×CAP 3×

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_Disculpas. Lo que todos necesitan cuando tienen rencor en su corazón. Una madre es cómo un hermano solo que con más potencia. Hablemos de los hermanos esos seres juguetones que nos pueden llegar a quitar la paciencia en muchas ocasiones, esas personas que van detrás de nosotros a copiar todos los movimientos que hacemos, algunos pueden ser una figura de autoridad, como una mascota o quizás ni siquiera los soportemos, la cuestión es que tendremos que tolerarlos hasta que acabe esa lucha constante ya que no podemos vivir en odio, sí no, imagina cuan infelices seríamos... Solo espero llegar a perdonarme a mí por esto. -

---Diing-Dong---

-Sonó el timbre ensordecedor de la mansión. -

_Me levanté del lugar en que estaba. Pensé que mi madre iría hacia la sala de estar para abrir la puerta, pero como no lo hizo, yo me asegure de abrir. En cuanto abrí escuché una voz demasiado particular. -

- ¡Hola cariño! ¿Como estás?- Era mi abuela, la mamá de mi padre, no la veía desde lo que pasó con él.

_Hola abuela, estoy bien. Pasa. - Era claro que mentía, me había pasado algo demasiado terrorífico, no tenía de otra que ser correcta ante mi abuela ya que en cualquier instante podía bajar mi madre, sería todo un desastre si se llegara a enterar que le dije algo de lo que había pasado.

-¿Donde está Gabriela? - Se refería a mi madre. Quizás fue muy directa.

_ Supongo que está en su cuarto. - Bajé la mirada y esperé a ser ignorada e irme a mi cuarto.

-¿Qué le ocurre Leilany? - De repente me preguntó eso. Pensé por algunos segundos y respondí brevemente.

_No me creerías si lo llegara a decir. - Ella me miró fijo y señalo el piso de arriba, haciendo referencia a que quería charlar conmigo en el cuarto.
Al llegar, tomó asiento esperando mi verdadera respuesta.

_Abuela, no estoy nada bien, ya estoy delirando. Ellos dos son una completa pesadilla, extraño verte. - Mi abuela sabía claramente a qué era a lo que yo me refería, ella se enteró por alguien, hasta el momento no sabía quien pero esa era la razón por la cual no la veía hace mucho tiempo.

-Mi niña, aquí estoy, para esto mismo, quiero que estés bien. - Ella me dio un cálido abrazo y me había dicho que le contara más.
Pasé varios minutos hablando cosas negativas de mi tío hasta que llegó el momento de explicar qué había pasado para que él acabara en el hospital.

_Y... Bueno, yo no sé qué pasó pero ella me dijo Sebastían, en ese momento temblé demasiado, era muy inusual que me dijera el nombre de mi padre. Recuerdo que 16 me habló, él me defendió de Ismael pero hoy me hizo daño, tenía un rostro muy feo y me rasguñó. - Sabía que mis palabras en cierto punto eran incoherentes pero ella intentó comprender lo más que pudo.

-Espera Leilany ¿Quien es 16 y donde la lastimo? - Dijo nerviosa.

_No lo sé. Sí comprendo que es real pero me a estado diciendo Leisha, eso pasa solo en el sótano, hoy llegó a mi cuarto pero las heridas se desvanecieron en cuanto pedí ayuda, creeme que fue doloroso, por favor creeme. - Le dije mientras tomaba sus manos.

-Tan pequeña. - Estaba con una expresión triste pero no obstante parecía muy segura de lo que decía, casi tanto que llego a sospechar de que sabe de quien hablo.

_¿Me crees? - Ella afirmó con su cabeza pero segundos después se levantó y se fue en dirección del cuarto de mi madre. Es muy obvio que no iré tras de ella.

-Deje de llorar y vamos al sótano. - Mi abuela de dijo esas amargas palabras a mi madre.

-Bien. - Respondió.

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⏰ Última actualización: May 05, 2020 ⏰

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