Liam James, chico de al lado y un imbécil total, es el mejor amigo de mi hermano.
No lo soporto.Bueno, eso no es estrictamente cierto, por la noche veo un lado de él que nadie más ve.
Todas las noches, Liam se convierte en mi refugio seguro, mi pro...
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Debemos habernos quedado dormidos porque me desperté con Liam envuelto sobre mí.Miré su reloj.
¡Mierda, eran más de las nueve!Jake ya estaría en casa.Le di un codazo despierto.
Hey, me tengo que ir, son más de las nueve
dije, tratando urgentemente de desenvolverlo de mí.
Él gimió.
Diez minutos más, Ángel
murmuró adormilado.
Me reí
se veía tan lindo cuando tenía sueño.Me reí mientras le hacía cosquillas.
Liam, no es de mañana, todavía es de noche, pero me tengo que ir.¡Jake se preguntará dónde estoy!
Le expliqué, finalmente lo aparté y salté.Él gimió y me atrajo hacia él, abrazándome contra su cuerpo, sonriendo adormilado.Me reí.
¿Quieres parar? Tengo que irme
—dije, riéndome mientras me mordisqueaba el lóbulo de la oreja.
Sacudió la cabeza.
No, no quiero que te vayas
murmuró, mientras besaba mi cuello.
Lo empujé hacia arriba y él gimió.
Pero te voy a extrañar
se quejó, haciéndome reír aún más fuerte.
“ Te veré en una hora.De todos modos, tengo tarea que hacer,
dije, encogiéndome de hombros.
Suspiró derrotado.
Sí, yo también
admitió, haciendo un mohín ligeramente.Salí de su cama y fui a la puerta.
Hey, espera.Te acompañaré. Él agarró mi mano mientras caminábamos por el pasillo.
Metí mi cabeza en la sala de estar.
Adiós, Pat.Adiós, Rick
llamé.
Adiós, cariño
respondió Rick, sin apartar los ojos de la televisión.
Pat me sonrió.
Adiós, Amber ¿Se divirtieron ustedes?
Preguntó ella, guiñándome un ojo.Me sonrojé como loca y asentí sin estar segura de que mi voz saldría si intentaba hablar.Liam puso los ojos en blanco y me llevó a la puerta principal, donde me empujó ligeramente contra ella y me besó hasta que me mareé.
" Te veré a las diez y media, ¿de acuerdo?
Susurró, acariciando mi mejilla.
Caminé rápidamente hacia mi casa, volviéndome para sonreír a Liam mientras entraba por la puerta principal.Bendito sea, estaba parado en su porche revisando para asegurarse de que llegué a casa a salvo y vivo como a treinta pies de él.
