Capitulo 4

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Capitulo 4

Fluke no estaba seguro de que el club de Ohm ya hubiera acabado su entrenamiento, pero cuando él llegó, ya se estaba poniendo los zapatos de calle.

El viaje en autobús duró veinte minutos y, después de bajarse en la parada, anduvieron durante otros tres minutos hasta el piso de Ohm, que estaba en el séptimo piso de un edificio de ocho plantas. Fluke había estado ahí muchas veces, pero ni en sueños había imaginado que un día estaría yendo para tener sexo con Ohm. Empezó a marearse. Durante el camino apenas habían hablado, y se notaba la tensión entre ellos.

-¿Quieres darte una ducha primero? -preguntó Ohm, como si estuviera acostumbrado a esto-.

Fluke lo que quería era echarse a llorar. Parecía que el único que estaba nervioso por lo que iban a hacer era él.

-¿Fluke? No pongas esa cara tan triste. Relájate y déjamelo todo a mí. No haré nada malo, ¿ok? -Ohm apoyó su cabeza sobre la de Fluke y le abrazó-.

A Fluke casi se le escapa un grito. Ese gesto era como una ilusión de ser amado. Empezó a sentir pánico y de repente quiso huir. Sabía que Ohm no sentía lo mismo que él. Fluke no era el objeto del afecto de Ohm, pero aún así le trataba con tanta amabilidad... Ohm le trataba con tanto cariño que Fluke casi podía malinterpretarlo.

-¿Re... realmente vamos a hacerlo? -Fluke no pudo evitar preguntar-.

-¿Qué? ¡Lo prometiste! -Ohm dijo acaloradamente mientras empujaba a Fluke hacia el cuarto de baño-. Tú primero.

Se marchó rápidamente y cerró la puerta al salir. Fluke se quedó mirando su reflejo en un gran espejo y suspiró. ¿De verdad estaba bien todo esto? Cuantas más vueltas le daba, más confuso estaba. Iba a acostarse con alguien a quien amaba, pero que no le amaba a él.

Se quitó el uniforme lentamente y vio que Ohm ya había activado el calentador del agua. Sonrió ligeramente y abrió el grifo de la ducha.

-Es un detalle viniendo de él...

Ohmi no sólo es popular por su físico, también le presta mucha atención a los detalles, pensó mientras ponía la cabeza bajo el chorro de la ducha.

Justo entonces vio una sombra acercarse a través del vapor. La sorpresa le dejó sin respiración por un momento. Rápidamente fue a cerrar el grifo, pero Ohm le agarró por la muñeca para detenerlo.

-¿Qué estás haciendo? -gritó Fluke-.

-¿Qué problema hay? -protestó Ohm-. Tomar duchas separadas es una pérdida de tiempo. Duchémonos los dos juntos.

Ni hablar, no voy a ducharme con él, pensó Fluke, nervioso.

No estaba preparado para enfrentarse a ohm aún. No importaba el tiempo que pasara, no estaba preparado, no estaba seguro de que lo estuviera algún día.

-¿Qué rayos te pasa? -dijo Ohm haciendo pucheros-. Eres tan frío. Vamos a tener sexo, ¿sabes?

-¡Y tú no tienes nada de tacto! -dijo Fluke-.

-¿Por? Es mejor que no tengas tiempo para pensarlo -señaló Ohm-, si te dejara solo seguramente huirías. Si te hago esperar en mi habitación mientras yo me ducho, te irías corriendo.

-No, yo... -Fluke no podía negar que no hubiera pensado en ello, había estado pensando en cómo detener a Ohm.

-Déjame que te lave yo -Ohm dijo, tomando una esponja-.

-¡No, puedo hacerlo yo mismo!

Pero era inútil resistirse. Tembló al sentir que Ohm le tocaba. Ohm se percató de que el cuerpo de Fluke se tensaba mientras frotaba todo su cuerpo con la esponja, desde la nuca hasta la espalda, luego el torso hasta el estómago, y luego...

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