Corriendo por el oscuro bosque, la cara de Mía sólo reflejaba su temor y desesperación mientras huía de algo que no había llegado a ver, pero sólo con su presencia pudo intuir que no tenía buenas intenciones. La mirada desviada hacia sus espaldas le impedía saber por donde estaba caminando, así que buscó a tientas su paso entre los robustos pinos escarchados, reflejantes del intenso frío que se prometía para ese invierno. Luego de hilachar sus ropas y arrancarse un par de mechones que se fueron enganchando en la travesía recién realizada por entre cortezas de árbol, decidió tomarse unos minutos para recuperar el aire. Cuando se sentó, pudo visualizar por fin lo que tanto había ansiado, la salida, la solución a sus problemas la vuelta a su mundo real.
*Mía* *Mía, ya vuelve cariño. Todos te extrañamos demasiado*
Las tortuosas voces, de lo que parecían ser sus padres, las cuales se repetían una y otra vez causándole un nudo en el pecho casi incontrolable, estaban llamándola desde lo lejos. Desde la salida. Desde la..
-Mía, ya despierta, son las 6:00pm. Te traje algo para comer.-
Ciro sacó un combo de hamburguesas; triple carne con queso extra y, obviamente, mayonesa y ketchup para acompañar, tal como a ella le gustaba.
Mirando con un sólo ojo se revolcó en la cama, tapándose con sus frazadas y estirándose. Nuria maulló y se levanto quejumbrosa en respuesta a una patada recibida.
-Perdón amor.- Dijo ella en contestación a su gata.
-¿No hay buenos días para mi?- Protestó Ciro al ver que un gato recibía más cariño que él.
Mía rió y se acercó a él, tomándolo de los brazos y haciendo fuerza para atraerlo a la cama con ella. Unos besos y risas terminaron en ella sobre sus espaldas suspirando.
-Otra vez tuve ese sueño. Me refiero, nunca es el mismo sueño, pero siempre el mismo lugar. Y siempre tengo esa sensación de vacío, de que me falta algo, como si tuviera que descubrir la verdad- Hizo ademán con la mano para arriba en forma de puño, como simbolizando la importancia de "la verdad"-
-Cariño me gusta que estés un poco loca, pero tu insistencia con éste tema ya me está pareciendo un poco preocupante.-
Ella revoleo los ojos y se levantó, en busca de su comida.
-Vos no entendés porque no lo sentís. Mi conexión con ese lugar en mis sueños... pareciera como si fuese una historia que voy recordando de a poco. Es demasiado real, es como si fuera otra vida.- dio un mordisco a su hamburguesa.- Quizás debería ir con alguien que sepa y preguntarle, un..-
-¿Psiquiatra?- interrumpió él riendo, ganándose un puñetazo en el brazo, que claro, apenas sintió.
-No, idiota, me refiero a alguien como un brujo.- levantó sus cejas y sonrió demostrándole emoción.
Él se sentó junto a ella y tomó su hamburguesa.
-No sé, ya te dije que no creo en la "magia".- Marcando con sus manos y un tono incrédulo en la palabra magia.
-Bueno.- Dijo ella levantándose- Entonces tendré que buscar mis respuestas sola.- Fue hasta su ropero mientras terminaba la hamburguesa. Él se levanto tras de ella, siguiéndola con su bebida en la mano.
-¿A donde vas?.- preguntó observándola mientras se vestía con sus camperas más abrigadas y un gorrito, ya que afuera estaba helando.-
-Voy a dar una vuelta.- Dicho ésto, tomo su mochila y salió del apartamento dejando a un Ciro confundido dentro de el.
Riendo fue hasta el ascensor de su edificio. Sacó su celular, distraída, y comenzó a usarlo mientras esperaba
*Mensaje de Iris*
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Beso amargo
Teen Fiction¿Será que viví siempre ignorando mi necesidad de conocerlo? ¿O será quizás que eso quiere que crea? Sus ojos penetrantes insistían en sostenerme la mirada, y ahí fue cuando supe, que yo ya estaba perdida en él.