Comenzamos mal

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Ese olor, ese olor sin ofender era putrefacto, podía destrozar el olfato de cualquier estudiante sin exagerar, era porque el conserje no usaba los artículos de limpieza recomendables, fabricaba los suyos vayan a saber con que en mi opinión lo hacía con cadaveres de rata y con la sangre de las arañas y lo peor es que en la escuela se los dejaban usar los directores a pesar de que el olor que dejaba en el piso no podía aguantarse, en fin lo encuentro  melancólico a aquel olor, me hacia recordar los buenos ratos que viví en está escuela y también de los momentos vergonzosos, recuerdo que una vez estaba en el baño jalandome la nutria y una muchacha entro justo en el baño de chicos metiendose por pura coincidencia creo yo en el lugar que yo estaba, ¿Cuantas posibilidades existen de que una chica se equivoque de baño? 1 en millones pero ese día paso, ambos nos pusimos rojos y salió corriendo, ¿Quién no lo haría? Estaba con los pantalones abajo con mi mano en mi aparato reproductivo hasta yo correría al ver semejante escena.

-Vaya tiempos...- Dije riendo notando de reojo como mis amigos me miraban riendo.

-Deja de recordar suciedades, seguro estabas recordando la vez que se durmió en clase y dijo que le gustaban las tetas de la profesora.- Dijo Ian caminando tan derecho como siempre, mostrando siempre ese aire de macho al que hacia que las chicas se fijaban en él apenas entraba en la escuela, seguía teniendo su encanto ya que cuando pasamos por los casilleros la mitad de las mujeres se dieron vuelta para verlo.

-Vaya manera de matarnos de risa Augusto aquel día, jajaja sos uno de los payasos de la escuela.- Habló Paco deteniendose en su casillero el cual estaba al lado del mío, seguido del de Ian.

-Sí... son unos desgraciados por su culpa los de la escuela ya me ven como el bufón, se los agradezco mangas de inútiles.- Reí abriendo mi casillero guardando mis cosas solo tomando mi carpeta y una lapicera, así de simple era yo.

-Vos sólo te ganaste esa reputación, yo soy el Don Juan y el atletico físico culturista de la escuela.- Dijo en voz burlona mientras nos enseñaba sus musculos, efectivamente tan exhibicionista era que iba hasta los días de frío en musculosa.

-Yo soy el Nerd y el acosador de está escuela, eso todos lo saben.- Cerró su casillero y se acerco bien a mí haciendo que retrocediera.

-Ya sé, ya sé... eso está bastante claro, ¿Y yo que soy? Aparte del bufón de la escuela.-

-Amigo mío...- Dijo Ian poniendose detrás de mi mientras ponía sus manos sobre mis hombros, se veía venir que sería algo cruel lo que iba a decirme. -Sos el desesperado y el perdedor de la escuela, lamento decírtelo pero ninguna chica se fijaría en ti.-

Bajé mi mirada mirando mis manos y mi vestimenta. -¿Tan mal me veo?- Suspiré guiando mi mirada a Paco esperando su respuesta, es normal de Ian ser cruel pero Paco jamás mentía.

-Está en lo cierto... ninguna chica se fijaría en ti y no es que seas feo, estás partible y tienes un pedazo que a cualquier chica le agradaría pero... tu confianza y seguridad en ti mismo juegan en tu contra, por eso para ellas no existes.-

Dicho eso Ian me abrazo por detrás y Paco por delante, ambos habían dicho la verdad por más dura que hubiera sido y parece que se sentían mal porque los 3 casi lloramos, quizás exagerabamos pero a la vez no, ellos siempre habían conseguido a una que otra chica y Ian ni hablar, el único perdedor con baja autoestima era yo, este año cambiaría eso.

Dicho eso Ian me abrazo por detrás y Paco por delante, ambos habían dicho la verdad por más dura que hubiera sido y parece que se sentían mal porque los 3 casi lloramos, quizás exagerabamos pero a la vez no, ellos siempre habían conseguido a una q...

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-Este año eso cambiara

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-Este año eso cambiara...- Dije separandome de ellos. -Cambiara ya lo verán, esté año conseguiré una chica que me ame tal y como soy, es feo estar solo...- Apreté mi mano y los miré.

-¿Qué?... se me hace difícil creerlo pero sé que cuando te esfuerzas siempre consigues lo que quieres, mírate en el free fire no podías ni tocarme y ahora ya lograste quitarme 50 de vida, si te esfuerzas conseguirás una buena chica.- Sonrío y sin decir más camino hasta su taller de Química.

-Sí, esfuérzate y quizás algo consigas.- Ian Palmeo mi mejilla sonriendo.- Bueno más tarde nos vemos en el comedor, el entrenador me espera... nos harán correr 20 minutos y hará que nos enfrentemos en equipos de 5 jugadores al Baskett. -Se quejo y siguió su camino mientras estiraba los brazos.

Me dirigí al salón de Literatura lo más pronto posible, no quería perderme las clases de la profesora Griessel, como relataba te hacia sentir que estabas dentro de cada escena viviendo en carne propia lo que el protagonista afrontaba por eso durante todo el tiempo que estoy en esta escuela siempre asisto a sus clases, duran sólo 2 horas pero son las mejores.

Me frene en la puerta con mi carpeta en mano y mi lapicera en mi bolsillo para realizar apuntes, en el momento que me detuve fue ahí cuando la vi... una chica de cabello rosa, sus pestañas eran exageradamente alargadas, al parecer no llevaba labial en sus labios como todas las chicas del curso lo hacían, era perfecta... cuando clavo su mirada en mí retrocedí un poco, aquellos ojos marrón clarito estaban mirándome con detenimiento como si estuvieran analizandome tal cual robot, al terminar de hacerlo me sonrío estirando su mano en el aire en forma de saludo, sonreí también me fue completamente imposible no hacerlo y un poco emocionado camine rápido hacia ella.

-H... hola, mi nombre es Augus...- "¿Por qué justo en este momento?" Pensé, cuando quise darme cuenta ya estaba en el suelo, el piso seguía mojado y de lo emocionado que estaba me resbale, al reaccionar todos se encontraban riéndose de mí hasta aquella chica, mierda...  comenzamos muy mal.

Los sueños de AugustoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora