ÉL... ES EL HOMBRE, CON QUIEN TE CASARÍAS

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Miguel

Desperte con Eliette o mi Alisson reencarnada, si, he pensando que es posible que así sea, ella estaba desnuda pegada a mi cuerpo, me transmitía esa paz que tanto extrañe. Aunque ella no me recuerde siento que su cuerpo, sus caricias y sus labios no me han olvido, lo que sentí anoche, fue a mi Alisson, esa mujer tierna pero también apasionada, me pone tan caliente.

• Buenos días (susurra y se remueve entre mis brazos, levantando un poco su rostro)

• Buenos días (mientras aprisiono su cuerpo con el mío, quedando encima del suyo, capturando sus labios, me siento sediendo de sus labios) ¿descansaste?

• Mucho (me sonríe y mis manos recorren sus piernas llegando hasta sus labios vaginales)... deberíamos estar ya listos (me responde entre jadeos)

• Entonces (beso sus labios sin detener mis movimientos ahora en su clitoris, ella se arquea del placer y me encanta) duchemonos juntos para ahorrar agua y salir rápido (¡si como no! Todo menos eso)

La tome por su brazo para levantarla y llevarla a horcajadas hasta el baño, si es que llegamos por que como estoy, la hago mía donde sea.

Siento miedo de que esto se acabe nuevamente, no creo que esta vez pueda sobrevivir, pero quiero apostar mi corazón y mis sentimientos por completo a esto que ahora estamos teniendo con el fin de que al menos esta vez si resulte.

Y como les había dicho "si llegabamos" así que no llegamos, por lo que la baje y la estampe en la puerta del baño y como estaba desnuda, mientras besaba desesperado sus labios, con la mano desocupada le indiqué que abriera las piernas y empecé a acariciar su clitoris y su cavidad muy humada, ambos jadeabamos, las palabras sobraban, nuestras miradas decían lo que las palabras no podían expresar y nuestros jadeos confirmaban lo grande y fuerte que es nuestro vínculo, esto va más allá de un deseo sexual, es nuestro amor.

Una vez que me doy cuenta lo preparada que estaba saque mis dedos de su cavidad, la mire fijamente y lleve mis dedos a mi boca para disfrutar sus fluidos y que ella viera lo mucho que la disfrutaba, mis dedos estaban llenos de su líquido, de ese delicioso que me hace adicto a ella, la giró quedando de espaldas a mi con un movimiento un tanto brusco por el desespero de adentrarme en ella, muerdo el lóbulo de su oreja y para mi satisfacción y de mi pene deseoso escucho un gemido acompañado de un gritico agudo muy sensual.

• ¿Confías en mi? (Pregunto con un susurro ronco en su oido; uno que apenas sale de mi voz por la excitación que tengo, ella asiente con la cabeza) ¿confías? (Insisto dándole una palmada en su trasero, quiero escucharla)

• Siiiiiii (responde jadeante)

• Quiero entrar aquí (señaló el orificio de su ano, con mi pene, la siento como se estremece, mientras que con sus manos intenta encontrar algo aque aferrarse en la puerta lisa)

• Eentraaa (la escucho decir en un tono muy bajo, no podemos hablar mucho por el placer que nos invade)

Sin querer hablar más, hago mi primer intento de entrada, esta muy apretadita, siento que le dolió, pues su cuerpo se tensiono un poco, me salgo de ella y paso mi mano por su vagina sacando fluidos de su excitación para lubricar con el, mi pene e intentar volver a adentrarme, teniendo esta vez más éxito profundizando por completo en su interior, pegandola al maximo en la puerta, a la vez que deja escapar una grito entre dolor y placer, no me muevo para darle un poquito de espacio a su interior y poder reponerse de lo que se le avecina, llevo mis manos a su cintura, una la bajo hasta su clitoris y la otra para atender sus deliciosos senos, ella de arquea separdonse un poquito de mi pene sin salirse por completo, mientras yo sigo acariciandola, cuando siento que esta a punto de separarse por completo de mi pene, me hundo bruscamente volviéndola a pegar a la puerta, envuelvo su cabello en mi mano para arquear su cuerpo y entrar más profundo en ella, inicio mis movimientos, al principio lento haciendo que se desespere pero que al mismo tiempo sienta como entro y salgo de ella sin perder detalles, aumento mis embestidas chocando mi pelvis en sus nalgas provocando sonidos deliciosos, placenteros para mi oído y estimulante a mi miembro.

EL ARCÁNGEL MAYOR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora