The Loud House Quiero que el sea mi....

Capítulo I

La alvina I

Royal Woods

Lunes XX-XX-20XX

7:00 AM

En la avenida Franklin 1216 o conocido por todos La casa Loud que es conocida por todos por su increíble cantidad de ruido que ha ido aumentando con los años igual a su tamaño ya considerándose una mansión con tres pisos e integrantes de la familia y que han sido lugar nacimiento de diez increíble mujeres que representan el éxito en sus ámbitos laborales, francamente buscar en el internet la palabra éxito encontraras imágenes de las diez mujeres Loud. Pero los que pocos no saben o quieren olvidar es que ese lugar fue fuente de chismes y rumores de maltrato infantil aunque nunca se confirmaron.

Aunque todavía hay mucho que contar sobre eso, vamos a unas de la muchas habitaciones que se encuentra en la mansión Loud que tiene una puerta pintada de negro con un cartel rojo de aléjese y abajo decía abeja asesina, dentro de la habitación esta se encuentra a oscuras por sus cortinas cerradas aunque ya se podía ver unos pocos rayos de luz que llegan hasta la cama donde encima de ella se encuentra un capullo de sabanas que se movía poco a poco a la par con una respiración relajada que se vio fuertemente interrumpido por unos fuertes golpes de la puerta y un grito fuera de su habitación.

--¡LUPAAAAAAAAAAAAAA!-- dijo una voz y su dueña era una chica entrando en su adolescencia con doce años con una tez clara de estatura mediana para su edad con un cuerpo que simple vista se veía en excelente forma, cayendo por su espalda una cabellera castaño claro casi blanco y en sus mejillas unas pecas acompañada de unos ojos de azul cielo y llevando por encima de ella una gran camiseta blanca con el nro dos rojo en la espalda. Siguiendo golpeando la puerta y llamando del ocupante de la habitación, no deteniéndose hasta que escuchara una respuesta ya que conocía muy bien quien trataba y deteniéndose al escuchar un ruido seco.

--¿Te caíste de la cama lupa?--dijo una vez más la joven con un tono preocupado.

--Lacy ya desperté--dijo una voz femenina y joven con un tono irritado escuchándose dentro de la habitación.

--Pero Lupa estas--la joven identificada como Lacy iba a seguir pero fue interrumpida por otra voz.

--Lacy ya deja tranquila a Lupa, tenemos que ayudar Liena con el desayuno--la voz que interrumpió a Lacy perteneciendo a otra chica con un tono somnoliento.

Lacy volteándose y viendo a una chica en su adolescencia de unos catorce años con una bata amarilla y su apariencia algo alta y delgada con tez clara con el cabello largo de color castaño brillante casi llegando a naranja llegando a mitad de su espalda y un poco desaliñado observando que hace poco se levantó de la cama y ojos azul cielo que estaban siendo restregado con sus manos, pero lo que más destacaba de su apariencia era su boca donde a primera vista se veía sus grandes dientes frontales y su gran aparato ortopédico dental.

--Pero Liby ella—Lacy preocupado fue de nuevo interrumpido por Liby

--Pero nada sé que quieres ayudarla y créeme todos nosotros también queremos ayudarla, después de todo nosotros hemos pasado por casi lo mismo y lo superamos a nuestra manera--dijo Liby ya con un tono tranquilo colocando una mano el hombro de Lacy y en tono triste y murmurando lo último—además no te preocupes nuestra abejita es más fuerte de lo que crees—termino de decir Liby con una sonrisa y tono decidido.

--Está bien Liby—dijo Lacy también recordando sus propios problemas personales y uno de los peores que involucraba a su madre—Lupa no te tardes o me comeré tu comida---dijo Lacy con un tono optimista ya bajando por las escaleras y dirigiéndose al comedor.

Liby ya observando fuera de su vista a Lacy se apoyó en la puerta y perdiendo su sonrisa cerró los ojos y abrió la boca.

--Sabes creo que de todos nosotros Lacy es la mejor que mantiene su máscara incluso más que Leia, después de todo yo he visto poco se sus peores momentos—hablo Liby todavía recostada de la puerta con los ojos cerrados y continuo—Lupa te quiero, Lacy te quiero, todos te queremos incluso Leia jejeje......—continuo hablando Liby riéndose un poco con lo último.