Entre caricias e infiernos

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Ya estaba todo el club de cine en la sala de entretenimiento. Eran dos sillones para tres personas de apariencia bastante costosa. Asakusa no pudo evitar recordar cómo había puesto un agujero con un tenedor en el que había en el edificio del club, sintiéndose algo nerviosa y culpable por un segundo. Escondiéndose brevemente en su chamarra como si fuese una tortuga en su caparazón. En uno de ellos se encontraban Doumeki, quien casi babeaba al ver semejante equipo al lado de la guapa dibujante, la cual tenía su cuaderno de dibujo en las piernas. En el otro estaban la enorme yakuza y la pequeña tanuki muy juntas casualmente, esta última también con su cuaderno siempre listo.
"Creo que debería iniciar la anfitriona de esta noche, por favor, Mizusaki-kun" Anuncio la pequeña directora.
La sala era absolutamente genial. Había bocinas por todos lados, las cuales la chica de cabello rubio ya había inspeccionado a profundidad y las cuales también ya había ecualizado, era en verdad sorprendente su pasión por el sonido. En la parte de enfrente había una pantalla enorme que estaba conectada a una computadora para así buscar las canciones.
"Está bien, aunque puede que sean algo cursis las canciones, por no decir que también son algo viejas [les recuerdo que aparentemente las chicas viven en el año 2051]. Empecemos por esta, era una de las favoritas de mi abuela, la escuchábamos todo el tiempo cuando era pequeña"
La canción era "Sunday morning" de una banda llamada Maroon5. Era un ritmo bastante fácil de seguir, Kanamori cerró los ojos como disfrutando de la pegajosa melodía, recostándose en el sillón extendiendo sus brazos a lo largo del respaldo; por su parte Asakusa se recostó en el sillón, descansando su cabeza en las esbeltas piernas de la chica a su lado, cosa que no pareció molestar a la chica de lentes. En el otro sillón se encontraba Mizusaki observando la escena (sintiéndose algo celosa de todo el asunto) y pensó en como reaccionaria Doumeki si hiciera algo parecido, así que sin previo aviso poso uno de sus brazos sobre los hombros de la morena y acercándola hacia ella, pero para su sorpresa Doumeki solo se limitó a sonreír y asentir en señal de consentimiento.
Las chicas se concentraron en el sonido que salía del equipo y se transportaron al mundo que imaginaba la joven modelo. Las chicas estaban paradas sosteniendo unos paraguas y la lluvia caía ligeramente; alcanzaban a ver a una pareja en una cama despertando recién. Luego se les podía ver caminando por una casa elegante y muy bien decorada tomando una taza de café y pasándola bien una en compañía de la otra, de momentos jugaban y en otros se tomaban de la mano y se ponían bastante íntimas, tenían que admitirlo era bastante lindo y muy maduro de su parte. Repentinamente las chicas del club se transportaron a una pequeña plataforma flotante y observaban a lo lejos a la pareja discutiendo, movían mucho los brazos y se gritaban con algo de enojo, lagrimas caían del rostro de una chica que curiosamente se parecía a la modelo mientras la otra persona (morena y de cabello claro, muy sospechoso uuh) salía de la casa bastante molesta y se subía al auto para conducir a toda velocidad. En la próxima toma las chicas estaban entre los arbustos, usando equipo militar y observando a la persona de la piel morena sentada en el capo de su auto, contemplando un cielo nocturno despejado. Se le veía pensativo y finalmente se levantó de un brinco y entro de nuevo al auto con una expresión de felicidad, como si de pronto recordara algo muy importante.
Mizusaki puso sus dedos índice y medio en su frente y se tele transportaron nuevamente a la casa del principio, ya era de día y la protagonista de la "película" (que tenía el cabello castaño y corto juju) se encontraba en un sillón envuelta en una cobija, veía algo en su celular, posiblemente fotos de su amado, de repente levanta la mirada como si hubiese escuchado algo y corre hasta llegar a la entrada. Afuera estaba recargado sobre el auto deportivo rojo la otra persona. Se le podía mucho más calmada y sonreía de una manera muy tierna. La chica que se encontraba dentro corrió hacia sus brazos y se lanzó, llegando hasta Doum... la otra persona, donde esta ultima la atrapo y envolvió con sus brazos para finalmente ambas llorar y reconciliarse con un tierno beso, que dio paso a otros bastante más apasionados.
"Ehhh no sabía que fueras tan romántica Mizusaki-shi. Sabía que querías retratar movimientos naturales, pero esto puede que sea demasiado para Asakusa (sin mencionar que esa casa se parece bastante a esta y una semejanza bastante obvia a ciertas personas). Aunque debo admitir que es un concepto muy bueno, si pudiéramos ponerle una historia podríamos tener una película bastante buena y recaudar bastante dinero"
Asakusa solo se limitó a mover la cabeza en señal de aprobación mientras escribía y dibujaba cosas en su libreta. Doumeki estaba recostada sobre el sillón con una mirada de completa satisfacción por tal calidad en el sonido, al parecer no había prestado mucha atención a la historia como tal.
"Por cierto, esas dos se me hacían conocidas de algún lugar. Creo se parecían un poco a t..." Pero la pequeña dibujante fue interrumpida por Mizusaki "¿Porque no escuchamos la siguiente canción?" Dijo algo apenada rascándose detrás del cuello con un leve rubor en las mejillas.

De melodías y pasionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora