[| Un Ángel Llora |] ( Tsunae )

Capítulo 2. Conociéndose

Ya con 18 años Tsubasa sigue siendo víctima del recuerdo de su violación, las cosas no han cambiado apesar de los intentos de su madre, su padre murió hace unos años atrás asique también tuvo que enfrentar la dolorosa perdída de su papá esto no ha sido fácil para él su mamá lo llevó con diferentes psiquiatras y doctores También con psicólogos y nada ninguno a logrado cambios buenos en él.

Natsuko se estaba dando por vencida hasta que una amiga le recomendó que llevase a Tsubasa con una psicóloga que es muy buena y reconocida, Natsuko al principio se negó pues tiene la idea de que nadie podría hacer sentir mejor a su hijo pero su amiga insistió al final ella terminó aceptando diciendo que no se pierde nada con intentarlo.
Tsubasa no quería pero su madre insistió tanto que a él no le quedó de otra que asistir a la cita de mala gana claro.

- Buenos días Tsubasa.

- Buenos días.- Respondió  secamente

- Mi nombre es Sanae encantada de conocerte.

- Bueno dígame rápido lo que me tiene que decir para irme ya.- Sanae se sorprendió por la actitud del chico pero aún así esta dispuesta a ayudarlo.

- Estamos aquí para hablar sobre lo que te pasó hace 10 años.

- Usted que sabe de mi vida.

- No mucho solo lo que tu madre me platicó antes de que pasaras.

- A mí no me ha pasado nada.

- Te equivocas se muy bien lo que te hicieron.

- A usted le importa?

- Por supuesto, mi trabajo es lograr que las personas con traumas o problemas mentales logren superar sus problemas y salir adelante.

- No debería importarle lo que me haya pasado.

- Mirá, sé que eso que viviste no fue algo lindo para nada y no se lo deseo ni al peor de mis enemigos pero necesito que tengas confianza y me cuentes todo con detalle solo así podré ayudarte.

- No me interesa recibir ayuda por parte de nadie y mucho menos de una extraña.

- Tsubasa esto es por tu bien yo podría ayudarte pero si no colaboras no será posible.

- Yo no necesito ayuda de nadie, no quería venir para empezar,mi mamá me obligó.

- Ella lo hace por tu bien quiere que el recuerdo de esa violación ya no te persiga más quiere que vivas en paz pero sobre todo que vuelvas a sonreír.

- No lo creo..
No creo que pueda volver a sonreír nunca, ese día lo perdí todo..- Sanae puso su mano encima de la Tsubasa.

- Yo estoy aquí para que dejes de sufrir, y no descansaré hasta que vuelvas a ser feliz.- lágrimas cayeron por los ojos de Tsubasa Sanae es la segunda persona que le dice eso, la primera fue su madre, los únicos que siguen al lado de Tsubasa son Ishizaki Taro y Genzo, los demás se alejaron de él porqué les da vergüenza tener un amigo que fue abusado sienten que no es alguien normal que ya no es lo mismo de antes y hacen como si nunca lo hubieran conocido.

Tsubasa se la pasa llorando ese recuerdo lo ataca siempre no lo deja en paz aún siente dolor incluso físico aunque hayan pasado años él lo sigue sintiendo como si estuviera pasando otra vez Tsubasa se olvidó de su sueño de ser un futbolista profesional para siempre sus sueños sus ilusiones y sus metas fueron destruidas ya no queda nada por lo que él pueda luchar para él, la vida no tiene sentido ya, se rindió.

Un día que Tsubasa estaba con la psicóloga en el consultorio, ella se fue por unos momentos y al volver vió sangre brotando por las muñecas de Tsubasa.

- Tsubasa que hiciste!.- Ella rápido fue por unas vendas y un parche trató las heridas y dejó bien vendado todo, limpió el piso y luego ayudó a Tsubasa a lavarse las manos que estaban manchadas de ese líquido escarlata.

- Tsubasa por qué lo hiciste.

- ....- los ojos de Tsubasa estaban de la siguiente manera

No expresaban nada más que un inmenso vacío, Sanae no se pudo contener por más tiempo y lo abrazo poniendo su cabeza en su pecho para así darle calor.

- No pienso abandonarte como lo han hecho los demás yo estaré siempre para tí.- Tsubasa levantó lentamente su mano y la guió hacia el brazo de la chica y la apoyo ahí pronto comenzó a llorar. Más tarde Sanae acompaño a Tsubasa a su casa ella entró con él para no dejarlo sólo llegó la señora Ozora y al ver las muñecas de su hijo se preocupó al instante.

- Tsubasa intentó quitarse la vida señora Ozora.

- Dios mío.

- Pero gracias a Dios no le pasó nada y le pude vendar sus heridas le recomiendo que le deje las vendas durante 3 semanas para ver si las heridas cicatrizan.

- Se lo agradezco, por preocuparse por mi hijo.

- No hay de que señora, nos vemos Tsubasa cuídate y no te olvides de lo que hablamos.- Dijo ella viéndolo, y se retiró.