《I'ᴍ ʏᴇʀ ᴅᴀᴅ》국민 [𝐊𝐨𝐨𝐤𝐦𝐢𝐧]ᵃᵘ

[Sᴜᴄᴋ ᴍʏ ᴅɪᴄᴋ ɪɴ ᴍʏ ғᴀsᴛ ᴄᴀʀ]

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Jungkook ya había llegado a casa de su novia cuando guardó su celular. Tocó el timbre y se dejó ver tras la puerta a una hermosa pelinegra en lencería. Jeon estaba más que estupefacto con la erótica vista, aquello que utilizaba la chica solamente enmarcaba más sus atributos y su fina cintura, Jungkook babeó al instante y parpadeó, ¿De verdad hoy se comería todo eso?

–Kookie~, ¿Solo te vas a quedar mirando o qué? -resonó la chica desde la casa. Por parte de Jungkook solo cerró la puerta y se limitó a estampar sus labios con los de ella. Habrían sido las hormonas revoloteando en su interior o la hermosa escena de la figura de su novia, pero frente a sus ojos, este ya se había puesto demasiado duro.

Besos, estocadas, gemidos; solo dos chicos divirtiéndose y entregándose al placer era lo que se podía escuchar en toda la habitación de aquella chica.

–O-Oh, por fin... -Jeon soltó un gemido ronco al aire y terminó corriéndose en la parte trasera de su acompañante. Los dos quedaron acostados en la cama con las respiraciones irregulares y cuerpos sudorosos, Jungkook trató de salir con cuidado de el interior de su novia, a la par que en un movimiento rápido también se deshacía del preservativo y lo amarraba haciéndole un pequeño nudillo para luego desecharlo.

–JiEun, ¿E-Ese perro grande de quién es? -habló entrecortado mientras trataba de alejarse del enorme canino.

El perro literalmente era demasiado grande, ojos medianos, y largas orejas que se le caían por la cara, patas pesadas.– Oh, te refieres a Yang, es el perro de Dahyun, lo dejó aquí unos días porque ella salió de viaje. -Dijo la chica mirando al canino con ternura.

–¿De tu hermana? E-Es que me mira como si me fuese a comer -dijo Jungkook y se empezó a levantar de la cama con cuidado para intentar calmarlo, se acercó lentamente hasta este, sonrió y pasó sus manos con suavidad por la cabeza del animal.

–No tengas miedo, es inofens—

–¡Perro de mierda! ¡Ay, carajo, mis huevos! -empezó a gritar en sollozos, sí, solo a él le pasaba eso, que un San bernardo le muerda el pene.

JiEun empezó a reír al ver a su novio tapar su miembro, hasta que paró cuando Jeon empezó a llorar. Se levantó de la cama y se acercó hasta el canino que yacía acostado en su camita.
–Yang, eso estuvo muy mal, mira nada más como dejaste a Kookie.- la joven volvió a reír y regresó a ayudar a Jungkook.

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