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Que extraña sensación, nostalgia y alegría juntas.

Recuerdo aquellos momentos en que fuimos felices con tan poquito, aquellas noches en vela ... aquellas reuniones secretas. Cuanto daría por revivir esos momentos, por estar nuevamente allí.

Y es que es tan difícil encontrar con quien coincidir que cuando hallas con quien compartir tus locuras no lo puedes dejar ir. No importa si estás a 3000 kilómetros de distancia, esa amistad sigue allí, ese pañuelo de lagrimas incansable, ese apoyo incondicional, que nunca fallará.

Solo que a veces no lo sabes apreciar, y en momentos como estos lo llegas a extrañar

Mundo entre palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora