Harry y Draco se habían amado en secreto desde sus años en Hogwarts, hasta el punto de tener un desliz justo después de la guerra, esto para luego desaparecer de la vida del otro para siempre. Quien diría que unos años después bastarían para que uno...
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La familia Potter desde el nacimiento de su primogénito James Sirius Potter Weasley, eran considerados como el ejemplo de familia perfecta, Harry conocido no sólo como el que vivió y venció, si no también como la mano derecha de jefe de Aurores siendo tan joven, provocando la envidia de todos sus compañeros, y ni hablar de Ginny, la cual se había convertido en excelente Jugadora de Quiddicht, siendo reconocida mundialmente por su forma de jugar impecable dando la victoria segura a su equipo.
Quién iba a pensar que desde el nacimiento de James la familia tenía tantos problemas, era como si no hubiera una chispa verdadera entre ellos dos y efectivamente era así, pero ambos estaban tan segados por su reputación que trataron profundamente de parecer los padres perfectos para el pequeño Potter, el cual en ningún momento se le pasó por la cabeza que sus padres no se amaban de verdad.
Pero un día la situación se descontrolo, Ginny se había desmayado en mitad de un partido, causando que la llevarán rápidamente a un hospital mágico, en donde le hicieron varias pruebas y le dieron una noticia que más que alegrarla le preocupo. En eso llega Harry cargando a un pequeño James de dos años el cual no sabía que estaba pasando, la medimaga a cargo del cuidado de Ginny se acercó a Harry con una pequeña sonrisa.
-Señor Potter, me alegra informarle que ambos están fuera de peligro.
Esas palabras aturdieron a Harry, no entienda lo que le quería decir con ambos, miró a su pequeño hijo y luego volvió a mirar a la medimaga, preguntándole sobre el plurar de sus palabras.
-Si, ambos Ginny y el pequeño Potter que está creciendo en ella, al parecer tiene seis meses, acaso no se había enterado?, no vio rara a su mujer estos últimos meses?
Esas palabras le cayeron como agua fria, abrazo un poco más fuerte a James, mientras trataba de tranquilizarse, iba a ser padre de nuevo y no se había dado cuenta, no entendía que estaba pasando, pero sin cruzar otra palabra fue directo a la habitación de Ginny para enterarse más del asunto desde su boca, por que debería ser un error no? Como alguien en su sano juicio no se daría cuenta de un embarazo.
Al entrar a la habitación y ver la cara de miedo y confusión de Ginny hacia él, hizo que un escalofrío corriera por su cuerpo, dejó a James sobre la cama, mientras que el se sentó en una silla cerca de esta.
-Cómo qué estas embarazada... Por qué no me lo mencionaste - hablo Harry algo nervioso por la situación, no sabía si quiera si lo del embarazo era verdad y ya le estaba atacando con preguntas.
-Por qué no quería tener al niño....
Esas palabras fueron como un desgarro en su corazón, como era eso que no quería tener a su segundo hijo, pero antes de que Harry le dijera algo volvió a hablar.
-No quiero tener más hijos, planeaba ocultar el embarazo con mi siguiente viaje visitando a los gemelos, no podemos hacer nuestras vidas normales nisiquiera con James, entiende que no podré volver a jugar Quiddicht, los prejuicios ya me han estado afectando, comentarios de que si no estoy con ustedes, de que si viajo mucho, de que si me tengo que preocupar más por la familia, yo no quiero eso, acepte tener a James por que pensé que así me sentiría completa, pero no fue así! Me sentí más perdida, que estaba arruinando mi vida! Sabes que es que te ofrezcan ser capitana en el mejor equipo, pero al mismo tiempo recapaciten su decisión por que tengo que estar atenta a mi hijo? Lo sabes?
