H U G O © [YA EN FÍSICO]

CAPÍTULO 2

HUGO

Sus miradas me queman en el momento que pongo un pie dentro del gimnasio, la chica curiosa y en sus ojos azules se logra reconocer que ha llorado. El chico frunce el ceño y habla, haciendo que la chica se olvide de mí y vuelva la vista hacia él.

-Lo siento- hablo y reconozco una mueca de placer al escuchar mi voz por parte de la chica-creía que no había nadie.

-Pues ya ves que sí, vete- el chico contesta brusco y sé que ella quiere reprimirle por su comportamiento.

Cuando no lo hace, asiento y me voy con rabia del gimnasio. No puedo creerme que no le haya dicho nada. Aunque, tiene sentido, es simplemente una chica popular que lo único que hace es pensar en su belleza y obedecer a su novio, capitán del equipo de fútbol. Conozco muy bien a este tipo de chicas y, me agrada. Me agrada conocer que realmente sí son unas cabezas huecas como para confiar en alguien como yo, hacerle caso a alguien como yo y no importarle todo lo demás. Suspiro y me quedo en mi taquilla, esperando a que suene el timbre para volver a ver al profesor de matemáticas.

El timbre suena más tarde, y la veo pasar hasta llegar a la clase. La sigo y cuando llego la están grabando, simulando gemidos y gilipolleces que se nota que no le gustan, porque veo sus ojos brillar por las lágrimas.

-¡Ángel, di algo! ¡Vamos, Ángel! Oh Ángel, oh...-el gilipollas la enfoca más aún y es ahí cuando me acerco.

-Disculpa. - el chico deja de hablar, y sé que ella me está mirando, tal vez algo sorprendida de que yo sí la defienda y no como ella a mí. El abusón de este instituto deja de grabar y me mira con intención de empujarme. -¿Podrías parar, por favor? La estás molestando.

-¿Tú eres? -pregunta acercándose a mí aún más.

-Hugo. Y te he dicho que la dejes en paz.

Él ríe sonoramente y mira a la chica, que, gracias a él, sé que se llama Ángel.

-Esto a tu querido novio James no le va a gustar-coge impulso y ella se levanta y es interceptada por un montón de esbirros del chico.

De un empujón me tira al suelo, tirando varias mesas y, cuando va a pegarme un puñetazo, Ángel lo para, dialogando con él.

-Por favor, Marc. Es el nuevo, no le des problemas aún. Págala conmigo. -Marc sonríe y se acerca a ella.

Me levanto y lo miro con asco, empezando a colocar las mesas bien con dolor de espalda.

-Está bien... está bien-ríe y le acaricia el mentón-Ten cuidado, Ángel- después de pronunciar el nombre de la chica se va, dejándonos al fin en paz.

En ese momento, ella se gira y me extiende la mano aunque, cuando ve que ya estoy levantado, me ayuda a colocar las mesas bien. Me mira y sé que su mirada se nota apenada.

-Te has debido hacer daño, ¿quieres ir a la enfermería? -la miro aún sin creerme que me haya dirigido la palabra.

-No, estoy bien. Gracias. -anuncio y sonrío levemente.

El profesor llega en ese momento para hablarnos de bullying, nos sentamos y escuchamos atentamente, yo más que ella, ya que lo único que hace en toda la clase es mirarme fijamente. Muestro una leve sonrisa de vez en cuando al notar lo sumamente estúpida que puede llegar a ser.

Las clases se terminan y ella sale rápidamente. Hago lo propio y la sigo. Una vez fuera la veo hablar con una chica de pelo rubio y ojos azules que ríe con sus ocurrencias. Busco el Instagram de Ángel y encuentro a su amiga, a la cual le doy nombre ahora, Verónica. Es guapa, pero Ángel es mejor, su cuerpo envuelto en ese estúpido uniforme me hace darme cuenta de las curvas que tiene.

Se despiden y Ángel se sube a un coche bastante caro, mientras que yo, tengo que irme andando a casa. Esa es la diferencia entre ella y yo, yo no soy el típico rico que ella quiere. No soy lo que ella busca, pero puedo parecerlo.

Llego a casa y veo el mismo coche de Ángel en la puerta de al lado. Sonrío y entro a mi casa. Subo directamente a la habitación y la veo desde la ventana, sin que ella sepa lo que estoy haciendo y que divago en estar entre sus curvas, haciéndola mía.

Se desabotona la camisa y tiene la corbata deshecha, su falda sigue intacta mientras que, la camisa, va por fuera de ella. Su pelo casi rubio está suelto y su oreja va pegada a un teléfono móvil. Se la ve disgustada, porque frunce el ceño y habla con gestos.

Dejo de mirarla y me pongo rápidamente a buscar su perfil, tanto de Facebook, como de Instagram. La encuentro con el nombre de @angel.edevane, su perfil se basa en fotos con su equipo de animadoras, su novio y su amiga. No hay ninguna foto en la que aparezca sola, eso quiere decir que es una persona dependiente.

En cada una de las fotos sale sonriendo y/o abrazando a la persona que tiene al lado. Su sonrisa me hace sonreír a mí porque es contagiosa. Hasta que llego a una foto con @jamesreinold , mi pecho se contrae y la furia surge por mis extremidades cuando cierro el portátil con fuerza y lo tiro al suelo, totalmente cabreado.

Escucho un coche llegar y corro a la ventana, ahora veo a Ángel arreglada con un vestido suelto desde la cintura. Miro el coche y quién se baja de él, ahí está el puto James con una sonrisa con su estúpido padre rico a su lado. Doy un golpe a la pared con furia y bajo rápidamente. Cuando abro la puerta y una oleada de viento fresco me hace volver en sí, me doy cuenta de la gran estupidez que iba a cometer.

Voy a la cocina y empiezo a cocinar, y ahí está ella, con su típica manzana roja, comiéndosela y sentada en su silla de ruedas, tranquila, con esa sonrisa que iluminaba el sitio por el que pasaba.

-Te echo de menos. Me sigues haciendo tanta falta.

-Eres fuerte hijo, puedes con todo esto y más. -su pelo oscuro está muy corto y su piel desgastada.

-¿Crees que lo que hago está bien? - pregunto acercándome a ella.

-Sí, y ella necesita que le des un golpe de realidad y, con lo estúpida que es, seguro que cae en tus brazos en cuanto le des la adrenalina que su vida necesita.

Asiento y escucho la plancha sonar demasiado. Me giro y me encuentro con que mi filete se ha quemado por completo y una humareda sale de él. Lo tiro a la basura y abro el ventanal para que todo el humo salga. Miro donde estaba mi madre y ya no está, suspiro y acaricio mi frente.

-Me estoy volviendo loco...-susurro y suspiro.