WATERISE 🌿 ShiIta. EN EDICIÓN.

6.- Cambiando el futuro.

Capítulo 6: Cambiando el futuro

Shisui se arrastró a su casa, la sensación de dolor persistió sobre su cuerpo. Se dejó caer boca abajo sobre su cama, sin preocuparse por la sangre que aún le corría por la pierna, solo sintiéndose exhausto y necesitando descansar para ponerse al día.

Cuando cerró los ojos, todo lo que pudo ver fue el rojo mortal de los ojos Sharingan de Itachi, más poderoso de lo que había imaginado.

Mikoto no preguntó por qué todavía había un corte sangrante en la ceja de Itachi cuando se sentó a cenar esa noche, e Itachi no ofreció ninguna información. Fugaku probablemente le explicaría más tarde, de todos modos.

La habitación estaba tensa, con el rostro de Itachi fruncido, comiendo con cuidado porque tenía los labios partidos y toda su comida sabía a sangre. Fugaku se había sentado rígidamente, sin estar acostumbrado al nivel de habilidad de Shisui, e Itachi estaba más que seguro de que, si no hubiera intervenido, Fugaku no estaría en casa con ellos en este momento.

La pasión de Shisui siempre había burbujeado cerca de la superficie, y generalmente era algo que Itachi admiraba mucho de él. En este momento, era irritante.

—Nii-san, ¿estás bien?— Sasuke finalmente preguntó, después de que Itachi hizo una mueca a otro bocado de comida amarga y cobriza.

–Estoy bien.— respondió.

Ambos padres lo miraron fijamente.

Estaba tan cansado de ser observado, de ser interrogado, de ser él mismo. La vida estaba fuera de control, y el control era una cosa que codiciaba. No sabía qué hacer consigo mismo.

—¿Por qué te lastimaste?— Sasuke preguntó, y ante el alza de cejas de Itachi que preguntaba sobre ello, agregó: —No te lastimas. Nadie es más fuerte que tú. ¿Entonces qué pasó?

—Todos se lastiman.— dijo Itachi suavemente. —No era nada importante.

Sasuke permaneció en silencio después de eso, y la comida continuó sin más conversación.

Después de la cena, Sasuke salió corriendo a jugar e Itachi aprovechó la oportunidad para arrinconar a Fugaku en su estudio. No quería que Sasuke lo interrumpiera o escuchara, y tenía la sensación de que la conversación podría calentarse. —¿Padre?

—¿Hm?— Fugaku lo reconoció con un gruñido rígido. —Supongo que quieres hablar de Shisui.—El tono de Fugaku implicaba que podría ser un error.

Itachi sacudió la cabeza. —No. El golpe.

Fugaku parecía cansado más allá de sus años. Él asintió, pesadamente, el gesto cargado de muchas cosas. —Siéntate.

Itachi obedeció.

Hubo silencio entre ellos. El ojo de Itachi palpitó, el corte por encima fue un golpe bien entregado y fue difícil de ignorar en su dolor tenaz. Se preguntó quién hablaría primero.

Fugaku lanzó un profundo suspiro. —Itachi. El golpe no es una decisión que hayamos tomado a la ligera.

Pero todavía está mal. Itachi no expresó el pensamiento. Esperó la explicación de su padre.

—Este clan ha estado viviendo en las sombras durante años.

—Eso es lo que son los shinobi.