QUÉDATE

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Alisson

Mis padres viajaron a Italia y curiosamente ellos aún son sobre protectores, no me querían dejar sola, apesar de que estaba el personal de servicio, por lo que hablaron con Arael para que se quedara en mi casa con migo, pero no pudo por lo que dormire en la suya por todo un fin de semana. Ahora estoy acostada en un cuarto de su casa y no puedo dormir, he pasado varias noches en vela debido a que siempre veo una figura masculina que me mira, creo que ya perdí mi cordura me imagino cosas, aveces pareciera que fuera el hermano de Arael pero es imposible, ademas el me odia, no dejo de darle vueltas a las palabras de, él, ¿por que me odia tanto? Me dijo que era una insignificante y como si fuera poco hoy me dijo que solo me aceptaba aquí por la maldita insistencia de su hermana, estuve a punto de irme ya que no pude controlar mis lágrimas, pero Arael me detuvo, no se que le he hecho, creo que mejor bajaré a tomar algo de leche con galletas, si es que encuentro.

• Necesitas algo (esa voz hizo que Dios me temblará todo y peor aún en las fachas que estoy, tengo un pijama de seda blanca, casi transparente de short muy corto, ¿que pensara?, ahora si me odiara aún más, no me imaginé que alguien estuviese despierto a estas horas, son las 3 de la mañana)

• Eh... lo que pasa... eh no... no puedo dormir (respondí muy nerviosa, el tenía los ojos fijos en mi, yo sentia que iba a desmayar) quería... comer algo... pero mejor me voy... perdon

• Quédate (creo que morí, me tomo por la cintura, y quedamos frente a frente con una distancia muy minima) quédate puedo prerarte algo (me susurro cerca de mi boca, pero mejor me separo)

• No es necesario de verdad Sr

• Miguel (por que estamos tan cercas)

• ¿Como? (Pregunto mientras miro sus labios, son, son tan lindos y se ven deliciosos, que me pasa con él)

• Dime Miguel (me responde susurrando cerca de mi oreja, y lo roza con sus labios húmedos). ¿Te pongo nerviosa?

• No... cla... claro que no (lo veo sonreír con picardía)

• ¿Entonces, por que, siento que tu cuerpo tiembla en mis manos? (Me mira los labios)

Miguel

No se que me está pasando, estoy con mis manos sosteniendo su calida cintura, me siento excitado quiero desnudarla y penetrarla aquí en la mesa, quiero besarla, llevo dos semanas desde que la conocí viendola dormir en su habitación, se ve tan tierna joder creo que me volví marica, ¿yo desde cuando digo esas palabras?. No aguanto más, suelto su cintura y le sostengo de sus mejillas, mientras Diooos pruebo esos labios que me torturaban, necesitaba tocarlos, sentirlos, venerarlos, sus labios son dulces, la beso con desesperación, haciendo que nuestras lenguas se encuentren, me siento como si estuviera esperándolos siglos, ¿por que ella me pone así?, es la primera vez que siento una atracción tan grande, no me lo explico, pero ella se aleja joder ¿por que me separa de sus labios?

• Lo... lo... lo siento... esto es un error ( la sostengo de su brazo, ya que se iba a dar a la fuga dejándome así la condenada)

• No te vallas (¡estoy suplicando, pero que estoy haciendo! Lo cierto es que quiero que se quede)

• Lo siento Sr. Miguel pero no quiero dar más molestias, con tener que soportar mi presencia aquí basta (me responde firme y se suelta de mi agarre y se marchó, me lo merezco)

Alisson

Como pude llegue a mi habitación, estoy muy nerviosa, ese hombre tan...tan amargado pero lindo me beso y yo...me encantó no me arrepiento, pero ¿si me odia, por que me besa?, no comprendo, creo que solo quiere divertirse con migo, la lagrimas amenazan en salir, siento tanto miedo, solo recordar lo que hizo Stivenson me da pánico, no quiero que se repita, jure que no me volvería a enamorar más, pero con él me siento diferente, como odio sentirme así, necesito desterrar lo que sea que este empezando a sentir.

EL ARCÁNGEL MAYOR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora