HUGO
Estoy buscando el estúpido libro que me hace falta para la clase de historia cuando escucho un golpe a lo lejos. Saco la cabeza de la taquilla y veo a James tocar a Ángel y susurrarle, para que después ella lo bese apasionadamente y él saque su mano de debajo de su falda. Ángel enfadada le grita a una alumna del pasillo que, como yo, ha visualizado toda la escena y James se la lleva.
Decido seguirlos desde la distancia y entro rato después que ellos al vestuario. La oigo gemir y automáticamente me enciendo, es tan sexi verla así. Cuando pienso en tocarme escucho la puerta del gimnasio y me escondo en el baño del vestuario, sin que me vean, sin lograr ver aún a Ángel, pero sí observando a Marc desde una rendija, lo veo masturbarse mientras lo mira y me entran ganas de matarlo.
Oigo a Ángel gemir por última vez y exhalar un suspiro de satisfacción.
–Sabía que te iba a gustar esto– escucho decir al gilipollas de su novio sin verlos.
Veo a Marc sonreír y con su entrepierna mojada y juro que lo mataría. Aprieto mis puños con furia, intentando contenerme.
Escucho a gente moverse y sé que Ángel se está vistiendo por la prisa que lleva.
–Me daré una ducha–dice Marc con una sonrisa.
Oigo a Marc moverse y el agua oírse.
–¡Que me sueltes! –dice Ángel con la voz rota. –¡Tendrías que haberme dicho que él estaba mirando!
–Está bien, no te ha gustado, lo entiendo. No volveré a hacerlo, te lo prometo. –escucho un beso y me da asco.
–Tendrías que haberme dicho que él estaba mirando
–Quería probar cosas diferentes.
– Pero no con él. Él es el abusón de mi curso, James.
Salgo del escondite cansado de esta muestra de mimos, me mira y hablo no muy contento.
–Tu madre está ya fuera
Asiente y después de que se despida de James con otro beso que me hace rodar los ojos, salimos y nos montamos en el coche. Tamara evidentemente se da cuenta de lo que ha pasado porque su hija no es demasiado cuidadosa con sus cosas. Lleva la camisa arrugada y el pelo revuelto, por no hablar de la falda.
–¿Dónde estabas? –cuestiona.
–Con James.
Le pega una patada al asiento del conductor con furia y este deja de reírse. Se peina en cuanto su madre deja de mirarla y me observa y dejo de hacerlo, ya que esa era su intención.
Cuando llegamos ella sale y cierra de un portazo, yo me despido dándole las gracias a Tamara y subo a mi habitación. Me deshago de mi mochila y desabrocho la corbata y la camisa, simplemente tres botones , y me dirijo a la ventana.
Ahí la veo, pasmada viendo hacia mi habitación. Abre la ventana y frunce el ceño para que yo haga lo mismo. Cuando lo hago me apoyo contra ella.
–¿Me has estado observando todo este tiempo?
–¿Te crees de mi agrado? – cuestiono con ironía.
Es evidente que sí, pero eso ella no lo sabe.
Bufa y cierra la ventana me saca el dedo y cierra las persianas.
Le mando un mensaje vía Instagram.
@hugoambani : No te enfades Ángel, necesito tu ayuda con mates ¿puedo ir a tu casa luego? ¿O si quieres vamos a tomar un helado y después me enseñas....?'
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H U G O © [YA EN FÍSICO]
Teen FictionBILOGÍA ATADOS I Las noches oscuras eran mi pasión, sobre todo si estaba acompañado de una bella chica de ojos azules. La miraba y entrelazaba sus dedos entre los míos y, poco a poco, ella se esfumaba. Eso era lo que pasaba con todas las chicas que...