∆ 30 días OTP ∆ [[UrssUk]]

Película.

Moscú, Rusia. Actualidad.

El británico escuchó pisadas firmes tras él mientras caminaba con tranquilidad por el palacio. Ante el sonido, detuvo sus pasos y giró en sus talones, curioso, topándose con el antes dueño de esos territorios. Hubo un saludo de por medio y se generó una charla trivial, hasta que escuchó una pregunta con un toque tan directo, que lo dejó aturdido unos momentos.

━ Huh... Excuse me? I think I didn't hear well. (Huh... ¿Disculpa? Creo que no escuché bien.)

El rojizo se aguantó un suspiro frustrado. Realmente era difícil que aquel que solía ser un imperialista, caiga tan rendido a sus pies como URSS lo está por él... ¿No es así? Debía de ser paciente, cauteloso, y mostrarse pacífico para no ahuyentar al hermoso cervatillo.

━ UK, I... asked you if you would like to come to my old house and watch a movie. (UK, te... pregunté si te gustaría venir a mi antiguo hogar y ver una película.) ━Habló claro y en el idioma de aquel, manteniendo un suave tono de voz.━ Ya no somos enemigos, su... supongo. Mi territorio ha sido repartido entre mis hijos; yo no los controlo más. Por ende, pensé que te sentirías menos presionado por... el tema de la ideología y la guerra que tuve con tu hijo.

Reino se lo pensó detenidamente, pasando por su mente escenarios perturbadores y sangrientos que luego sumergirían en la mera crisis a su reino y a la mediocre "paz mundial" que hay —como que ONU no hacía muy buen trabajo desde 1945—. Pero, entonces, vino a su mente las veces que planeó estrategias militares con el rojizo durante la Segunda Guerra, los momentos en los vestidores donde se cambiaban a sus uniformes y tenían así la oportunidad de ver sus figuras, las cartas de informes en los cuales podían percibirse un mensaje oculto, contenedor de afecto...

Su confusión solo existía por la incredulidad de estar siendo invitado por su crush, como diría Estados Unidos, su hijo.

━ Alright. I will come back here around 7 o'clock and then we'll go to your home. Good afternoon, Mister Soviet Union. (Está bien. Volveré aquí cerca de las 7 y luego iremos a su hogar. Buenas tardes, señor Unión Soviética.)

━ Thank you, Mister Britain. Have a nice day. (Gracias, señor Bretaña. Tenga un buen día.)

Le pareció cómico tratarse de usted; ellos dos se habían tratado de manera un poco más informal pocas semanas después de volverse aliados en la Segunda Guerra Mundial. En efecto, soltó una risita ante el recuerdo.

Ahora, lo importante era arreglarse lo suficiente como para demostrar lo mucho que le importaba esta velada.

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URSS pasó sus manos por milésima vez a lo largo de su saco marrón oscuro, moviendo de forma inquieta sus labios. Ya eran más de las siete de la noche, pero el hecho de que la luna aún aparentaba estar muy apegada al este, lo tranquilizaba. Estaba seguro que Reino Unido vendría. Propuso la hora, el lugar, y nunca ha sido de contradecir sus palabras, seguía hasta el final aún si presentase fallos. Siempre había sido puntual, por lo que seguro tuvo un inconveniente.

Escuchó pasos apresurados cercanos a él, y se giró en la esperanza de ver a aquel británico. Efectivamente, sí lo era; sus labios se separaron de forma involuntaria; ¿cómo demonios un viejo podía verse tan elegante, tierno y sexy a la vez? Portaba otra vestimenta que resaltaba aún más su figura si era posible. El saco abrazaba con suavidad su cintura y sus bíceps, aquel sombrero de copa protegía parte de sus blanquecinos cabellos del frío, aquel corbatín le daba un toque adorable; todo de él le encantaba.