Día 4

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Día 4: Omegaverse

La relación de Tanjiro y Zenitsu no solía ser aprobada por las personas que los veían interactuar, cada vez que Tanjiro daba una muestra de cariño los murmullos no se hacían esperar. Zenitsu solía deprimirse ya que era el más afectado al tener una gran audición que alcanzaba escuchar los murmullos de la gente. 

Tanjiro al notarlo tendía a llevarlo a otro lugar y llenarlo de mimos. Odiaba oler la tristeza de su pareja.

Los prejuicios de la gente eran horrorosos para simples personas que solo buscaban amarse.

Tanjiro ya había olvidado la cantidad de veces que decían que debía terminar con Zenitsu y buscar otra pareja. Como Kanao, una bella beta. Pero solo la veía como una amiga y ella igual. 

Tanjiro a veces se lamentaba no ser una alfa y ser un beta. Así no señalarían su unión pero todas esas veces su hermana Nezuko lo golpeaba con su mano reclamándole con gestos que eso era estúpido, pues Zenitsu eso no le importaba.

A Zenitsu le rabiaba cuando las personas le decían que debía conseguirse un alfa, que deberían de dejar al beta e intentar con Inosuke, un alfa amigo suyo o que si deseaba ser parte de la familia Kamado que estuviera con Nezuko, única alfa de la familia de su pareja. 

Pero Zenitsu le dolía cuando murmuraban cosas horribles de Tanjiro cuando él no las merecía. Tanjiro era un sol y su pareja.

La mayoría decían que un alfa debía estar con un omega y viceversa, y un beta y una beta deben de estar juntos. No debían de quebrantar esa ley invisible porque era incorrecto y era pecado. 

Muchas personas habían dicho que debían terminar con esa aberración de relación, algunos proponían ejecutarlos en la hoguera. Pero también sus allegados más cercanos abogaban por ellos reclamando que tenían ideales anticuados y cretinos. 

Ante un intento de asesinato por parte de los mayores del pueblo, decidieron huir de ese lugar con ayuda de sus amigos. 

Tanjiro y Zenitsu huyeron de se lugar dejando a su familiares y amigos para poder ser libres de amar sin ser juzgados. 

Lejos del pueblo se asentaron en una montaña cerca de un pueblo tranquilo y más moderno. Ahí pudieron ser ellos y amarse como una pareja normal. 

Porque en su nido de amor no importaba que uno fuera beta y le otro omega, solo importaban ellos.



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