Safe With Me [Jikook/Kookmin]

capítulo 1.

Jimin se encontraba en medio de su habitación alistándose para su primera entrevista de trabajo. Recién se había graduado de la escuela libre de psicología y la oportunidad de trabajar en una universidad tan prestigiosa como lo era aquella era un gran paso para su vida profesional.

Estaba nervioso, no quería arruinarlo, sabía que tenía las capacidades para lograrlo pero también sabia que los maestros y directivos podían ser muy exigentes y duros con él, al final de cuentas, no tenía experiencia laborando, era su primera oportunidad de empleo y sus posibilidades eran bajas, pero aun así, no perdía nada con intentarlo.

La vida de Jimin nunca había sido complicada, había crecido en una familia con una economía bastante estable, su madre era diseñadora profesional de interiores y trabajaba con marcas de alto lujo, las cuales no dudaban en contratarla al ver su gran talento, por otro lado, su padre era el director ejecutivo de The Luxury Colection, una de las cadenas hoteleras más grandes al rededor del mundo.

Asistió a las mejores escuelas y sus calificaciones siempre fueron impecables.

Pero a pesar de todo eso, Jimin siempre buscaba hacer las cosas por su cuenta, no quería que sus padres le facilitaran la vida, quería crear su propio futuro. Así que, tan pronto como entró a la universidad, decidió vivir solo, sus padres le consiguieron un departamento para nada sencillo y le mandaban dinero cada mes para solventar los gastos tanto de la universidad como propios, en lo que conseguía un trabajo con el que pudiera mantenerse solo.

Siempre contaba con su apoyo, y a pesar de que no los veía con frecuencia, nunca faltaba un llamada telefónica por parte de ellos para saber cómo se encontraba.

Lo sabía, él podía hacerlo.

Así que salió rápidamente de sus pensamientos y miró su reloj, cuyo color hacía juego con su corbata color azul marino, eran las 7: 00 a m.

Su entrevista estaba programada para las 8: 00 a m, la universidad le quedaba aproximadamente a 20 minutos en auto, y tomando en cuenta el tráfico de la mañana, y los 10 minutos de anticipación con los que debía llegar, dio un último vistazo a su aspecto en el espejo antes de tomar sus llaves colgadas a un costado de la puerta principal y salir.

La vialidad estaba tranquila, pero a pesar de ello, un accidente automovilístico había hecho que llegara casi justo a la hora acordada.

Aparcó rápidamente el Audi negro cerca de la entrada y se dirigió a la recepción, donde una chica de piel clara con lentes de armazón oscuro le atendió.

—Buenos días señorita.— dijo un poco agitado.

—Muy buenos días, ¿En qué puedo ayudarle?—la chica esbozó una sonrisa.

—Tengo una entrevista de trabajo a las
8: 00 a m, mi nombre es Park Jimin.

—Claro, permítame un momento.

Jimin sintió un leve rubor asomarse por sus mejillas mientras la chica tecleaba algo en su computadora.

—Claro, en un momento su entrevistador lo llamará, está con otro candidato, pero puede tomar asiento mientras lo espera.

—Muy amable, se lo agradezco— Jimin miró su reloj, 7: 49, bien, justo a tiempo.

Miró a su alrededor, encontrándose con chicos al parecer un poco mayores que él sentados en la pequeña sala que se encontraba afuera de las oficinas. Seguramente también venían a las entrevistas.

Encontró un asiento vacío y se dirigió a él haciendo una leve reverencia mientras pasaba frente a los demás, a lo que ellos le devolvieron el saludo inclinando la cabeza.
Antes de poder pensar en otra cosa, un remolino se hizo presente en su estómago cuando la puerta de una de las oficinas se abrió de repente, dejando salir a un chico de unos 23 años con un aire de decepción en su rostro; no había conseguido el trabajo.

—¿Park Jimin?— Un hombre mucho más alto que él dirigió su mirada hacia todos los presentes buscando al nombrado en la lista que minutos antes la chica de piel blanca le había dado.

—Soy yo.— Al momento, Jimin se levantó de su lugar y se dirigió hacia donde el hombre se encontraba.

—Pasa por favor.

Una vez adentro, el hombre le indicó a Jimin que tomara asiento, mientras que el primero rodeaba el enorme escritorio quedando frente a él.

Jimin asintió y rápidamente examinó la escena, encontrándose con una amplia oficina cubierta en su mayoría por estantes llenos de libros y muebles de madera, muy rústica para su gusto, pero aún así, no dejaba de ser elegante y lujosa.

—Mi nombre es Eun Woo, soy el director general del instituto.— El hombre se veía 4 o 5 años mayor que él, tenía la piel sumamente blanca y lisa, tenía un sonrisa de lado a lado dejando ver sus paletas alineadas y perfectas. Daba un aire de confianza y humildad, pero Jimin no quería confiarse.

—Un gusto, mi nombre es Park
Jimin— éste sonrió esperando que Eun Woo no notara lo nervioso que se encontraba.

—He leído tu currículum, es realmente bueno, las mejores calificaciones de tu generación, vienes de una excelente universidad, pero, ¿Has tenido experiencia laboral?— Eun Woo lo miró fijamente.

Jimin sintió un balde de agua fría.

—N-no, pero hice servicio social con un profesor de mi facultad, lo asistía en sus clases y varias veces tomé su lugar cuando él se ausentaba, los directivos lo decidieron colocar en mi currículum como horas trabajadas, así que...

—Bien, y dime, ¿Por qué te gustaría trabajar para nosotros?

—Siempre me ha gustado ayudar a la gente, en especial a las nuevas generaciones, me parece de suma importancia prestarle atención a los problemas por los que atraviesan los estudiantes; en especial porque éstos influyen en su vida académica, ellos son el futuro de nuestro país y, los mayores están tan ocupados en sus asuntos que no ven la gravedad de la situación por la que atraviesan los jóvenes, además, su universidad alberga a más de 2,000 estudiantes, es una gran oportunidad.— Jimin se sorprendió, no creía que esas palabras salieran de su boca, pero lo que había dicho era cierto.

—Me gusta, eres joven, creativo, sincero, inteligente, perfecto, lo que estamos buscando— El hombre lo miró unos segundos más, y después de la larga espera se levantó de su lugar y le extendió la mano. —Nosotros te llamaremos Park Jimin, un gusto.

Jimin sintió un poco de decepción, creía que lo aceptarían en el momento en que Eun Woo había dicho que era perfecto, pero aún así, estrechó su mano y le dio una amplia sonrisa.

Hizo una leve reverencia y salió de ahí.

—Muchas gracias, un gusto conocerlo, con permiso.

Mientras esperaba en un semáforo en rojo, su teléfono comenzó a sonar insistentemente, sabía que sus amigos estarían preguntando.

Antes de su entrevista, sus mejores amigos le habían mandado mensaje desde muy temprano para desearle toda la suerte que pudieran, siempre había contado con su apoyo y en este momento no fue la excepción.

Tomó su teléfono y lo desbloqueó.

Una leve risita salió de sus labios al leer los primeros mensajes que tenía por parte de sus mejores amigos.

Esperó a llegar a casa y tan pronto como entró a su apartamento, comenzó a contestarlos.

Tenía al rededor de 10 mensajes preguntando si lo habían aceptado, si había conseguido el trabajo, y después de haberles explicado la situación, en automático sus amigos se ofrecieron a ir a su casa a apoyarlo.