Luego de cambiarme la ropa me reuní junto a los demás Bundras para iniciar nuestro entrenamiento. La entrenadora, explicaba el porqué la postura era vital para no fallar y todos comenzamos a corregir pequeños detalles en nuestra manera de apuntar y concentrar el poder en el arco. A mi lado esta Nate, quien a sido mi mejor amigo desde que tengo memoria. Es muy bueno controlando el Buldor, pero siempre falla en una cosa.
- Nate deja de hacer esos gestos- dijo la entrenadora.
Reí al ver el gesto que hacía, lo que provocó que yo perdiera todo el avance que tenía. Así que ambos volvimos a intentarlo.
- No separen demasiado las piernas, estén derechos y cierren los ojos mientras apuntan con su arco.
Hice lo que ordenó, pero antes de cerrar los ojos miré a Nate y estaba comenzando a hacer los gestos de nuevo. Comenzó arrugando un poco la nariz y cerrando los ojos con fuerza.
- Relájate- le dije entre risas.
Nate: Es difícil no hacerlo, si cierro mis ojos sin fuerza no se mantienen así.
- Debe ser por tanta energía que tienes, no me sorprende.
Entrenadora: Menos charla.
Cerré mis ojos y concentré la energía en ellos hasta que comenzó a tornarse de un naranja, logré visualizar el tronco frente a mi. Apunté al centro y cuando estuve segura solté la cuerda.
Entrenadora: Muy bien. Espero que lo logres a cinco metros más.
- ¡¿Cinco metros?!.
Entrenadora: Recuerda que en un tiempo tendrás que hacerlo con veinte metros de distancia. Nate, tú también lo has hecho bien, te quiero al lado de Car.
Suspire y me coloqué a cinco metros más de distancia. Nate se colocó a mi lado y antes de volver a cerrar sus ojos limpió el sudor de su frente.
- ¿Te pasa algo hoy?- pregunté- usualmente no emites tanta energía.
Nate: Es mi padre, no deja de exigir un mayor avance en mis habilidades.
- Ya tuvimos esta conversación...
Nate: Si, pero no deja de ser un fastidio.
- Entonces continúa entrenando, ambos sabemos que en algún momento serás lo que él espera. No es algo de lo que te debas preocupar de más.
Nate: Tienes razón, sólo debo dar un mayor esfuerzo.
Entrenadora: Recuerden que su poder no es nada si no lo logran controlar a la perfección.
Cerré mis ojos de nuevo y levanté mi arco. Luego de respirar profundamente, concentré el Buldor en mis ojos y cuando todo se volvió un poco más claro, un estruendo provocó que perdiera la concentración.
Abrí los ojos inmediatamente y miré hacia todas partes buscando la causa del ruido, el cuál cada vez era más alto. Entonces todos comenzamos a cubrir nuestros oídos y nos reunimos. Todos parecían estar igual de perdidos que yo, pero la entrenadora, más que estar extrañada por la situación, estaba aterrada. En sus ojos era claro el temor, como si conociera a la perfección aquel sonido del que yo nunca había sido testigo hasta ahora.
El ruido se detuvo, no fue hasta aquel momento que los gritos afuera se hicieron presentes.
- ¿Qué sucede?- le susurré a la entrenadora. Sin embargo, no era la única que pensó en preguntárselo.
Todos comenzaron a entrar en pánico y ella en un intento fallido de calmarlos gritó que no debían temer. Pidió que hicieran una fila y salieran en orden del lugar. Pero solo unos cuantos, incluyéndome, lo hicieron. Unos corrieron hacia la puerta y otros simplemente se quedaron en el suelo siendo incapaces de moverse.
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86
Mystery / ThrillerUn mundo distinto habitado por todo tipo de seres que solían ser desconocidos. Nuevos mundos y habilidades, pero de todos ellos él me eligió a mi y juró protegerme de todo, incluso de él. Descubre los nuevos mundos, cada uno totalmente distinto. Pr...