𝘯𝘪 (二); 𝘧𝘪𝘯𝘥𝘪𝘯𝘨 𝘧𝘢𝘤𝘦𝘴

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YoungJae no podía dejar de pensar en aquellos alfas. O más bien dicho, en el alfa de ojos pequeños que sonreía adorablemente. Claro que no sabía su nombre y apenas tenía un boceto de su rostro, pero a él le bastó para hundirse en fantasías y en ensoñaciones ridículas que se tienen cuando uno se siente atraído por alguien. Aunque no quisiera reconocerlo.

El profesor seguía explicando algo acerca de un examen, pero la mirada del omega estaba fija en aquel boceto. Mordía el borrador de su lápiz tratando de recordar los detalles de aquel rostro. Cabe mencionar que al omega no le gustaba dejar nada sin terminar, y menos un dibujo. Estaba tan ensimismado, que ignoró el hecho de que el timbre sonaba constantemente.

—Jae, ya es hora del recreo —Kunpimook avisó al más bajo zarandeándolo.

—¿Uh? —YoungJae abandonó su trance— ¿Tan rápido?

—Has estado muy distraído —Bam acarició su mentón— ¡Y ayer no contestaste mis mensajes!

Como un niño pequeño, el peliblanco infló las mejillas, se cruzó de brazos abultando su labio inferior a modo de berrinche. YoungJae tomó el puente de su nariz entre sus dedos índice y pulgar con cansancio, respiró profundo. No estaba de humor y todos pensamientos giraban en torno a una cosa: terminar aquel dibujo.

—Bam, ayer no me sentía bien, así que llegué a casa, ni siquiera me quité el uniforme y me quedé dormido junto a la ventana. Lo siento —explicó mientras dejaban atrás el salón.

—Oh Jae... —repuso abrazando a YoungJae por encima de sus hombros— ¿Todo bien?

—Sí, solo necesitaba un rato a solas, para pensar, eso es todo.

—Entiendo, lo siento.

YoungJae tomó sus cosas del escritorio, suspirando mientras dejaba que su mejor amigo lo rodeara con el brazo.

—¿Y qué me dices del dibujo? ¿Es ese artista del que hablas tanto? ¿Cómo era...?

—No, no es JinJin. ¿Y qué sabes tú del dibujo? —interrogó con vistosa desconfianza.

—Estuviste toda la clase viéndolo, parecías un desquiciado. Todos se dieron cuenta.

Los amigos ingresaron a la cafetería, BamBam como era usual, llevaba ambas bandejas, pero a diferencia de otros días, YoungJae escondía su cabeza entre los cuadernos y papeles sueltos que llevaba entre sus brazos. Estaba un poco avergonzado de que todos supieran de ese dibujo, porque para él, era más que un dibujo. O tal vez, sólo era un dibujo, pero que contenía un pedazo de su alma, aunque claro, eso no iba a decírselo a nadie.

—¿Entonces? —las bandejas eran llenadas por los trabajadores del local, conforme indicaba el tailandés, en sincronía con el murmullo de los estudiantes que ya ocupaban sus mesas, conversando o comiendo— ¿Quién es el del dibujo?

—No sé.

Suspiró frustrado y bastante amargado. Como pudo, tomó la bandeja con su blog en mano y los apuntes de su clase anterior, caminando detrás del peliblanco.

—¿Cómo hiciste? ¿Buscaste fotos aleatorias por internet y el más bonito que apareció lo dibujaste?

—Ojalá hubiese sido eso —YoungJae tomó asiento, su amigo le siguió— De esa forma hubiese podido terminar.

Luego de acomodar todos sus papeles en la mesa, el pelinegro tomó el lápiz que, en algún punto del trayecto entre el aula y la cafetería, colocó detrás de su oreja. Estaba casi que masticando el borrador, en un intento por recordar el rostro.

Lo tenía ahí, impreso en su retina, pero no podía verlo.

—Si ibas a comerte el borrador del lápiz, me hubieras avisado y no te compro almuerzo —soltó burlón, sacando a YoungJae de sus pensamientos.

—Lo siento —se disculpó, guardando el lápiz en su bolso, para dedicarse a comer— Este dibujo me tiene ansioso.

Ambos omegas rieron con ligereza, comenzando a engullir la comida frente a ellos.

—¿...Y entonces? —articuló torpe el tailandés, por la cantidad absurda de comida que tenía en la boca.

—No empieces a hablar con la boca llena. Pareces una ardilla —YoungJae tomó un bocado, para tragarlo sin masticar antes—. Te contaré lo del dibujo, pero promete que no se lo dirás a nadie.

—Me estás pidiendo mucho —gimoteó el menor, zapateando, como haciendo una rabieta.

—¿A quién se lo vas a decir? —YoungJae enarcó una ceja.

—A YuGyeom. Y a... Nadie más, sabes que es mi único amigo.

—Está bien.

YoungJae asintió dos veces con la cabeza, mordiendo un pedazo de pan. Miraba su bandeja, algo perdido.

—¡BamBam hyung! ¡YoungJae hyung!

La voz chillona del beta los sacó de lugar, haciendo que se sobresaltaran.

—YuGyeom, no grites.

—Es que... ¡Mark hyung me presentó a mí crush! —El menor de todos se sentó en frente de sus amigos, dando pequeños saltos.

—Si, pero... A todas estas, ¿Quién es tu crush? —Preguntó con cierto desinterés YoungJae.

—Ahí viene. —susurró YuGyeom con cautela, señalando con su mirada hacia las escaleras.

YoungJae subió su vista de la bandeja para mirar a cuatro chicos. Claramente alfas, tenían un olor imponente, tanto así que era difícil decir cuál era de cada uno. Bromeaban de algún tema tonto, mientras llevaban sus bandejas en la mano.

Y ahí estaba, ojos perfectamente rasgados, una sonrisa blanca y radiante. Sus hombros anchos combinaban con su musculatura notable pero no exagerada, que se escondía debajo del holgado uniforme. Su cabello azabache, los pequeños lunares debajo de sus cejas perfectas.

YoungJae se ahogó con su pollo, mientras parecía que el mundo se detenía para girar alrededor del alfa que caminaba despreocupado, al cual observaba como si fuera un espanto o una aparición, temiendo que con cualquier pestañeo pudiese desaparecer.

—Y... ¿Cuál de ellos es tu crush? —interrogó BamBam con algo de fascinación mientras engullía su arroz.

—El que parece profesor —respondió con la voz más aguda de lo normal, producto de los latidos desbocados de su corazón.

—Uhm, Se llama JinYoung, ¿no?

—Sí, el que está sentado al lado se llama JB. Es su mejor amigo. —agregó, tomando una papa dulce para darle un mordisco.

—¿Se llama así?

—Le dicen así.

YoungJae, quien había permanecido callado en todo momento, sólo mirándolo, tomó su bandeja y la alejó, para luego sacar sus pertenencias y volver a ver su dibujo incompleto.

❝Es mi oportunidad...❞ Se dijo, con el corazón latiendo a mil por hora, mientras sentía sus manos temblar con cada uno de los trazos que hacía sobre el papel.


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diganme que la espera valió la pena o lloro. ㅠㅠ

—アヴリル

𝘵𝘩𝘳𝘰𝘶𝘨𝘩 𝘨𝘭𝘢𝘴𝘴 (窓から) || 𝘵𝘸𝘰𝘫𝘢𝘦 ⁽ᶜᵒʳʳⁱᵍⁱᵉⁿᵈᵒ⁾Where stories live. Discover now