Uno🌻

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Levantarse para un día nuevo siempre es bueno, ver los rayos del sol entrar por tu ventana iluminando tu rostro siempre será bueno. 

Tus ojos te están regalando otro día más de vida, y siempre hay que estar agradecido de ello.

O eso es lo que siempre decía Soobin, levantándose después de un día difícil de entrenamiento, para cumplir sus metas de ser un cantante, para mostrar su gran talento a miles de personas. 

Él había estado ensayando el mismo baile una y otra vez, desde hace más de 3 meses, estaba harto pero feliz, feliz de haber entrado a una de las empresas más importantes de Corea.

Sus amigos hacían los ensayos menos cansados, reír con ellos por horas mientras ensayaban, hacían las horas cortas como si fueran minutos, adoraba a esos chicos.

El joven chico estaba arreglando sus cosas para salir e ir a la empresa de nuevo, eran las 6:00 am, y tenía que llegar allá a las 7 am, porque si llegaba tarde, posiblemente tenga un castigo por su demora.

Ya cuando el alto chico estaba listo, se dispuso a salir buscando a su amigo fuera de su casa ya que, este le dijo que lo esperaba ahí. Mordiendo sus uñas nervioso porque quizás lleguen tarde, comenzó a caminar con su mochila al hombro, hacia mucho frío pues estaban a vísperas fechas festivas navideñas, hace días había cumplido años e consigo llegaba una gran chamarra que le había regalado su mejor amigo menor, el chico de cabellos azaches se dispuso a estar volteando a todos lados sin encontrar a su amigo, soltó un suspiro provocando que un vapor saliera de su boca.

— Choi Beomgyu, gracias por dejarme plantado de nuevo.—.dijo decepcionado metiendo sus manos en sus bolsillos caminando para ir a la parada de bus.—Me temo que tendré que irme solo, ya que no respondes las llamadas.

—¿Tú con quien hablas, loco?.—.se escuchó una sonora risa que pertenecía al chico de cabellos oscuros un poco más bajo que él, provocando que el mayor saltara por la sorpresa al escuchar una voz detrás suyo.—Te está haciendo daño ver tantos dramas

—Bobo, me asustaste.—.respondió golpeando su hombro con un puchero en sus labios y después rió.—Creí que me habías dejado

—Lo siento, no encontraba a mi loro en mi casa, al final me di cuenta que estaba en su jaula durmiendo.—. Volvió a reír caminando a su lado para ir a la parada de bus.

— Se supone que ahí debe estar siempre, ¿No?

—Siempre está fuera, pero ahora se quedó ahí dentro.

— Eres raro, que excusa tan tonta. Sólo di que te quedaste durmiendo.

— No es ninguna excusa tonto, ya quisiera estar durmiendo, ¿no has visto mis ojeras? Debo colocarme casi tres kilos de maquillaje.—.respondió muy molesto llegando ambos a la parada de bus.

—Si, claro. Como tú digas.

Ya eran las 6:40 AM y el bus aún no llegaba. Un tembloroso chico alto estaba sentado en la banca de espera con unos paquetes blancos en sus manos tratando de buscar calor, mientras el chico de su lado no dejaba de expulsar vapor de su boca.

— Beomgyu, tenemos que buscar otra manera de irnos, faltan 20 minutos, no llegaremos si nós vamos caminando.—.dijo preocupado con sus ojos almendrados casi cerrados por el fuerte aire de frío que golpeaba su rostro.

— Busquemos un taxi, quizás salga mas caro, pero es mejor eso que llegar tarde—.dijo el chico sacando su celular. El pelo negro asistió rendido tratando de aun obtener calor.

Después de unos minutos el taxi llegó llevando a estos en el lugar de entrenamiento, al llegar a su destino, pagaron y bajaron corriendo directo a la puerta, e los permitieron entrar mostrando unas tarjetas. Al estar dentro, fueron en busca de sus demás compañeros para ir con el entrenador, abriendo la puerta y suspirando fuertemente de el adulto aún no llegaba, llegaron acostándose en el suelo ambos suspirando causando risas a los dos chicos que se estiraban.

—Creo con esa carrera bajaron 5 kilos cada uno.—.se burló el chico de ojos afilados como un felino parándose quedando de pie mirándolos con gracia.

— ¿Por qué vienen así? El entrenamiento empieza a las 7:30 am, ¿no recuerdan?.—.El chico castaño soltó un suspiro al estar estirando sus piernas en el suelo.

—Oh mierda, olvide decírselo a Soobin.—.sonrío rascándose la nuca.

—Ugh, a veces me da ganas de cortarte el cuello.—.dijo el alto incorporándose y mirando a los demás chicos.— ¿Por qué ustedes están aquí a esta hora entonces?

— Pues, queríamos platicar de unas cosas que tenemos pendientes entre nosotros dos.—.dijo el mayor de todos mirando fijamente a Taehyun.

—¿Sobre qué? .—.preguntó Beomgyu dejando su mochila en el suelo pegado a la pared.

— No podemos decirte, pero ya lo resolvimos, no te preocupes.—.suspiró Taehyun levantándose mirando a ambos chicos.

—No estoy sastifecho con esa respuesta pero de acuerdo.—.dijo respondiendo al otro chico comenzando a estirarse para calentar.

—Soobin, ¿No te enteraste? Que ya no seremos 7, sino seremos...—.le interrumpió el alto mirándole 

—Ya sé, cuatro—.miró al chico negar con su cabeza.— ¿Cuántos entonces? Se supone que ya escogieron a todos los integrantes para comenzar a la última fase de esforzarnos pero ahora como grupo.

—Seremos cinco, y va a ser confirmado, seguro conoces al chico, es muy divertido.—.sonrío Yeonjun tomando un poco de agua.

—Eso espero, porque con ese chico viviremos más de 7 años con él. No quisiera que fuera alguien malo, no me refiero de su talento, sino de carácter.

—Para nada, incluso es mayor que tú, no te preocupes.

—Está bien...



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🌻EN EDICIÓN🌻I'll be your eyes🌻SookaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora