La oscuridad abrumaba sobre sus cuerpos, el frío viento golpeaba su piel, lo que provocaba que debieran acercarse para transmitirse mutuamente calor corporal.
Estaban perdidos, ya no sabian por donde caminar, las heridas punzantes en las piernas de ella le debilitaban su paso, y los brazos de él, todos raspados, intentaban sostenerla con una fuerza inhumana por mas que le dolieran.
Ambos tenian una cortada en sus pechos. El dolor los acompañaba y el miedo los rodeaba, pero aún asi, no se separaban.
Él estaba atento a sus sentidos, listo para atacar a cualquiera que pusiera en peligro a su princesa, mientras que ella intentaba visualizar un camino por el cual continuar su paso.
Más viento, mucho mas viento, no podían ver, todo obstruía su vista.
Ramas y hojas golpeaban contra ellos, cubrieron sus rostros con sus brazos en un torpe intento de poder ver.
Un trueno suena feroz, la tormenta ya estaba comenzando a rodearlos, la tormenta ya estaba sobre ellos.
Dando un paso en falso caen a un pozo, los gritos se hicieron presente.
El golpe contra el duro piso fue aun mas doloroso, los oídos sumbaban y el dolor se incrementaba. Al ponerse de pie se dieron cuenta que estaban solos, una enorme pared los separaba y caminos distintos debian tomar.
Golpeaban la pared que interponía su paso con cuanta fuerza tenían, pero nada funcionaba.
Lágrimas, lágrimas aparecian en sus rostros. Desesperación, miedo y angustia se sentían en el aire, él estaba a punto de colapsar.
Pero solo ella podía calmarlo, el sonido de su voz lo calmó, la tristeza se hacía presente. Caminos separados debian tomar, pero solo ellos sabian que esos caminos los llevarian a reencontrarse nuevamente.
《Esto solo es un obtaculo mas》 mencionaron y luego de un te amo, su viaje por caminos separados iniciaron.