Un nuevo mundo

86 8 0
                                    

Actualidad

      - ¿Cuánto tiempo lleva así? – una voz sonaba en el fondo de mi cabeza

Esta vez ya no estaba en el cuarto blanco, en el espacio de luz, estaba en un lugar obscuro. Podía escuchar ruido alrededor de mi, pero no podía ver nada.

      - Un rato, no ha abierto los ojos – dijo otra voz

Ese debe ser el motivo por el cual todo se ve tan obscuro aquí, no tenia los ojos abiertos, pero por un motivo que aún no comprendía, no tenia la fuerza para abrirlos.

      - Sigue un poco débil, ya sabes que la transición es fuerte – dijo la primera voz – démosle unos minutos más, el otro individuo ya despertó, vamos a checarlo.

¿Mario? Estaban hablando de Mario. De verdad intente abrir los ojos, reaccionar un poco y poder ver lo que estaba pasando, estar consiente y presente, pero me sentía muy cansada, los parpados me pesaban y mi cuerpo se sentía sumamente débil.

       - Quizá deba dormir un poco más – pensé y sentí como automáticamente mi cuerpo se apago

Todo esto estaba siendo sumamente confuso para mi, en un momento estaba en mi casa, festejando mi cumpleaños 16, y de repente estaba en un cuarto extraño que se convirtió en la casa de mis abuelos, y vi a mi abuela, todo parecía tan real. Y de la nada estoy en otro lugar, sintiéndome tan débil que no podía abrir los ojos nisiquiera pensar en hacer algo más que dormir.

No sé cuanto tiempo más dormi, pero si sé que al volver a recorbar la conciencia ya no me sentia tan debil como la última vez. Podria haber dormido 10 minutos o 10 años.

      - ¿Cuánto más tardara en despertar? – esa voz era familiar, por fin una voz familiar que no era mi imaginación, Mario

- No lo sé, debería estar despierta ya – dijo la primera voz que escuche hace rato

      - ¿y entonces? – Mario preguntó

      - Bueno, obviamente tú estas más fuerte, seguramente llegaste mucho menos débil de lo que ella llego. Démosle unos minutos más, le vamos a dar mas vitaminas – dijo la primera voz y comenzaba a escucharse más lejos

      - ¿Nos puede escuchar? – la voz de Mario ahora se escuchaba demasiado cerca

      - Si, se supone que si – aseguro la primera voz

      - Ok, ¿Val? – Mario decía suavemente – ya quiero que despiertes y veas todo lo que hay aquí, te vas a volver loca. Estoy seguro que amaras este lugar – sentí su mano tomar la mía

En ese momento sentí un escalofrió recorrer mi columna, esto provocado por la diferencia de temperatura entre su piel y la mía, mi piel parecía sumamente fría alado de la suya, la diferencia fue tan impresionante que abrí los ojos de golpe

      - Val – dijo Mario sorprendido

Mis ojos tardaron en adaptarse a la luz, de hecho creo que no lograron adaptarse al 100%, me molestaba mucho tenerlos abiertos, era como si la luz de este lugar provocara un ardor y picazón terrible.

       - Hola – le dije cerrando y abriendo los ojos

      - No hagas eso – me pidió – te van a poner unos lentes especiales

Una persona, alta, muy alta, su piel parecía demasiado blanca pero no podía verlo bien, las lagrimas provocadas por el ardor no me dejaban ver.

      - Mantén los ojos abiertos, puede ser que te incomode unos segundos, pero veras que podrás ver mejor – me indicó – ahora ciérralos para que tus ojos se adapten al lente, por favor, no los abras hasta que te lo indique

ResilienciaWhere stories live. Discover now