La chica de las notas.

Capítulo 5.

-¡Jane, ábreme, dijo mi tía que iban a preparar pizza hoy y yo quiero! -gritaba Sebastián desde afuera por una de las ventanas de la casa de su prima.

-Hola Sebastián. 

-A-aby. Hola, yo no tenía ni idea de que tú estuvieras aquí.

-Tuve un pequeño problema y Tanya me dijo que podía quedarme aquí, pero no te preocupes, si te sientes incómodo puedo ir a caminar un momento.

-No, está bien. Yo... Jane me dijo que prepararían pizza y por eso vine temprano -sonrió. 

-Pues todo ya está aquí, si quieres podemos empezar a prepararla tú y yo -dijo Abigail, la chica del cabello de colores.

"Tú y yo".

Al parecer a Sebastián aún le gustaba esa idea.

A pesar de "la chica de las notas".

-Me gustaría pero la verdad es que nunca he preparado pizza, así que tú serás la jefa -dijo él.

-Yo tampoco he preparado pizza -respondió ella.

Los dos se miraron nerviosos y rieron. 

-Podemos buscar un tutorial en youtube, no creo que sea tan difícil -dijo Sebastián.

*20 minutos después de tutoriales en Youtube sobre cómo hacer pizza.*

-¿Y si mejor hacemos el postre para cuando Jane y Tanya lleguen? -preguntó Aby.

-La verdad es que mi única especialidad es el cereal con leche -le contestó Sebas.

Ambos rieron de nuevo.

-Bueno, no perdemos nada con intentar uno de esos tutoriales, todos dicen casi lo mismo -dijo Aby mirando extrañamente los ingredientes de la pizza-, no creo que sea tan complicado.

Ambos empezaron a preparar la masa: Sebas leía la receta mientras Aby mezclaba los ingredientes.

-2 cucharadas de aceite de oliva.

-Listo.

-200 mililitros de agua tibia.

-Listo.

-15 granos de levadura fresca.

-Lis... ¿granos? Ni que fuera maíz Sebastián.

-Gramos, perdón. 

-Creo que a alguien le hace falta aprender a leer -bromeó Aby.

-Que chistosa eh -dijo Sebas mientras le lanzaba un poco de harina en la cara a Aby.

-Me has declarado la guerra -dijo Aby en tono alemán.

-No gracias, mejor seguimos preparando esto -sonrió Sebas algo travieso-, ahora a mezclar.

-Listo.

-400 gramos de harina de trigo.

-Listo.

-Y... una pizca de sal.

-Listo.

-Amasar y dejar reposar durante 1 hora.

-Me pregunto si Jane y Tanya tardarán tanto -dijo Aby mientras amasaba- ¿podrías llamarles?

-Sí, seguro.

*10 minutos después.*

-Dice que hay un accidente automovilístico en la carretera y que nadie puede pasar por el momento. No pueden regresar, ni avanzar -dijo Sebas mientras colgaba el teléfono.

-¿Pero están bien?

-Sí, sí, pero no llegaran pronto, así que tal vez tendremos la pizza lista para cuando lleguen.

-Me parece perfetto -dijo Aby en tono italiano.

-Siempre haces eso.

-¿Qué cosa?

-Lo de imitar el acento de otros países, o decir palabras en otros idiomas.

-Ah sí. Mi abuelo sabía 6 idiomas diferentes y cuando yo era pequeña lo escuchaba hacer eso todo el tiempo -sonrió Aby con nostalgia.

-Es interesante.

-Gracias, supongo.

Los dos se miraron fijamente durante varios minutos sin decir absolutamente nada. Después continuaron hablando sobre diversos temas mientras esperaban poder continuar con la preparación de la pizza.

-Ya está, ahora los demás ingredientes te tocan a ti -dijo Aby.

-Bien.

Primero tienes que estirar la masa y precalentar el horno a 220 grados.

-Espera, ¿qué horno?

-¿Cómo que qué horno?¿No hay horno?

-Si hay pero no funciona Aby.

-Ay no. ¿Y ahora?

-Podemos comer salsa de tomate -dijo Sebastián mientras abría el frasco de la salsa de tomate.

-Yo quería pizza -dijo Aby haciendo pucheros.

-Podemos comer salsa de tomate -dijo nuevamente Sebastián mientras metía una cuchara dentro del frasco.

-¿En serio?

-O... ¡podemos lanzar salsa de tomate! -dijo mientras la cara de Aby se llenaba de salsa de tomate gracias a la cuchara de Sebastián.

Aby lo miró seriamente, frunció el ceño, le quitó el frasco de la salsa de tomate, metió la mano dentro y embarró la cara de Sebas de salsa de tomate. Estoy segura de que Sebastián no se esperaba esa respuesta de su parte.

Los dos hicieron un completo desastre en la cocina de la madre de Jane, rieron, se diviertieron y de pronto... tropezaron. Y Aby terminó encima de Sebas, todo un cliché.

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