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Narrador Omnisciente

*cuatro días después*

Una lamida fue lo que despertó a ___ en ese momento. Lentamente abrió los ojos y se le formó una pequeña sonrisa al ver lo que tenía en frente.

___: Bestia, ¿Qué es lo que haces aquí? Sabes que nos irá muy mal a los dos si Golden te ve por aquí—dijo ___ acariciando tiernamente la cabeza del enorme canino-

Bestia era el perro de Fred. Lo había obtenido un día lluvioso en las afueras de Londres. El chico paseaba sin rumbo fijo por un callejón peligroso, no se sorprendió cuando escuchó gritos y disparos a lo lejos, pues él sabía que aquellos rumbos eran bastante peligrosos; lo que si le sorprendió fue escuchar ladridos. Ladridos de perros. Claro, Fred jamás ah sido de las personas que se reservan sus curiosidades, así que aquella tarde se dirigió al lugar proveniente de los ladridos y gritos de emoción. Se sorprendió mucho al toparse con una pelea de perros. El callejón Aron era bastante raro y peligroso, pero Fred nunca se imaginó una pelea de perros. Eso era de 'novatos' decía Fred. Aun así se dirigió adentrándose al salón donde se organizaban las pelas. El joven se sentó un rato y sacó uno de sus cigarrillos, inhaló con fuerza y luego lo soltó cerrando los ojos. Al cabo de un rato se aburrió de observar peleas estúpidas entre casi los mismos perros por lo que decidió apostar, sabiendo ya perfectamente cuál sería el ganador. Esa noche Fred ganó 500 euros. La noche caía en Londres por lo que el joven sin nada más que decir se decidió a marcharse de aquel lugar, pero de repente una pequeña figurilla le llamó la atención. Era un cachorro de aproximadamente ocho meses, sin dudas el pobre moriría de tan solo pisar la arena. A Fred se le partió el corazón y por un momento se vio reflejado en los ojos del cachorro: solo y sin ninguna esperanza.

 <Fred: ¿Cuánto por el cachorro?—había dicho Fred al dueño de ahí-

El dueño había dejado salir una carcajada, lo que causó que Fred tensara la mandíbula obviamente enojado.

##: Lo siento, chico, pero ese cachorro es como un alimento para mis perros—respondió el hombre y Fred sintió un miedo dentro de él—tal vez en otra ocasión
Fred: Te haré un trato: te regreso los 500 euros más—Fred se sacó una cadena del cuello—esto, es de oro puro y es cara

El hombre sonrió entusiasmado por la idea y después de examinar detenidamente la cadena por un buen tiempo volvió a sonreír. Fred no podría creer lo que estaba haciendo, aquella cadena tenía cierto valor para él.

##: Trato—respondió el hombre->

___ se estremeció al recordar la historia. Fred se había encargado de contársela a Golden y Golden a ___. Todos sabía el propósito de aquella anécdota: Fred tenía de vez en cuando un corazón débil contra la gente inocente.
Ahora, cinco años después de aquel suceso, Bestia era un gran perro entrenado por Foxy, quien se encargaba de cuidar aquella casa en Londres.

___: ¡Vamos, chico! No puedes estar aquí. Golden nos matará a los dos si sabe que te deje entrar a mí habitación. Por cierto ¿Cómo entraste?—dijo ___ aun adormilada—Además es muy temprano, apenas son las…. ¡Mierda! ¿Las doce del día? ¡Se supone que tengo que ir a ver a Fred y cambiar su medicina!

Bestia ladró confundido, pues lo único que quería era que ___ lo acariciara un buen rato. Él perro la adoraba, pues a diferencia de Cami, ella se había portado muy dulce con él; aparte de alimentarlo a escondidas de los demás comida que Mamá Mai preparaba y de dejarlo dormir con ella cuando las noches eran tenebrosas. Bestia todos los días la seguía por toda la casa cuidando de ella, pues lo que tenía el perro es que cuidaba a aquellos que amaba.

___: Lo lamento, Bestia. Mas al rato jugamos ¿Vale? Ahora debo ir a ver a Fred, si quieres puedes acompañarme—dijo ___ agitada mientras se cepillaba los dientes. Cuando hubo terminado bajó corriendo las escaleras con Bestia detrás de ella sin importarle que aun estuviera vestida con pijama y con los cabellos graciosamente desordenados. En la cocina se encontraban todos los chicos junto con Mamá Mai-¡Buenos días…o tardes! Lo lamento, se me hizo tarde

Secuestrada Fred y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora