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El vacío era lo único existente, la oscuridad había ganado su batalla contra la luz y por ello gobernaba la existencia. El universo carecía de vida alguna, ni de materiales que pudieran ser utilizados. La oscuridad permaneció vencedora durante mil años sin descanso, convencida de que su reino duraría hasta la eternidad. Sin embargo, la luz no había sido derrotada como pensaba, había estado durmiendo esos mil años, aguardando el nacimiento de su primer hijo. El gran dios Ankhseram nació de la luz y la vida, se dice que en cuanto fue creado, rompió la oscuridad negruzca y densa que había aprisionado a su madre. La oscuridad peleó fieramente, negándose a entregar el reino que consideraba suyo pero Ankhseram fue bendecido por la vida, dotándolo de un gran poder y resistencia. La batalla duró diez años, y fue entonces que Ankhseram maldijo a la oscuridad, el decreto que sería destruida en cuanto fuera tocada por cualquier rayo de luz, proviniera de él, de su madre o cualquiera de sus hijos, por lo que no podría vivir en su presencia. La oscuridad gritó enfurecida, negándose a creer que aquel ser tendría el poder suficiente para mantener esa maldición, ya que su débil madre había sucumbido ante ella.
No obstante, esas palabras estaban bañadas en la verdad. Ankhseram irradió rayos de luz desde su espalda, los cuales brillaron con la intensidad de mil soles. La oscuridad soltaba alaridos de dolor y suplicas de piedad, pero Ankhseram siguió castigándola, en venganza de su madre. Entonces la oscuridad tuvo que retirarse hasta lo más recóndito de la creación para poder sobrevivir.
Ankhseram se clamó victorioso y fue bendecido por sus padres con el poder de la vida y la muerte. Él ordenó que su madre se extendiera por la creación e iluminará cada rincón de ella para asegurarse de que la oscuridad no volviera a reclamar el trono de la creación. Utilizó su poder para llenar el vacío que la oscuridad había creado durante los mil años, ya que sentía pena por el mundo anterior que había perecido por la batalla entre la luz y la oscuridad.
De su sangre nacieron los ríos y los mares, de su carne nacieron la tierra y las montañas, de su aliento nació el viento y de su cabello nacieron los árboles y las plantas. Así es como nació Akna, la madre tierra. Pero Ankhseram no estaba satisfecho, quería que toda su creación, la Nueva Creación, fuera provechosa. Por ello, de sus dientes creo a los elfos, aquellos que se asegurarían de que los ciclos de la tierra y de las plantas se llevase a cabo, de sus huesos crearía a los gigantes, de su piel crearía a los dragones y de su corazón creó a los hombres, todos ellos serían bendecidos con alimento y tierra para vivir.
Ankhseram sabía que los hombres se volverían ambiciosos pues Akna estaba llena de cuevas que se convertirían en los palacios de la oscuridad, por ello, clamo a su madre y a su padre para que ellos le concedieran parte de su cuerpo para crear otra raza de seres que vigilarían su Creación y a los hombres. Ellos respondieron a su petición, su madre le entregó sus lágrimas y su padre su ojo derecho. Ankhseram los tomó y junto a su ojo izquierdo, dio vida a los dioses.
Los dos primeros dioses fueron llamados Zeref e Irene, ambos habían nacido de las fuerzas más poderosas del universo y por ello se les fue asignada una gran responsabilidad. Irene sería la encargada de llevar la luz de Ankhseram a toda Akna, a través del sol, se dice que incluso lleva consigo una parte de el, sostenida por un bastón de madera que nunca arde. Zeref sería el encargado de traer un poco de oscuridad a Akna, dando así pasó a la noche, de modo que todos los animales y los hombres puedan tener descanso. Temeroso de que la oscuridad asechara e influenciara a Zeref, Ankhseram le otorgo una esfera de luz que lo iluminaria a él y Akna durante el tiempo que se alzara en el cielo, esta proveedora luz nocturna sería conocida como Luna y por ello, Zeref sería declarado como dios de la noche. También nacería Grandeeney para mediar el tiempo en que cada uno proyectaría su poder sobre Akna, siendo reconocida como la diosa del cielo.
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I can only be happy in hell
FanfictionUA Mitología Griega • Ella era una Diosa novata que vivía bajo la estricta mirada de su madre. Resignada a vivir como un ave enjaulada, siendo admirada solo por la Diosa del Agua. Él era el Rey del Inframundo, destinado a vivir en la oscuridad y la...