- Me gusta tu sonrisa, Tadashiin - dijo Sora de la nada mientras sonreía.
- La sonrisa es mía, pero el motivo eres tú - susurró mientras se llevaba la mano a la nuca.
Sora moriría de ternura.
- Ahora dame tu boca, me la quiero comer con tu sonrisa...
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Solo aquel que sea capaz de superar sus miedos conseguirá ser libre
- ¡Vamos, piruetas de ángel!¡Sin marearse Inoue! - gritaba la entrenadora - ¡Aoi!¡Saltos, quiero ver saltos triple Axel!
- ¡Hai! - respondió, intentando olvidar su miedo. La práctica de Bring me to life que bailaba con su senpai estaba regular, solo por su falta de competencia a la hora de saltar.
Hasta el momento no había logrado pasar de saltos simples, hace casi un año que no había logrado saltos más difíciles, y eso que eran su especialidad. Era de admirarse como el no poder hacer un salto cuádruple había desmoronado sus fundamentos.
- Bien Minamoto - dijo la entrenadora -Aoi ven conmigo, Minamoto luego practicas el mismo programa con Sato.
Sora se puso pálida, no solo porque su entrenadora quería hablar con ella, sino porque pedir a Minamoto que practique con otra persona suponía un posible cambio de parejas.
Y Minamoto Ryo era el único con talento para hacer programas en pareja a comparación con Amane.
- Aoi - dijo la entrenadora - Sé muy bien lo del accidente de hace un año, no te voy a rogar a que vueles como lo hizo el idiota de Ivanov, tienes que entender que un salto cuádruple no es fácil para una chica, pero te voy a pedir que olvides aquel miedo ¿Comprendes? alguien con miedo no sirve para el patinaje. Si no quieres perder tu lugar en el mundo, tienes que olvidar.
"¿Mi lugar en el mundo?" Aoi se estaba desesperando.
- ¡¿Y cómo quiere que haga eso?! - dijo sintiendo sus ojos arder - No es algo fácil lo que me pide, además....
- ¿Desde cuando algo tiene que ser fácil? - dijo la castaña mientras veía a la rubia intentar esconder sus lágrimas - lo mejor de la vida se consigue con esfuerzo, con lágrimas, con sudor.
- Pero...
- Pero para ti, la mejor forma es recordando.
- ¿Eh? - vale, ahora estaba peor que antes, ¿no tenía que olvidar? - ¿Recordar que?
- Descúbrelo tu misma - le dijo con una sonrisa - Porqué no vas a ver las prácticas del equipo de voley.
Dicho esto la empujó hasta que estaba fuera.
"Ni siquiera pude sacar mi chándal" pensó mientras andaba en patines, sintiendo la vergüenza de ser vista al cruzar por el club de atletismo.
La entrenadora la había enviado tal como estaba practicando, en leggins y top corto blanco, ni siquiera tenía zapatillas deportivas, esto era un castigo por no poder saltar.
- Perder mi lugar en el mundo - repitió. ¿Lo estaba perdiendo?¿Cómo lo recuperaría? No lo sabía. El mundo le había dado la bienvenida en trono de oro. Una prodigio del patinaje, eso era, la minina de japón junto con el águila, eso era la pareja Nakamura-Aoi; los prodigios en el Prix Junior, ganando con catorce años el primer lugar de una serie de competiciones internacionales, su debut en nivel senior debía ser el año pasado, pero con su accidente había cortado las alas de Nakamura y ella había sido encerrada en una celda. ¿Dónde quedaron los prodigios?¿Perdieron su lugar en el mundo?
