🖇️; Historias Con Jimin.

¿Te volveré a ver? 2

La pequeña niña se alejó de el de una mi manera brusca, con miedo y muy desconfiada. Camino rápido hacia atrás sin dejar de ver a aquel hombre que tenía en frente, para vigilar si hacia algún movimiento. De pronto chocó contra la pared, soltando un quejido por el pequeño golpe en su espalda.

Vió como este sonrió y empezó a acercarse a ella, con sus manos hacia adelante, como si la fuera a tomar. No dudó un minuto y busco algo con la mirada, por suerte halló un florero vacío a su lado que estaba posicionado en la mesita de madera al lado del sofá.

- N-no te acerques! Juro que te golpearé si lo haces maldito, no te tengo miedo! ─ Exclamó la joven asustadiza mientras sostenía el jarrón en su mano apuntando a Jimin.

─ Cariño, te vas a lastimar. Suelta eso si? No pienso hacerte daño alguno. ─ Dijo mientras se acercaba dando pasos lentos hacia ella, e intentaba sacarle el jarrón.

Esta atenta a sus pasos, le dió un golpe en la mano del mayor, el cual le causó un gemido de dolor. Ella solo dejó el jarrón y corrió hacia alguna parte de la casa, tratando de esconderse.

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Pov Jimin ;

Maldita, la cabrona pegó un duro golpe en mi mano que causó sacarme un gemido agudo de dolor. Cómo era de esperarse de echó a correr, pero gracias a Drácula la casa es pequeña y para mí suerte está todo cerrado, incluyendo el ventiluz del baño. Ahora no se escapa.

Comencé a buscarla por la sala, la cocina, el baño, la habitación pero no hallaba rastro, no la veía por ningún lado. ¿Acaso se escapó? Da igual, debe estar escondida dentro de algún armario, típico no?
Me fui al baño y lleve mi mano golpeada para lavarla, tenía un pequeño rasguño provocado por el jarrón de vidrio. Lave la pequeña herida y puse una curita de ositos sobre ella. No se burlen, eran las que conseguí. Sequé mi mano y me fui al sofá, me senté y terminé de beber el café que estaba sobre la mesa. Jamás desperdiciaría un café.
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Pov T/N ;

Mierda! Creo que lo golpee muy fuerte, su cara lo expresó. De seguro me mata! Claro, su cuerpo es grande y se ve musculoso, no me gustaría recibir un golpe de el, así que decidí empezar a correr sin antes dejar el jarrón sobre el sofá. No sabía dónde meterme! Estaba todo cerrado y el lugar era pequeño, pero se me ocurrió la idea de meterme sobre una alacena vacía que estaba en la cocina. Entré despacio sin hacer ruido, cerré despacito la puerta y solo esperé.. esperé no sé qué cosa, tal vez a que se vaya a dormir para poder buscar las llaves e irme, aunque admito que daba mucho miedo salir.

( Fin del pov )
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Jimin, sentado en el sofá viendo la TV y disfrutando del programa, viendo como las chicas en bikini caían al piso mojadas y sus nalgas rebotaban. Eso era entretenido para el, aunque lo sería aún más tener a una de esas chicas en su cama.
Apagó la televisión y se acomodó en el sofá recostándose y dejó la luz de la sala prendida porque no tenía ganas de ir a apagarla. Cerró sus ojos y empezó a roncar como un motor de auto oxidado. ¿Se había dormido?

La joven que se encontraba encerrada en una alacena pudo oír aquellos ronquidos. Le pareció gracioso escuchar aquellos sonidos, eran inusuales. Aprovechó a salir de ahí, porque se estaba asfixiando y tenía hambre. No quería tocar nada de aquella casa, no era suya y además.. tremendo miedo de que aparezca algún bicho, la cocina estaba suciamente sucia. Salió de su escondite y empezó a caminar en puntas de pie, evitando hacer ruido con sus pasos, ya que el piso es de madera.
Se acercó a la misma sala donde ella había despertado y con mucho cuidado se fijó si el estaba dormido, y eso parecía. Caminó hacia ese lugar con preocupación escuchando los ronquidos del mayor cada vez más fuerte. Buscó las llaves pero no las halló por ningún lado, y con su cara de frustración se dio la vuelta y pensó en ir a buscarlas por otra parte. Cuando estaba por dar un paso, un fuerte golpe preveniente de afuera se oyó e hizo que la menor pegue un saltito y su corazón se acelerase. ¿Eso fue un disparo? Nunca había oído uno, pero sabiendo lo fuerte que se escuchó suponía que era eso. Su miedo incrementó, y empezó a temblar, además de que estaba muerta de frío al tener las piernas descubiertas, estar descalza en un piso tan frío, el miedo hizo temblar su cuerpo. ¿Y si alguien entraba? .. Nuevamente se escuchó otro ¡No me puede estar pasando esto a mi! Pensó la menor, cuando de pronto se escucharon otros dos ruidos seguidos pero estaban aún más cerca. Oh por Dios, me dará un infarto!!