Minifaldas, dragones y homínidos

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[Este es el último cap. Al fiiiiin saque esto de mi cabeza y espero les guste tanto como a mí me gustó estar escribiendo esto. Para esta historia me base en los personajes de Fire Emblem Radiant Dawn. Aquí debajo les dejo los diseños que pensé que les quedarían bien a nuestras protagonistas. Después me dicen si les quedó bien o lo :p]

Finalmente llegaba el momento de la pequeña dibujante, estaba más que satisfecha con todos los escenarios que había logrado plasmar en las hojas de su cuaderno
Asakusa se levantó de su lugar bastante feliz nuevamente y tecleo “Wisdom of the kings – Rhapsody”.
El cuarto se ilumino y repentinamente se encontraban en un terreno de verdes prados con árboles por ahí, montañas, unos imponentes castillos al fondo y un cielo azul despejado… ah y también ¿Dragones?
Las cuatro chicas corrieron a esconderse debajo de un gran árbol que estaba cerca. Estaban agitadas en parte por la carrera que habían corrido recién y también por llevar tan pesadas y ostentosas ropas.

Kanamori traía un una blusa roja y una armadura de color perla con las comisuras doradas, todo en ella la hacía ver genial pero a ella le parecía bastante fastidioso para moverse, pero a fin de cuentas era la fantasía de su querida camarada así que no protesto en lo absoluto.
Doumeki llevaba un atuendo que la hacía ver como una hechicera: una capa de color café oscuro, un camisón negro con un pedazo de tela largo atado a la cintura de color azul en forma de faja y debajo unos pantalones ajustados y un vestido que hacia juego con la camisa que cubría la mayor parte de sus piernas.
Al lado se encontraban Doumeki y Asakusa hablando entre murmullos y sonriendo con algo de malicia. Mizusaki se escondía detrás del tronco del árbol “no quiero salir vistiendo algo como esto, ¿¡además que clase de aventurero se viste así!?” Las otras tres chicas la rodearon para que no escapara, dejando ver que efectivamente llevaba puesto un atuendo más bien revelador. Era una armadura para el pecho con unas hombreras de color azul marino, en una mano cargaba una lanza y un escudo en su mano izquierda. Sobre su cabeza un enorme casco que la protegía de cualquier ataque superior… pero en la parte baja llevaba algo parecido a un vestido roto y un cinturón simple pero con bastante estilo junto a un par de botas altas.
“Como esto me va a ayudar en el combate, solo mira esto ¡No puedo hacer nada sin que puedan lograr dar un vistazo debajo de mi falda o cosa esta!” Se movió un poco y dio unos golpes con una lanza y si, en efecto se le veía todo, cosa que pareció gustarle al trio de chicas.
“No es para tanto Mizusaki-kun, además esto fue idea de Doumeki. Es en venganza por hacerla llevar una minifalda… además eres modelo, ¿no deberías estar acostumbrada a cosas así?”
“Claro que no, además que clase de trabajos crees que hago, puede que lo olviden pero no tengo ni los 18 años, así que no puedo modelar nada así de provocativo… ¿¡Y tú que llevas puesto!? ¡Muestra algo de vergüenza!”

Ahora dirigían la mirada a la pequeña aventurera que llevaba unas sensuales medias negras que le llegaban a mediación de los muslos, un vestido de color naranja rojizo que de igual manera mantenía las cosas rayando en el género +18 apenas cubriendo su parte baja, unos guantes del mismo color y una enorme espada.
“No lo había pensado hasta ahora que lo mencionas, pero porque habrían de vestir de manera tan diferente las mujeres a los hombres cuando se trata de armadura, no es que sean menos vulnerables que los hombres” Dijo Doumeki mientras se levantaba (estaba tratando de echar un vistazo por debajo de la guapa modelo XP) “aunque si no va dirigido al género H, no creo que podamos ver demasiado”
Las dos animadoras se pusieron pensativas, tenía razón la hechicera. No mostrarían nada (en sus animaciones) que ellas no aprobarían. Pero por motivos de investigación hicieron un pequeño duelo entre ellas.

Asakusa atacaba con su espada de manera ágil y a pesar de inclinarse bastante y moverse como si no existiera la gravedad en lo absoluto, nunca pudieron ver por debajo de sus ropas. De igual manera la chica de la armadura azul atacaba incesante, usando su lanza para dar grandes saltos y atacar desde lo alto. Kanamori solo se limitó a sentarse por ahí y disfrutar la vista, a veces inclinándose un poco para tratar ver un poquito más... pero noto otro detalle importante “¿Cuánto pesarán estas cosas?” Pregunto en voz alta e inmediatamente ambas combatientes fueron devueltas de nuevo a la tierra, arrastradas por sus armas.
“Eso es otro detalle que no me deja tranquila, Kanamori-san. Mira esto” Mizusaki se paró sobre sus brazos y Asakusa la sostenía para que no cayera. “No es raro que a pesar de estar boca abajo ¿la tela de la ropa no lo haga?” Ambas animadoras se pusieron a pensar muy seriamente, otra vez la realidad les había dado un golpe de judo justo en la cabeza. No había manera que ellas dibujaran algo tan poco realista, dejando de lado que no querían caer en el fanservice barato.

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