Safe With Me [Jikook/Kookmin]

Capítulo 11.

—Kook.— una suave mano se posicionó en su hombro.— Despierta, ya terminé.— después de unos segundos, el menor comenzó a abrir los ojos.

—¿Y-ya?

—Si.— Jimin lo ayudó a levantarse.
—¿Pudiste dormir algo?

—S-si.

—¿En verdad quieres ir a mi casa? Lo podemos pasar a otro día.— Jimin dijo al notar los signos de cansancio.— Puedo llevarte a tu casa, aún te ves exhausto.

—No no, yo quiero ir.

—¿Estás seguro?, No me import...

—No quiero estar en mi casa Jimin.— el pelinegro lo interrumpió delicadamente.—Quiero estar
c-contigo...p-pero si no es posible, lo entenderé.— aceptó con la mirada triste.

—Nunca digas eso Kook.— Jimin acortó la distancia acariciando su mejilla.—A mi también me gusta estar contigo, así que, ¿Qué película elegirás?— Ambos sonrieron.

Después de haber comprado todos los dulces que pudieron encontrar en una tienda, ambos jóvenes llegaron a la casa del mayor, el último le enseñó por completo el apartamento a Jungkook y se dirigieron al living donde el pelinegro eligió una pelicula de terror, Jimin también las amaba, por lo que no fue difícil decidir.

La habitación era bastante grande, el cómodo sofá cama se colocaba frente a una pantalla aún más grande que la que se encontraba en el cuarto del mayor.

Ambos chicos se acomodaron uno a lado del otro y se cubrieron con una manta con todas las golosinas encima.

En ese momento, era la primera vez que Jimin notaba algo diferente en Jungkook. No vio miedo, ansiedad, preocupación.

Al contrario de eso, sus ojos reflejaban tranquilidad, felicidad, y eso fue suficiente para que el corazón de Jimin se encendiera.

—¿Qué?— Jungkook miró al contrario al sentir sus ojos sobre él.

—Nada nada, es que... te ves muy lindo cuando sonríes kook.

El chico se quedó inmóvil.

—¿Q-que d-dices?— La cercanía entre ellos era evidente a consecuencia del frío que había en la habitación.

—Que me gusta verte sonreír.— Jungkook se ruborizó al instante sientiendo su corazón latir a mil por hora.

—Jim...

No supieron en qué momento ambos rostros se encontraron tan cerca al punto de poder sentir la respiración del contrario.

La tensión en el ambiente subió tanto que les costaba incluso respirar, pero no les importaba.

Se sentían a gusto estando juntos, hasta que algo cortó aquella cercanía que los unía.

Una notificación.

Era un mensaje de su mamá.

El sonido del teléfono hizo a ambos chicos separarse de repente con cierto nerviosismo por lo que acababa de ocurrir.

El menor tomó con torpeza el teléfono mientras Jimin se levantaba para prender la luz y pausar la pelicula que, claramente, ya habían dejado de ver.

—L-lo siento.

Con las manos temblorosas, el mejor tomó el móvil y lo revisó.

—M-me tengo que ir Jimin.— dijo Jungkook levantándose.— Gracias por esto.

—¿Crees que voy a dejar que te vayas solo a esta hora?— Jimin se cruzó de brazos en modo de protesta.—Yo te llevaré.— El rubio tomó su chaqueta.