Recaer.

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Camine en silencio hasta su casa. 

Su madre estaba llorando. 

Su padre estaba llorando. 

Yo estaba preocupado, alarmado. 

Tenia miedo. Nunca tuve tanto miedo. 

¿Que sucedía? Estaba confundido. 

Subo a su habitación y veo sus brazos ensangrentados. 

Había un par de gotas por la pared y el suelo. 

Había sangre. Su sangre. 

Y era de color rojo, a ella y a mi no nos gusta el rojo. 

La abrace, la acaricie. 

La navaja estaba al lado de ella. 

Traje vendas y vende sus brazos. Ella lloraba muchísimo. 

-Perdón. Perdón... perdón-era lo único que decía. 

El dolor me invadió. El llanto apareció, la rabia me hacia apretar la mandíbula con fuerza. 

La quería tanto y por eso no soportaba verla mal. 

-Esto nunca va acabar-Grito. 

Tenia que acabar. Ella estaba progresando. Estaba avanzando. 

Estaba bien. Pero hoy tropezó y se lastimo. 

Ella no le gusta volver empezar. 

Ella necesita una nueva vida. 

Ella no esta sola. Yo estoy con ella. Siempre lo estaré. 

Nos quedamos abrazados y llorando juntos por un largo rato. 

La vendas blancas se tiñeron de rojo por partes. 

Los enfermeros aparecieron y me alejaron de ella. 

Va a estar bien. 

Tiene que estar bien. 


〰Dolor mental〰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora