Yo no pedí ser esto.

¿Quién es más fuerte? (III)

Llegamos a lo que resultaba el epicentro de la fiesta, y allí estábamos los seis bailando, observaba todo a mi alrededor, tenía que fijarme en el más mínimo detalle. Dirigí mi mirada hacia unas escaleras que parecían llevar a la parte de arriba de la casa, pero allí abajo había un hombre que parecía de seguridad, cosa que me extraño, así que decidí preguntarle a Daphne que me dijo que arriba era donde dormían las personas de la hermandad donde estábamos, que solo podían subir ellos y sus ligues. Estuve distraído mirando las escaleras viendo como bajaba y subía la gente, se me tenía que ocurrir algo para subir y ver cómo era todo eso.

—¿Conocéis alguna chica de esta hermandad? —miré a las chicas.
—Sí, conozco a la líder. —dijo Daphne.
—¿Me la puedes presentar? quiero ver la habitación de juegos de arriba, que me han dicho que es una pasada. —dije riéndome.
—Creo que podría, pero es muy estricta, quizás no te lleve arriba, pero vamos te la presento. —me cogió de la mano y nos dirigimos hacia una chica alta, con el pelo corto, rubia, con una piel algo morena y con unos labios gruesos, parecía modelo —¡Leslie! —gritó y la chica se levantó y se abrazaron.
—Hola Daphne, has venido qué bien. —sonreían ambas.
—Te traje un regalo —me señaló, yo me limité a sonreír. —quiere ver la mansión por dentro, le dicho que era preciosa.
—Bueno, por ti enseñó esto a quien quieras.
—Es que es un chico nuevo, y le ha fascinado lo grande que era todo y le he dicho que tenéis una sala de juegos arriba y creo que quiere vivir allí. —ambas se rieron.
—Claro, ¿te gustan las máquinas de juego, entonces?
—Sí, me encantan todos los juegos, el billar, el futbolín, los dardos...
—Pues vamos a jugar entonces —sonreía y cogió la mano de Daphne y mía y nos llevó arriba.

Nos llevó a una habitación donde ponía "Games", abrió la puerta y ante mis ojos estaba la diversión pura. Al entrar no sabía a qué jugar, me encantaba cada juego que allí había. Me dirigí hacia donde estaba mi nuevo amor, un juego de coches con el sillón, pedales... todo, miré a las chicas.

—¿Me dejas jugar, por favor? —dije tímidamente.
—Claro, pero contra nosotras. —dijo Leslie y se pusieron en los otros asientos.
—¿Tengo que matar a alguien para formar parte de esto? porque lo haré si es preciso —ambas rieron.
—Si eres amigo de Daphne puedes venir a jugar cuando quieras.

Nos pusimos a jugar varias carreras y las ganaba, otra cosa no, pero los juegos me encantaban. Tras derrotarlas muchas veces volvimos abajo Daphne se fue con Leslie y yo a buscar al resto. Nick estaba en la barra pidiendo, fui con él. Le dije lo de la sala de juegos y flipó. Estaba pidiendo un cubata cuando el móvil me sonó, era Lexi.

—¿Dónde estás?
—Con Nick en la barra.
—Estamos delante, con unos chicos, ven por favor... —sonaba preocupada.
—¿Estás bien? —pregunté buscando donde estaban.
—No me dan confianza... venir...
—No te muevas ya vamos. —dije cogiendo a Nick y metiéndonos hacía la gente.
—Enzo... —Lexi gritó mi nombre y veía su brazo en alto, me dirigí hacia ella como un toro.
—Ya vamos —dije y en nada estábamos a su lado. —¿qué pasa? —la miraba a ella solamente.
—Esos chicos no paran de mirarnos y se acercan demasiado a nosotras, y se "tropiezan" encima nuestra, desde que se fue Nick —dirigí la vista hacia donde habían dos tíos imbéciles.
—Vamos a otro sitio.
—No podemos, Emma está con un chico que es amigo de esos.
—Pues la avisáis y ya joder. —estaba poniéndome nervioso.
—Pero no queremos irnos, nos gusta estar aquí.
—¿Y qué quieres que hagamos?¿Les pegamos a esos dos?¿Los matamos? —dijo Nick cabreado.
—No... solo quedaros aquí para que piensen que sois nuestros novios.
—¿Y por qué no les habéis dicho nada vosotras? —miraba a Lexi y Dana.
—Les hemos dicho que paren y ellos han respondido que no hacen nada y que si les molestamos que nos vayamos que ellos viven aquí. —contestó Dana.
—Serán gilipollas... —apreté los puños y me puse delante de Dana, Nick de Lexi, dando la espalda a los abusones —¿este comportamiento se permite aquí? —miré a Dana
—No, pero esta es su casa, en las fraternidades manda el líder.
—¿Aviso a Daphne? que está con la líder de aquí.
—No, podemos salvarnos solas. —dijo Lexi.
—¿Y por eso me llamasteis? —me reía —se que os la podéis apañar solas, pero cuatro son mejor que dos, así que si alguien hace algo raro, lo rodeamos y paliza. —reímos los cuatro.