Uno de los traficantes más buscados en el mundo es Joshua, un espectacular contrabandista de literalmente cualquier cosa, desde armas hasta las más extrañas y cautivadoras bestias mágicas que puedas imaginar.
Más de 20 años en el negocio ha hecho que gane mucho renombre a nivel mundial lo que se traduce a una gran cantidad de dinero por su cabeza, 10000 monedas de oro por ella para ser exactos.
Para alguien con tal cantidad de dinero por su cabeza debería estar escondido, oculto en lo más recóndito de algún lugar lejano que solo personas del bajo mundo conocerían, pero no lo hace, es demasiado terco y muy hábil con la espada... o es muy idiota como para pensar en eso, así que ahí está, cazando las crías de un fénix junto con una banda de cazadores como si fuera una actividad del día a día.
-¡tengan cuidado inútiles, solo los fénix adulto pueden revivir! – les grita Joshua a sus subordinados
-pero señor... usted fue el que mato a esa cría – dice uno de los cazadores
-¡pues por eso se los digo tarado! –dice Joshua
Una de las crías de fénix se escapa, así que Joshua la persigue, todavía el polluelo no sabe volar y a medida que corre pequeñas brasas salen de su cuerpo, pegándose a las plantas del bosque y dejando un pequeño rastro de fuego a su paso.
Él lo sigue mientras con su estoque corta los obstáculos que se le atraviesan, los sonidos de las plantas siendo cortadas asustan al pobre animal que cansado y sin escapatoria queda de espaldas frente a un enorme árbol.
La avecilla empieza a gritar de desesperación mientras la mano de Joshua se acerca lentamente hacia él. Justo cuando solo faltan unos centímetros para que la alcance una flecha pasa fugazmente al hombro de Joshua.
-¡nos atacan! –grita Joshua a sus cazadores, intenta sacarse la flecha pero quedo incrustada cosa que no le permite mover su brazo izquierdo.
No muy lejos de él, escondido entre los arboles esta Vezzerian, hábil arquero elfo, que rumores dicen que nunca ha fallado un solo tiro en su vida como mercenario.
Joshua corre lo más rápido que puede, buscando a sus compañeros a provechando la cobertura que le dan los árboles, busca a Vezzerian con la mirada pero no lo encuentra así como apareció se fue.
Por otro lado los cazadores metían a los pequeños fénix en jaulas, uno de ellos se distrae mientras empieza a ordenar las jaulas, escucha a lo lejos el canto de un pájaro, se emociona ya que puede tratarse de un fénix adulto que seguramente vale su peso en oro.
Así que sin avisarle a los demás se adentra un poco a la fauna del bosque, a solo unos metros del resto del grupo pero apartado de sus miradas, escucha el canto del ave como si lo tuviera justo al lado y se voltea con espada en mano, no le da tiempo ni de pensar cuando un puño sale disparado a su cara noqueándolo en un instante.
El que lo golpea y amarra a un árbol, es David otro mercenario, hábil con la cimitarra, con el pequeño rumor de que no puede morir (por más que lo intente). Él empieza hacer este mismo proceso con los cazadores más débiles y uno a uno se va disminuyendo.
En otro lado del área de caza, un cazador se da cuenta de que le faltan unos polluelos, curioso y confundido porque jura haber capturado 4, nada más hay 2 en las jaulas. Ve que también perdió las llaves de estas, empieza a buscarlas, es como si se las hubieran robado y sus armas también desaparecieron y un collar que tenía colgado. El cazador se empieza a asustar, mira a todos lados pero no hay nadie a su alrededor o eso cree él, de repente recibe una pequeña pinchada en la espalda.
Voltea rápidamente para encontrarse a un joven encapuchado que lo mira con una sonrisa mientras sostiene sus cosas en una mano y en la otra una daga con un pequeño liquido goteando, el cazador intenta golpearlo, pero este le esquiva, cada vez con más facilidad ya que sus golpes se hacían cada vez más lentos hasta que se desmaya.
YOU ARE READING
Ridiculous Fantasy
Fantasyun grupo de mercenarios con dudosa moral se embarcan en distintas aventura arriesgando su vida con el pretexto de conseguir dinero.