Me sobresalte al escuchar la alarma, como cada mañana, no quería levantarme estaba aún cansado, contra más duermes, más sueño tienes, dijo alguien una vez, y qué razón tenía. Pero esta mañana era diferente a las otras, el verano se acababa a pasos agigantados y con él, todo lo divertido y bonito de la vida.
Pero estaba muy confundido si creía que mi vida iba a volverse una rutina de lunes a viernes yendo a la universidad con mis amigos y el fin de semana estudiando o tomando algo con ellos, creía que iba a ser así pero entonces llegó, llegó el email...—Lorenzo, levanta, ya vienen tus amigos. —dijo, casi gritando mi madre.
—Voy madre. —dije para su tranquilidad.Me incorporé en la cama y suspiré, hoy iba a ser un día un tanto especial y a la vez raro y confuso. Íbamos a ver una universidad de pijos, para qué mentirnos, mi madre se empeñó en que debería ir a dicha universidad a estudiar, ya que había tenido la "suerte" de que me hayan aceptado. Tras examinar mis opciones, quizás era lo mejor, además mis dos amigos inseparables también iban, así pues no tuve que barajar muchas opciones, iban mis amigos, iba yo, así de simple, aunque la gente de allí era gente estirada, un tanto extraña, eso decían, allí iba yo a comprobarlo. Un chico con 19 años, con un aspecto de lo más normal, estatura media quizás algo más alto, con una piel de un color intermedio entre blanco y moreno, unos ojos verdes que tenían más de marrón que verde por desgracia, un cabello de color castaño claro y con una forma física normal, jugaba por diversión algún deporte a veces.
Me vestí rápido y bajé, no quería que mis amigos me esperaran por mucho tiempo, pero aún así llegaron ellos antes a mi propia casa que yo que vivía allí. Al bajar, allí estaban ellos Nick, mi mejor amigo, era parecido a mí salvo porque él tiene el cabello negro y más largo, un tono de piel más morena que la mía y unos ojos verdes, totalmente verdes a diferencia de mí, luego estaba Lexi, mi mejor amiga, rubia, con el pelo liso largo, de piel blanca, con unos ojos entre gris y azul, unos ojazos. Ambos con un cuerpo atlético, a Nick le venía más de constitución que de hacer deporte y a Lexi le encantaba salir a correr, a veces la acompañaba y eso ha hecho que no sea una bola, porque adoro comer y estar horas y horas con mi ordenador, solo me saca ella de casa para hacer ejercicio y me mata.—¡Buenos días mi gente! —dije para asombro de todos, y hasta mío demasiado emocionado.
—Que ganas tienes de ir a la nueva universidad. —dijo Nick levantando una ceja.
—Uf... increíbles. —nos echamos a reír los tres. —¿Y tú qué tal Lexi, con ganas?
—Sí, he estado mirando fotos por Internet del sitio, y es muy amplio, elegante y con un toque de misterio.
—¿Un toque de misterio?¿Quizás porque me hayan aceptado a mí sin tener una media de excelentes? —nos reímos Nick y yo.
—Quizás te necesitan en su club del chiste, por lo gracioso que eres. —dijo Lexi con una media sonrisa en los labios.
—Pues la deberían fichar a usted señorita. —la miré sonriendo y la abracé tras darle un beso en la mejilla, como saludo.
—Seguiría siendo mejor que tú hasta en eso. —me devolvió el beso y la sonrisa de maléfica.
—Bueno, tenemos que ir hablar con la directora y averiguar el porqué nos han querido dentro a los tres, quizás solo me querían a mí y les disteis pena vosotros. —dijo Nick riendo.
—Me creo más esa versión pero en Lexi, es mejor que tú, saca mejores notas, y nosotros solo vamos a darle apoyo moral y a matar a cualquier chico que se le acerque para que siga estudiando, piénsalo, vamos a ser sus escoltas veras. —dije guiñando un ojo a Lexi.
—Pues seguro, porque Nick ahí no entra ni con enchufe. —Lexi respondía mientras nos reíamos.
—Venga chicos debéis iros —interrumpió mi madre nuestra conversación. —U os llevaré yo.
—Vale madre mía, ya nos vamos, cuando me rechacen oficialmente porque se han equivocado, te llamo. —cogí la mochila, le dí un beso en la mejilla a mi madre y salí de allí.Estábamos en el coche, el viaje iba a ser largo, Nick estaba detrás escuchando música y mirando por la ventana, yo igual pero en el asiento de copiloto hablando de vez en cuando con Lexi, que era quien conducía.
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Yo no pedí ser esto.
Teen FictionTres amigos, emprenden su camino hacia la universidad, una de prestigio, misterio y leyendas. Dos de ellos van a cumplir una misión, descubrir la verdad, pero la verdad que van a descubrir quizás no es la que esperaban.