin el uso de drogas. Xiao XingChen finalmente cedió, cerrando su mente, dejándose llevar por el placer.

Siempre había asumido que era la elaborada forma de venganza de Xue Yang, pero cuanto más se unían sus cuerpos, Xiao XingChen comenzó a preguntarse cada vez más...

—¿Estas enamorado de mi? —Preguntó nuevamente, notando que Xue Yang se había quedado en silencio. Xue Yang sonrió, mostrando sus colmillos.

—¿Y si lo estoy, que? ¿Vas a usar esta debilidad mía y pedirme que te deje ir?

Xiao XingChen miró al hombre, notando que tenía los puños cerrados y los hombros temblorosos.

—Xiao XingChen, ni siquiera pienses que...

El oficial lo interrumpió cuando lo besó. Los ojos de Xue Yang se abrieron antes de relajarse lentamente en el brusco beso. Xiao XingChen tenía sus brazos alrededor del cuello del hombre mientras profundizaba el beso. La cama crujió cuando Xue Yang empujó al oficial con él.

Era la primera vez que Xiao XingChen tomaba la iniciativa. Por supuesto que habían hecho más cosas allá de besarse; pero ese beso era especial: era una carta de amor perdida de hace años.

Las manos de Xiao XingChen se movieron para quitar la camisa de Xue Yang, queriendo más. Se habían alejado cuando Xue Yang observó al oficial toquetear los botones, tratando de desnudar a Xue Yang.

Xiao XingChen no había llevado nada puesto en todo este tiempo: había estado desnudo todo el tiempo desde su cautiverio, aunque de vez en cuando Xue Yang lo dejaba usar algo, un medio para satisfacer sus propios gustos de ver a XingChen usando un collar, un delantal, uniformes y demás de acuerdo a sus gustos. Pero la mayoría de las veces, XingChen estaba cubierto con sábanas.

Finalmente terminó de desabotonar la camisa, Xiao XingChen miró directamente a Xue Yang.

—¿Desde cuando? —Le preguntó a su captor.

El corazón de Xue Yang latía tan rápido por la intensidad de la mirada. Besó al oficial sin querer responder la pregunta. Hay un dicho que dice que el primero en enamorarse pierde. Y a Xue Yang no le gustaba perder ni un poco.Sus manos recorrían el cuerpo de XingChen, pellizcando los puntos sensibles. Xiao XingChen gimió en el beso.

—Tú primero. —Xue Yang susurró seductoramente.

—De-desde... Ngh... —Xiao XingChen se mordió el labio y volvió la cabeza. Una mano se movió para agarrar la muñeca de Xue Yang. —Yo pregunté primero.

—Tsk... —Xue Yang cambió su mirada. —Bueno... cuando cocinaste el pollo agridulce para mí y dije que no era lo suficientemente dulce. Y estúpidamente fuiste y ajustaste la receta. Realmente pensé que eras un idiota en ese entonces. Un santo ingenuo, pero en ese entonces estabas sonriendo tanto. —Estaba hablando muy rápido y murmurando, esperando que XingChen no entendiera. —¡Definitivamente me sedujiste a propósito! —Soltó su acusación, luciendo un tanto triunfante. —Tratándome tan bien. Dándome dulces e incluso cocinando para mí. Definitivamente tenías sentimientos inapropiados hacia mí en ese entonces.

—Pffft! ¡Jajajaja!

—¡¿De qué te estás riendo?!

Xiao XingChen respiró hondo, tratando de detenerse. Extendió una mano para acariciar la cara de Xue Yang.

—Te tomó mucho tiempo darte cuenta, ¿eh? —Xue Yang parpadeó, totalmente atónito. —Sí, te estaba seduciendo desde el principio. Pffft... —Xiao XingChen continuó: —Dicen que el camino hacia el corazón de un hombre es... —Pasó un dedo desde el pecho de Xue Yang hasta su estómago. —A través de su estómago. Pffft ... Jajajaja...

Se reía incontrolablemente de su terrible intento de coquetear. Xue Yang levantó una ceja mientras dejaba caer su peso sobre el oficial inmovilizandolo. Luego mordió la oreja de XingChen.

—Supongo que tendrás que responsabilizarte por eso, ¿eh? —Xiao XingChen tembló, finalmente ya no se rió. Las manos de Xue Yang continuaron moviéndose alrededor de su cuerpo, ganándose varios gemidos.

—Ngh... más... —Xiao XingChen lo estaba invitando, separando sus propias piernas.

Xue Yang sintió que estaba a punto de volverse loco. Nunca antes había visto a Xiao XingChen como suyo, incluso cuando estaba drogado. Tenía muchas ganas de zambullirse, pero temía lastimar al hombre. Entonces intentó con un dedo primero.

Mojado. Xiao XingChen todavía estaba mojado de su sesión anterior. Haciendo sonidos de chapoteo. Xiao XingChen dejó escapar un jadeo agudo cuando el dedo rozó su punto sacudiendo su espalda. Xue Yang tragó saliva, incapaz de contenerse más mientras empujaba su miembro dolorosamente duro.

Su acto sexual duró horas, al final, ambos estaban totalmente gastados.Xue Yang sonrió mirando a Xiao XingChen con los ojos entrecerrados.El sueño pronto se hizo cargo. Pero nunca esperó despertar en una cama vacía. Con grilletes que mostraban signos de haber sido forzados a abrirse...

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NOTA: Lamento decir que hasta ahora es todo lo que hay de esta historia pero aunque es muy corta, realmente me encantaba y necesitaba traducirla, si la autora llega a subir algo más algún día, la actualizare.

Una historia de amor de sangre de perroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora