Miércoles 16 de Mayo

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Jaemin, Jaemin, Jaemin. 

Eso era lo único en lo que parecía poder pensar la mente de Renjun. Realmente no lo hacía apropósito, aquel chico aparecía entre sus pensamientos cuando menos se lo esperaba.

Se despertó aquella mañana de miércoles y la sonrisa del castaño fue en lo primero que pensó. Luego a ambos tomados de las manos el día anterior, la salida a la heladería, como lucharon en la cama del chino aquel día que se suponía que estudiarían. Definitivamente necesitaba pasar más tiempo con ese chico.

Jaemin hacía que su vida se pintara de colores que jamás imaginó.

Estaba tan absorto en sus pensamientos, que no advirtió lo cerca que se encontraba del instituto. Fue entonces que, unas manos ya conocidas, cubrieron sus ojos y casi le hace perder el equilibrio.

— ¿Quién soy, Renjunnie? Te apuesto lo que quieras a que no adivinas — dijo una voz muy grave y totalmente fingida.

Por supuesto que Huang sabía de quién se trataba. Su estómago se llenó de miles de mariposas y sus mejillas se tornaron rojas.

— Jaemin, no engañas a nadie — le informó y soltó una pequeña risa que, si Na no fuese tan despistado, se hubiera dado cuenta que era gracias al nerviosismo de Renjun ante su presencia.

— ¿Pero cómo lo adivinaste tan rápido? ¡Estuve toda la noche practicando distintas voces para que no me reconocieras! — protestó mientras quitaba sus manos del rostro del contrario y hacía un puchero a forma de berrinche. Acto seguido comenzó a hacer distintas voces y con ellas decía no mucho más que cosas sin sentido.

Por otro lado, el chino solo logró soltar aún más carcajadas frente a lo que hacía su amigo. ¿A caso Jaemin no se daba cuenta lo lindo que se veía haciendo esas tonterías? Necesitaba que se detuviese, ¿no se da cuenta de que lo está enamorando? 

— Bueno y... ¿que tal si nos salteamos las clases por hoy? — Na se calmó y preguntó.

— No, tenemos que asistir, es nuestra única obligación, además... —  pero no llegó a terminar la frase, ya que el contrario le quito la mochila y salió corriendo mientras gritaba.

— ¡No puedes ir a la escuela si yo tengo tu mochila! —. Y Renjun se rindió, Na Jaemin no tenía caso, tendría que perseguirlo.

Corrieron varias cuadras, hasta que finalmente el mayor logró alcanzar al castaño. Estaban ambos agotados y sinceramente, las clases habían quedado en un plano secundario. Jaemin sugirió ir al parque que se encontraba cerca de allí, ya que estaría mas vacío porque era horario escolar. Huang accedió y cuando menos se lo esperaba, Na lo tomó de la mano. Una corriente eléctrica recorrió todo su cuerpo y las mariposas volvieron a hacer aparición.

Y en cuanto al coreano, este no sabía por qué hizo lo que hizo, pero no se arrepentía. Su mano y la de Renjun parecían encajar a la perfección, no quería soltarlo nunca.

Ambos estaban muy perdidos en sus pensamientos, tanto que no daban cuenta de las miradas despectivas que recibían de los transeúntes. Claro estaba que en la sociedad en la que vivían, estaba  mal visto que dos chicos caminaran de las manos. Y lastimosamente, un señor de la cuadra de enfrente, decidió recordárselos de una manera un bastante cruel.



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Hola! Espero que hallan disfrutado el capítulo, pero más importante que nada, que se encuentren bien y se estén cuidando mucho !! ♡ 

Gracias por leer,

malw


pd: subí un nuevo fic, se pueden dar una vuelta por ahí si les pinta ahre

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