Estaba sola en medio de la nada, en un bosque a casi las 11 de la noche. Estaba lloviendo a cántaros, el viento no eran tan fuerte, pero estaba por sufrir de ipotermia.
Estaba empapada sentada al borde de la carretera mientras lloraba, era lo que único que podía hacer. Me habían golpeado y maltratado tanto que ni me podía parar.
Traté de arrastrarme hasta abajo de un árbol, pero solo logré lastimarme.
De repente, siento que algo o alguien toca mi hombro.. tenía la esperanza de que sea alguien que venga a salvarme, pero solo había sido una rama estúpida que se había caído.
De todas formas mis esperanzas se habían ido, ¿Quién estaría en el bosque a las 11 de la noche? Nadie, solo yo.
Solo opté por llorar y llorar hasta tener mis ojos verdaderamente hinchados. Mis manos estaba inmóviles, mis piernas y torso junto a mis brazos temblaban del frío, sentía que en cualquier momento iba a morir. El frío en mi era verdaderamente potente.. Trataba de largar aire caliente para mis manos, pero ya era imposible.. mis ojos se estaban cerrando.
Mis ojos estaban entre abiertos, intentaba hablar para pedir ayuda aunque iba a ser en vano, pero quería intentarlo. Entre los árboles una sombra se acerca a mí, al parecer era un hombre. Sentí los pasos acercarse más y más con ligereza, hasta que escuché una .... Dulce voz.
-- ¡Madre mía! ¿Pero que haces aquí? ¿Estas viva? -Me tomó por los brazos moviéndome un poco a ver si reaccionaba-
-Solo abrí los ojos, no podía hablar ni moverme por el frío-
El hombre solo la tomó con sus brazos halzándola y la abrazó, caminó lo más rápido que pudo hasta una pequeña cabaña que quedaba a algunos metros de ahí.
Al llegar a aquella casita, el hombre la recostó sobre el sillón, le quitó la ropa mojada y le puso un buzo largo que cubría hasta un poco más arriba de sus rodillas y la tapó con una frazada de algodón, dejándola descansar.
Al cabo de unas pocas horas, la chica despertó encontrándose a un bello chico sentando frente a ella, mirándola fijamente.
- ¿Q-que hago aquí? -Se sentó en aquel sillón asustada-
-- Cariño.. al fin despiertas. ¿Que estás haciendo aquí? Pues te encontré en el bosque tirada bajo un árbol, estabas lastimada y empapada, pero te puse una prenda mía, espero que estés calentita.
- O-oh.. gracias, de verdad muchas gracias por haberme traído aquí, lamento haberte molestado... Ya me voy! -Quitó las frazadas de encima de ella y se iba a parar pero fue detenida-
-- ¡No! ¿Estas loca acaso? La cuidad está a kilómetros de aquí, está lloviendo y está oscuro, además andan animales salvajes aquí, y tú quieres salir y así vestida? No lo creo cariño. Mejor quédate aquí, mañana temprano te llevo hasta tu hogar.
- P-pero no te conozco! Me da miedo...
-- Pff, cariño no tengas miedo, no haré nada malo.. Por ahora -susurró-.
- Y-yo no confío en ti! Más te vale que no me hagas nada, se defenderme!
-- ¿A sí? Si supieras hacerlo no hubieras terminado de esta manera, tonta. -Se levantó y se alejó-
- ¡Oye a dónde vas! -Se levantó y lo siguió-
-- Quédate acostada, ya voy contigo. -Le dijo mientras servía una taza de café con leche-.
Ella solo le hizo caso y se fue al sofá pero sin arroparse, solo se quedó oliendo el bonito perfume que transmitía el aire, era una mezcla de vainilla y café.
De pronto apareció aquel chico con una taza de café y un aperitivo, se los dejó al lado de la mesa que estaba ubicada junto al sofá.
-- Disfruta, cariño.
- G-gracias... Amm.. ¿Cuál es tu nombre? -lo miró-
-- Me llamo Park Jimin. ¿Tú? -Se sentó en el sofá enfrente de ella-
- Yo soy... T/N... -Se encogió de hombros y tomó el café-
-- Lindo nombre para un ángel tan hermoso. Cuéntame que pasó para que terminaras en el bosque, ah? -Tomó su mano-
- Bueno.. había salido con mi novio a una fiesta y después de eso, él me dijo que me iba a llevar a un lugar especial, condució hasta afuera de la cuidad y yo le pregunté a donde íbamos, pero el solo me dijo que me calle. De repente frenó en el bosque... I-intentó abusar de mi.. y luego me golpeó porque yo no quise.. y me tiró a la carretera y se fue... Me dejó abandonada... Como a-a un perro... -Sus lágrimas cayeron-
-- Tsk. ¿De verdad le sigues llamando novio a ese animal?
- Es que ... No sé.. solo quiero llorar. -Se secó las lágrimas, pero luego vinieron otras-
-- No cariño, no es momento de llorar.
-Se paró y la tomó de las manos y la atrajo hacia el-
- Que haces suéltame -Dijo sin ánimos-
-- Solo cállate si? Tu voz me irrita. -La abrazó pasando sus calidas manos por abajo del buzo el cual no tenía nada, solo el sostén. Acarició su espalda haciéndole tensión a la chica poniéndola nerviosa, pero éste sólo hundía su cabeza en su cuello, sintiendo aquel aroma dulce que provenía de ella-
- J-jimin! Que piensas que haces? Suéltame. -Trató de alejarlo apoyando sus pequeñas manos en sus hombros, pero fue en vano-
-- Shh~ -Tomó las caderas de la chica y la apego a él, mientras iba abriendo su boca para clavar sus colmillos en su cuello-
-Intataba quitárselo de encima, pero su fuerza no era suficiente. Se dió cuenta de que este tramaba algo raro, así que gritó- ¡AHHH! SUÉLTAME!
-- Tranquila cálmate niña! -Pegó un salto y se percató de lo estaba por hacer-
