- Me gusta tu sonrisa, Tadashiin - dijo Sora de la nada mientras sonreía.
- La sonrisa es mía, pero el motivo eres tú - susurró mientras se llevaba la mano a la nuca.
Sora moriría de ternura.
- Ahora dame tu boca, me la quiero comer con tu sonrisa...
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Eres el ketchup de mis papas fritas
Corriendo, si, corriendo fue como llegó el primer día de clase; nada nuevo para Aoi Sora. Era una completa despistada con los horarios, quien le tenía al tanto con ello siempre fue Nakamura Kanaye, aquel amigo de secundaria que siempre estaba dispuesto a ayudarla.
Pero ahora era diferente.
Nakamura no iría a la misma preparatoria que Sora, él sí había pensado en su futuro y ahora se encontraba en la imponente secundaria Furukodani, la mejor de la prefectura de Tokio.
Y Sora, bueno, había ido a la preparatoria Karasuno porque había oído de un excelente entrenador en patinaje sobre hielo en la prefectura de Miyagi; como decía su madre, había echado su futuro por el retrete solo por seguir con el patinaje sobre hielo.
Pero no podía cambiar el pasado, ya estaba ahí frente a la preparatoria Karasuno esperando poder encontrar a aquel entrenador del cual tanto le hablaba su antiguo entrenador.
No lo negaría, el patinaje sobre hielo era su pasión, y lo demostraba en sus presentaciones, cada una con su esencia, cada uno con sentimiento y emociones; Aoi Sora apuntaba a ser una de las mejores patinadoras artísticas sobre hielo.
Ya había relucido en secundaria, junto a Nakamura, habían llegado a la competencia final de todo Japón, la vida sonreía a la pareja proveniente de Kanto. Pero ahora debía abrirse nuevos caminos, solo esperaba que haya alguien con buena técnica como la de Nakamura.
La clase 1-4 se encontraba frente a ella, sin más entró siendo objeto de miradas al ser una de las últimas en llegar al aula, las miradas no eran molestas, ya se había acostumbrado a ellas desde que estaba en la escuela elemental.
Solo que se sentía fuera de contexto, resaltaba mucho sin siquiera intentarlo, se notaba que era citadina.
Se sentó delante de un chico rubio -era su única opción-, y examinó con la mirada a sus nuevos compañeros esperando ver a alguien con el porte de patinador, sin éxito alguno. "Supongo que tendré que esperar" se dijo a sí misma, la paciencia no era una de sus virtudes.
Las clases pasaron volando y pronto ya era hora del almuerzo.
- ¡Eh, Tsukki! - exclamó un chico dirigiéndose al rubio detrás de ella - Iré por un jugo, ¿Quieres que te compre uno también?
- Leche - dijo sin ganas, o así sonaba el de lentes.
Ella también quería un jugo, pero no sabía ni dónde estaban las máquinas expendedoras y no se iba a quedar con las ganas.
- Esto... ¿Podría acompañarte? - dijo mirando al chico azabache con adorables pecas en su rostro - ... Por favor.
- Eh, claro - dijo el chico, se notaba que estaba nervioso.
¿Y cómo no? la chica era bonita, rubia de ojos azules, claramente se notaba que tenía ascendencia extranjera, tal vez Rusa o Inglesa.
Caminaron juntos sin decir nada, Yamaguchi sentía sus mejillas sonrojadas, y si, tenian un leve sonrojo, no era muy popular con las chicas, ese era el trabajo de Tsukishima.
Al llegar a las máquinas Yamaguchi metió el dinero necesario para tres bebidas, tenía que ser un caballero. Presionó para un jugo de naranja y una leche, era su momento para hablar a la chica.
- Em... puedes elegir - dijo dando paso a la vista de la chica, Aoi Sora había oído tras pasar lista en la mañana.
- Gracias - dijo presionando el jugo de naranja.
(N/A: ¿Coincidencia? No lo creo)
Yamaguchi recogió los envases y se disponía a volver con Tsukishima, sin embargo, Aoi le cogió el brazo.
- Espera, ven conmigo - dijo mientras lo jalaba en dirección a la expendedora de snacks - Escoge, yo invito - dijo con una sonrisa.
Las mejillas de Yamaguchi se encendieron una vez más.
- Vamos, escoge - repitió mientras ella escogía unas papas picantes, sin poder negar el peli verde escogió unas papas normales y empezaron a ir.
- Gracias - dijo por lo bajo.
- Gracias a ti por el jugo - dijo emprendiendo camino al aula - Aoi Sora, mucho gusto.
- Yamaguchi Tadashi, el gusto es mío - dijo sonriendo aunque sus nervios seguían presentes.
- Bueno Yamaguchi, eres mi primer amigo en este sitio, así que cuida de mi, por favor - dijo sonriendo la rubia y se paraba delante de él.
- ¿Eh? ¡¿Eh?!
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Halú, soy Steffy, la nueva escritora en wattpad. Les regalo un fanfic del adorable chico de pecas, Yamaguchi Tadashi. Espero que os guste, no olvidéis darle click a la estrellita, cualquier sugerencia u observación siempre es bienvenida.
